TEMA 1 CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICO-CULTURAL DE LOS TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS: DE LA ANTIGÜEDAD A 1900.
oserna328 de Agosto de 2013
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TEMA 1
CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICO-CULTURAL DE LOS TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS: DE LA ANTIGÜEDAD A 1900.
LOS TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS COMO PRÁCTICA SOCIOCULTURAL.
– Generalmente, cuando hablamos de desarrollo tecnológico pensamos en un tipo de conocimiento práctico capaz de generar utensilios y modificar la relación con el ambiente; sin embargo, también conviene tener en cuenta las llamadas tecnologías de la inteligencia. Se entiende por tales aquellas tecnologías que, inscritas en el proceso mismo del pensamiento, tienen por función y efecto posibilitar ciertas operaciones de la inteligencia imposibles de realizar de otra manera.
– La experiencia del trastorno psicológico y la curación no remiten sólo a la noción de enfermedad y tratamiento, sino también a la noción de conducta social en general y, más concretamente, a la noción de persona desarrollada por una cultura dada. En este sentido, los tratamientos psicológicos constituyen tanto productos como procesos culturales, que tienen entre sus funciones reforzar dogmas culturales particulares, constituyéndose en agentes de socialización.
CRITERIOS DE CONTEXTUALIZACIÓN.
– Hoy por hoy, en nuestra cultura los tratamientos psicológicos constituyen un tipo de actividad profesional que, inserta en el ámbito de la salud, es retribuida por la inversión privada o, cada vez con mayor frecuencia, por fondos pertenecientes al erario público o a las compañías aseguradoras. Es por eso que el control de la eficacia de los tratamientos psicológicos se ha convertido en un criterio prioritario para su evaluación.
– Sin embargo, las investigaciones sobre eficacia no han logrado delimitar de forma inequívoca, qué clase de tratamiento es más eficaz para cada tipo de trastorno.
– Por ello, junto con la eficacia, resulta indispensable establecer otro tipo de criterios que nos permitan conocer y mejorar aquellos recursos mediante los que los tratamientos psicológicos cumplen la función social que les hemos asignado, así como su relación con las vías por las que los pacientes ven satisfechas sus demandas.
– Un criterio de objetivización y evaluación crítica de las psicoterapias consiste en analizar el conjunto de presuposiciones culturales que mantiene vigentes sus teorías y procedimientos. Para la caracterización de los tratamientos psicológicos existen tres tipos de presuposiciones culturales relevantes:
• Las presuposiciones de carácter axiológico –relacionadas con los valores– y doxástico –relacionadas con las opiniones–. Este tipo de presuposiciones tienen como núcleo el estatus individual que la cultura reconoce al paciente y la responsabilidad que aquella atribuye a éste respecto al trastorno y la curación.
• Las presuposiciones de carácter epistemológico, relacionadas con las concepciones de la naturaleza del conocimiento humano.
LA PREMODERNIDAD.
– Entendemos por etapa premoderna la que se extiende desde la Prehistoria hasta 1500 d.C. En lo que respecta a la evolución de los tratamientos psicológicos, los aspectos significativos son:
• Cuando una cultura carece de escritura, su visión del mundo suele articularse en torno a creencias mágicas, con lo que sus prácticas médicas, psicoterapeutas y religiosas suelen constituir prácticas indiferenciadas. En nuestra Edad de Bronce, los chamanes, junto con la prescripción de amuletos, empleaban técnicas como el control respiratorio o la repetición para liberar a los enfermos psíquicos de sus dolencias. En esa época, tanto las dolencias físicas como las mentales, se atribuían a la influencia de fuerzas no observables cuyo poder sobrenatural era invocado con objeto de obtener la curación (orientación irracionalista).
• Entre las culturas antiguas que ya conocían la escritura, comenzaron a establecerse formas de intervención psicoterapéutica que respondían a criterios netamente racionales. Con todo, la ausencia de diferenciación entre prácticas mágico-religiosas y prácticas médicas se extenderá por toda la antigüedad como una combinación de prescripciones rituales, con normas higiénicas y recomendaciones naturalistas (orientación empírica).
• Es en el derecho romano donde se acuña el concepto de persona legal o ciudadano del Estado como lugar de derechos y deberes (orientación individualista). Dentro del imperio romano el concepto de persona jurídica servirá como punto de partida para la elaboración de los conceptos morales de persona propuestos por la filosofía estoica y el cristianismo.
• Tras el desmoronamiento del Imperio Romano, el endurecimiento de las condiciones de vida y la inseguridad por las continuas guerras tuvieron un efecto involutivo sobre la cultura, la cuál pasó a estar controlada en todas sus manifestaciones por la Iglesia.
