Psicosocial de la teoría del desarrollo emocional de los escolares
arelys1313Documentos de Investigación11 de Marzo de 2013
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INTRODUCCIÓN
La escuela es centro de conocimiento y formación. Los niños y niñas deben asistir llenos de alegría y expectación por todas las cosas nuevas que allí van a descubrir y a aprender. En sus aulas se debe aprovechar todo su talento, ingenio, inteligencia y creatividad para estimular el aprendizaje y satisfacer todas las expectativas y sueños que se hayan imaginado. Por supuesto, en este ambiente, debe reinar la armonía, la cooperación, el compromiso, la constancia la satisfacción del sentirse a gusto y dar lo mejor de sí. Porque el fin último de la educación es formar mujeres y hombres plenos, íntegros, equilibrados, responsables, solidarios, capaces de vivir en sociedad, respetando las reglas y contribuyendo con la armonía.
Nunca se debería asociar a la Escuela con fastidio, miedo, angustia, dolor, es opuesto a ella. Sin embargo la realidad que se vive diariamente es otra; se observa con preocupación que los niños y niñas están perdiendo ese vínculo mágico que los unía, ese ambiente amoroso, de preocupación, interés, expectativa y misterio que se percibía; se ha ido transformando. Cada día aumenta la proporción de chicas y chicos aislados, indiferentes, violentos, que pareciese que no encajan en ella y es que se percibe mucha inmediatez, pareciese que el tiempo va muy rápido y por supuesto no alcanza para todo lo que se debe cumplir, posponiendo o descuidando la comunicación, el interés por el otro, por sus necesidades y carencias. Siendo este el origen de muchos de los problemas que hoy se viven en las Instituciones Educativas.
Lo descrito anteriormente, constituye el inicio de la presente investigación, puesto que el desarrollo socioemocional de las niñas y niños es el elemento básico para la adecuada estructuración de su personalidad, a su vez es la fuente que enriquece y fortalece su aprendizaje. Cuando se proporciona al niño o niña experiencias que le permitan robustecer su autonomía, autoestima, confianza en sí mismo y manejo adecuado de sus sentimientos y emociones, se están sentando las bases de un ser pleno y equilibrado. De allí la importancia de que los docentes hagan revisión y reflexión respecto a su forma de comunicarse con los estudiantes, y se pregunten que les están transmitiendo a través de sus canales auditivos, visuales y kinestésicos y que parte le corresponde a ellos y ellas de este problema.
Por tanto, el propósito de la presente investigación es, analizar la afectividad en el docente como elemento generador de armonía en la convivencia escolar, en un Instituto Educativo de Educación Primaria, ubicado en La Victoria, Estado Aragua.
La presentación de esta investigación, quedó estructurada de acuerdo con los requerimientos contemplados en el Manual de Tarabajo de Grado de Especialización y Maestrías y Tesis Doctorales de la Universidad Pedagpgica Experiemental Libertador (2006) de la siguiente manera; Capítulo I se ubica el problema dentro de su contexto, se plantean las interrogantes que lo conducen, los objetivos que son la guía a lo largo del trayecto y la justificación, que le confiere la relevancia que tiene.
Capítulo II se presenta el Marco Teórico Referencial, el cual le da consistencia a la investigación. En él se encuentran los antecedentes y las bases teóricas y legales.
Capítulo III, se desarrolla propiamente el trabajo de campo de la investigación, por medio del Marco metodológico, que comprende el paradigma de investigación, su diseño, método, tipo, técnicas e instrumentos de recolección de datos, sujetos estudiados y el contexto donde se va a desarrollar dicha investigación.
Capítulo IV contiene el análisis e interpretación de los hallazgos encontrados durante el proceso.
Capítulo V se expresan las reflexiones que llevan a trascender, desde la afectividad, el camino de la convivencia escolar.
Finalmente se presentan las referencias y los anexos respectivos, que complementan el proceso de investigación.
