Recesion De Libro

- Presentación de la obra:

Autor: Erving Goffman

Título: Ensayos sobre la situación social de los enfermos mentales

Amorrortu editores, Buenos Aires – Madrid. 2ª edición, 2ª reimpresión

- Introducción

Breve biografía del autor: Erving Goffman (11 de junio de 1922, Mannville, (Alberta), Canadá - 19 de noviembre de 1982, Filadelfia, Pensilvania, Estados Unidos) fue un sociólogo y escritor, considerado como el padre de la microsociología. Estudió las unidades mínimas de interacción entre las personas, centrándose siempre en grupos reducidos, diferenciándose así de la mayoría de estudios sociológicos que se habían hecho hasta el momento, siempre a gran escala. Goffman es uno de los más importantes sociólogos del siglo XX, como Max Weber, Durkheim y Mead, sobre cuyos pasos trató de profundizar en una sociología más interesada en los procesos micro-sociales de interacción. Este era su interés central como teórico del interaccionismo simbólico, estudiar la influencia de los significados y los símbolos sobre la acción y la interacción humana.

En este libro el autor nos habla sobre los internados con el fin de contarnos su mundo, como un grupo aislado de la sociedad es capaz de formar una vida propia, la vida dentro de una institución, aquí un hospital psiquiátrico. El autor nos intenta explicar desde una visión sociológica la estructura del yo de un interno.

- Contenido del libro y aportación fundamental

El libro consta de cuatro ensayos:

1) sobre las características de las instituciones totales

2) la carrera moral del paciente mental

3) la vida íntima de una institución publica

4) el modelo médico y la hospitalización psiquiátrica

Empezar diciendo que la institucionalización de las personas surgió como forma de aislar a las personas y así poder modificar sus conductas a largo de un tiempo determinado.

Goffman en su obra se refiere a las instituciones de su tiempo como unos lugares en donde de alguna forma se restringen las libertades personales de un individuo para moldear lo bajo un método o régimen, llamándolas instituciones totales.

Según Goffman “Una Institución Total corresponde un lugar de residencia y trabajo, donde un gran número de individuos en igual situación, aislados de la sociedad, comparten en su encierro una rutina diaria, administrada formalmente. Comparable a varios tipos de instancias restrictivas en que la persona renuncia total o parcialmente a sus costumbres, hábitos y roles, para quedar a merced de lo que se dicte, una institución total puede entonces comprender desde una cárcel hasta un recinto de cuidado de ancianos, un cuartel militar o una abadía”

Dentro de la institución, las distintas restricciones y las nuevas experiencias que el interno vive así como las relaciones entre personal, entre internos, entre ambos grupos, las irregularidades y las obediencias…etc. hacen que el interno renuncie a su yo al no poder compararse con el individuo que era fuera y ver en el pelele que se ha convertido dentro, poco importa quien fuera antes.

En el interno se produce, como lo llama el autor, una separación de mundos, uno interno el cual corresponde al de las instituciones, sus relaciones, actividades y normativas de vida interna; y otro externo, que corresponde al mundo cotidiano o estándar, con su ordenación, su forma de funcionar, sus ritos, costumbres y libertades.

Vivir dentro de la institución total implica que de una manera u otra todos los aspectos de la vida deben desarrollarse en el mismo lugar y bajo la misma autoridad lo que puede llevar a una alineación y una limitación del yo, a no saber a ni a donde se llegará. El ingreso en una institución total implica una total adherencia al régimen interno, sobretodo en el periodo en que la persona está recién ingresando esto implica un rotundo quiebre en sus costumbres cotidianas, en sus hábitos, rutinas personales y roles la privacidad y el sentido de independencia ya casi no existen. Ahora cada actividad es probable que se realice en conjunto con otros internos que seguramente tienen la misma necesidad de hacerla en el mismo espacio y tiempo, por obligación o porque está estandarizado como tal. Actividades tan personales como ir al baño o cambiarse de ropa deben ser compartidas, limitadas y si la situación lo amerita hasta vigiladas. Cambian así los patrones de tolerancia de la persona y sus libertades de decidir qué puede hacer o no. Se prescinde de la volición, y así la vida del interno ve intrincada dentro de este contexto institucional que marca todas o la gran mayoría de las pautas de actividades que se deben o no realizar. La persona de una u otra forma debe renunciar a su yo, siendo despojado incluso hasta de sus pertenencias.

En el libro también se

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