Reflexión sobre el impacto de un programa socioemocional en mis estudiantes.

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Reflexión sobre el impacto de un programa socioemocional en mis estudiantes.

Un joven que conoce y sabe gestionar sus emociones no solo tendrá mejores resultados académicos, sino que estará más preparado para el mundo laboral mediante programas probados científicamente.

Es posible desarrollar lo que se llama habilidades para la vida, es decir una serie de destreza para el ámbito social, emocional, y ético; que complementan y optimizan las habilidades cognitivas e intelectuales.

Al incluir las habilidades social, emocional y ética en las clases de las y los jóvenes las adquirirán en su organismo dando resultado en hacer bien sus deberes, tener buenas notas logrando así un cierto grado de autocontrol tiene que ser capaz de aplazar determinados y pequeños placeres, disciplinarse de verdad para hacer los deberes o necesita planificar.

Enseñar a los jóvenes a interpretar las emociones de otra persona, sobre todo los adolescentes en la pubertad, durante la pubertad cambia la forma en donde los jóvenes codifican las expresiones de las emociones de otros, al enseñar a un joven a interpretar las emociones de otros, mejorara su capacidad de conectar y empatizar con ellos, de conservar relaciones con otros.

Las emociones si y no son fácil de comprender, son fácil de entender hasta cierto punto, sabemos que cuando las y los jóvenes disfrutan o están nerviosos o tristes, celosos o lo que sea por otra parte también las emociones son complejas por que casi siempre tenemos emociones mezcladas; se tienen varias emociones a la ves pero algunas las expresamos más fácilmente así a otros que asimismo.

Enseñar a los jóvenes a educar las emociones para que aprendan a:

1. Aprender a percibir y gestionar sus propias emociones.

2. Aprender a construir y mantener relaciones.

3. Aprender a tomar decisiones responsables y éticas.

4. Aprender a ponerse en lugar de otro (preocuparte por los demás); esta última es la más importante.

Los impactos de trabajar en la forma las habilidades social, emocional y ética son amplios y enormemente significativos. En particular, resulta de gran relevancia el efecto que se ha mostrado que estos programas tienen sobre el aprendizaje.

Los beneficios de aprendizajes socioemocionales y éticos de las escuelas para fomentar el desarrollo de las y los estudiantes han sido demostrados en siete ámbitos relevantes:

1. Desarrollo de habilidades sociales.

2. Reducción de comportamientos antisociales.

3. Disminución del abuso de drogas.

4. Incremento de autoimagen positiva.

5. Aumento del éxito académico.

6. Mejor salud mental.

7. Aumento de comportamiento pro-sociales.

El desarrollo de estas habilidades tiene sentido en la escuela en su relación directa y de mutua influencia con el objetivo del aprendizaje. Un mejor ambiente de estudio y trabajo junto con el desarrollo de habilidades socioemocional y éticas que posibilitan la convivencia esperada es lo que permitirá a los y las estudiantes a sacar más provecho de sus experiencia escolar; ayudará a los docentes a cumplir mejor con sus objetivos de enseñanza en un contexto más favorable y coordinado; potenciará la posibilidad de las familias de apoyar la educación de sus hijos. Lo socioemocional y ético no puede ser desvinculado del aprendizaje, de lo contrario, la escuela no estaría cumpliendo con su misión.

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