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
“No me pidas que me quede quieto por mucho rato. Tengo muchos barcos, trenes y aviones-caballos y mariposas- por dentro”
Rosario Anzola
Planteamiento del problema
Desde hace tiempo la sociedad actual se desenvuelve dentro de un ritmo vertiginoso. La gran mayoría de sus integrantes viven permanentemente acelerados debido a las múltiples funciones que desempeñan y los innumerables compromisos que deben asumir, sumado a esto está la necesidad de solventar la parte económica que cada día es más exigente e influye de forma determinante en la calidad de vida, dado que las personas tienden a sacrificar o a posponer gran parte de sus necesidades físicas o emocionales para cumplir con las distintas metas impuestas por la sociedad. Lo anterior ha ido afectando o condicionando progresivamente el funcionamiento de la sociedad, específicamente de la familia. Goleman, (1996), afirma: “Vivimos en una época en que ambos progenitores trabajan muchas horas, por lo que los niños quedan solos o al cuidado de la niñera-TV; una época…donde la erosión destruye los incontables, provechosos y pequeños intercambios entre padres e hijos que construyen las aptitudes emocionales” (P.271). Es por esto que se observa que los hijos e hijas casi no ven a sus padres debido a que no coinciden en los horarios y por tanto la formación y parte de su cuidado es delegada a otros o en multitud de actividades complementarias que los chicos y chicas realizan dentro de los respectivos horarios de trabajo, lo que deja pocos momentos para compartir y comunicarse, sin contar con el cansancio propio de la faena, las labores del hogar, la realización y corrección de las extensas tareas escolares, que al final se traducen en un gran agotamiento o cansancio que genera en muchos casos conflictos, estallidos de ira y distanciamiento entre los miembros del grupo familiar.
Pérez (2009) es muy claro cuando expresa: «Este modelo de sociedad empobrece y cosifica a las personas. La demanda de ternura, afecto y amistad que late en cada persona es atendida por objetos o extraños a quienes no les interesa conocerlas» (p. 15). Aunado a esto, los medios de comunicación social, con su enorme poder de penetración y las nuevas tecnologías (redes virtuales), hacen creer a los individuos, valiéndose de un permanente bombardeo publicitario, que es más fácil, cómodo y gratificante comunicarse con las otras personas, chateando o twitteando a través de una pantalla, monitor o móvil, que interactuar directamente con el otro, transformando al hombre, que es un ser social en esencia, en un sujeto solitario, infeliz y enfermo, incapaz de transmitir sus sentimientos y necesidades afectivas más elementales, de esta manera logran distraerlo y le hacen perder el contacto con su conexión interior que es la que le proporciona la verdadera esencia de la vida: el afecto o el amor por sí mismo y por los otros seres vivos.
Esto evidencia el papel fundamental que juega el afecto, la atención y la protección desde la misma concepción del ser humano, incluso para la supervivencia de la especie, ya que sobrevivir requiere de la mutua ayuda entre congéneres. Así mismo, un niño a quien se le brinda afecto crecerá seguro de sí mismo, sin miedo, confiando en la protección que le ofrecen sus seres queridos y desarrollando las competencias sociales necesarias para convivir armónicamente en la sociedad y es que la afectividad constituye el verdadero motor del comportamiento, por cuanto origina la mayoría de las conductas y condiciona todas las demás al energizarlas. Un alto porcentaje de nuestras acciones no son el resultado de razonamientos sino de estados afectivos.
Así como la familia, la escuela también desempeña un rol importantísimo dentro de este proceso formativo, porque además de instruir debe fortalecer la personalidad del niño o niña, darle herramientas para enfrentar las diferentes situaciones con las cuales se va a encontrar, resolver conflictos asertivamente, ser empático, accionar en base a valores establecidos sólidamente y sentirse bien consigo mismo. Pero la realidad es otra, no siempre las escuelas son lo que parecen, a pesar de que éstas siempre han sido consideradas como el centro del saber y de los aprendizajes placenteros; lugar de formación, donde se inculcan los modelos de comportamiento a seguir y se asocia con los espacios donde se desarrollan muchas de las vivencias más felices, que por su trascendencia, perduran a lo largo de la vida de las personas, no es la única visión.
También existe otra, a la cual casi no se hace alusión pero que muchos conocen y aún la sienten como si fuera hoy; aquella donde el maestro es dueño de la verdad y del poder con el cual puede reprender, si lo cree conveniente y sobre todo cuando percibe que su autoridad puede ser cuestionada o confrontada. Donde el derecho a opinar o disentir no es bien visto; el afecto y la buena comunicación pocas veces tienen cabida y para muchos es la fuente de traumas y miedos infantiles y hasta los mismos compañeros se pueden convertir en agresores o agredidos y el silencio y la complicidad pueden ser en muchos casos la mejor estrategia para sobrevivir.
Además de esto, en la actualidad, la violencia y la indisciplina escolar se han convertido en uno de los problemas más importantes que confronta la sociedad actual, debido a que constituyen una de las principales quejas que se reportan tanto
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