• La Iglesia ejercía su control sobre los fieles invocando el principio de obediencia, y antepuso la fe a cualquier otro remedio curativo. Sin embargo, esta misma hostilidad hacia el conocimiento empírico tuvo como consecuencia el desarrollo de amplios debates sobre la naturaleza del alma y la vinculación de ésta con las funciones psicológicas (orientación epistémico), así como sobre la vida del espíritu (orientación introspectiva).
• Surgió una orientación represora caracterizada por el hecho de que, junto a ciertos enfermos mentales, se consideraba poseídos por el diablo y propagadores de sus males a todos aquellos que, de una u otra forma, alimentaban ideas subversivas contra el Estado o contra los valores morales consagrados como verdades inamovibles.
• Este estado de cosas se mantendrá básicamente inalterable hasta el siglo XVIII, cuando el desarrollo científico, propiciado en buena medida por dos siglos de rápida difusión del conocimiento gracias a la imprenta, convierta la razón en uno de los valores dominantes de la cultura occidental.
LA MODERNIDAD.
– Factores como la apertura de nuevas rutas comerciales con oriente y con el continente americano, la aparición de la imprenta o ciertas innovaciones tecnológicas que afectaban a la producción de bienes dieron lugar a la emergencia de un pensamiento filosófico de carácter antropocéntrico, en oposición al teocentrismo medieval.
– En cuanto periodo cultural, la Modernidad fue introducida por el Renacimiento, la Reforma y la Contrarreforma, consolidada por la Ilustración y llevada a su apogeo por las sucesivas etapas de la Revolución Industrial. Los tratamientos psicológicos, tal como hoy los conocemos, son fruto de la modernidad.
PRIMERA MODERNIDAD (1500-1850).
– Durante este periodo, el reconocimiento de la dignidad del enfermo mental será mucho más teórico que práctico. Es decir, los tratamientos psicológicos girarán en torno al internamiento y la intervención se reducirá al ejercicio de presión moral en distintos grados, pues la confianza en la durabilidad de los trastornos mentales no se afianzará hasta la última década de este periodo.
RENACIMIENTO, REFORMA Y CONTRARREFORMA.
– Durante el Renacimiento, la Reforma y la Contrarreforma se produjo una recuperación progresiva de las antiguas tradiciones médico-racionalistas y, con ello, una recuperación de la orientación empírica. En gran medida estas prácticas habían sido preservadas y enriquecidas por la medicina árabe, puesto que en la cultura islámica los enfermos mentales fueron tenidos por inspirados por Dios y, por tanto, mucho más respetados que en occidente.
– Retornó, por tanto, el tratamiento de ciertos trastornos psicológicos a base de dietas, eméticos y sangrías. Por otra parte, la Inquisición propició una consolidación de la actitud represora.
– Existió una tercera vía de intervención psicoterapéutica cuyos antecedentes procedían del medievo. Se trata de la creación de los primeros hospitales destinados específicamente a acoger enfermos mentales, centros en los que estos recibían un trato humanitario justificado por la caridad y por una moral religiosa, cada vez más predispuesta a respetar cualquier manifestación de lo humano.
– La aparición de los primeros centros psiquiátricos puede considerarse un indicio del afianzamiento de la orientación moral.
– La Reforma protestante constituye la contribución axiológica de este periodo que tendrá un mayor peso en el posterior desarrollo de los tratamientos psicológicos. A partir de la Reforma, en los países en los que ésta triunfe, la religión sólo tendrá que autoafirmarse frente al poder político. Este hecho vendrá determinado por la enérgica defensa de las orientaciones individualista y ética propugnada por el protestantismo.
– De entre las diversas implicaciones socioculturales de la Reforma protestante, dos son los aspectos que destacan por su influencia a largo plazo sobre lo que la actual cultura occidental entiende por tratamientos psicológicos:
• Según la doctrina de la doble predestinación Dios elige a quienes han de salvarse y a quienes se condenarán con independencia de su fe, su amor, sus méritos o falta de ellos. La relación establecida por la reforma calvinista entre identificación de los elegidos por Dios para salvarse y los indicios externos de bienestar social y riqueza convirtieron esta creencia en fundamento ideológico de la ética del trabajo y del ahorro propia de los inicios del capitalismo, así como de la orientación hacia el éxito y la riqueza de nuestra sociedad actual.
• Por otra parte, si bien entre los protestantes, incluidos los calvinista, la confesión continuó siendo
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