TEST DE LA FIGURA HUMANA DE KAREN MACHOVER (DFH)
rocio7713Ensayo14 de Mayo de 2017
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TEST DE LA FIGURA HUMANA DE KAREN MACHOVER (DFH)
Características:
Categoría: Prueba proyectiva de personalidad
Objetivo: La evaluación de autoconcepto, imagen corporal y conflictos de la personalidad.
Aplicación: Individual.
Tiempo: Variable
Edad: niños, adolescentes y adultos
Material: Hojas y lápiz.
Ámbitos: Clínica- Educacional- Organizacional, Laboral.
Es un test gráfico que contempla la proyección de la imagen corporal, ésta entendida como una estructura psíquica que incluye la representación consciente e inconsciente del cuerpo. Es decir, es la imagen tridimensional que todo el mundo tiene de sí mismo y está en relación con la de los demás. Su línea interpretativa es la correlación del primer dibujo en relación con el segundo y esto a su vez debe cotejarse siempre con la Historia clínica del paciente, entrevista y observaciones previamente realizadas, de lo contrario la interpretación no será confiable.
Fue creada por Karen Machover y consiste en la realización del dibujo de una persona en una hoja tamaño carta y a lápiz. Este dibujo permite analizar especialmente aspectos que son parte de la personalidad del sujeto en relación a su autoconcepto, a su imagen y su estado emocional actual.
Karen Machover consideró que el dibujo que hace una persona ofrece un medio natural de expresión de las necesidades y conflictos de su cuerpo. Así, la figura dibujada es la persona y el papel en el cual dibuja representaría el medio ambiente.
A través del dibujo la persona se enfrenta a lo que es y a lo que desea ser, se proyecta la vivencia que experimenta de su esquema corporal y como se refleja en cada uno de los contextos en los que se desenvuelve. Según Karen Machover, en lo proyectado se puede inferir implicaciones que arrastra y se puede deducir su personalidad, ya que no solo se expresan algunos sentimientos, pensamientos y aptitudes prácticas, sino que se proyectará una imagen total de sí mismo, incluso reacciones emocionales y actitudes afectivas. Dimensiones que en la personalidad han sido ignoradas.
Escribano (1976) menciona que no conviene olvidar que la construcción de la imagen corporal se basa no solo en la historia individual de un sujeto, sino también en sus relaciones con los demás. No es posible formarse la imagen corporal sin la imagen corporal de los demás porque son con los demás con los que iniciamos en nuestro primer contacto con el mundo.
Por tanto, esta autor confirma que un esquema corporal es siempre la expresión de un yo y de una personalidad rodeada de un ambiente, e inmersa y afectada por el mundo. De ahí que el dibujo llevará la vida emocional.
Algunos de los clínicos que se interesaron por el análisis de la figura humana desde un enfoque proyectivo fue Karen Machover (1949, 1953,1960), Jolles (1960), Levy (1958), Hammer (1958), Roger (1977), Abraham (1991). Naglieri y Pfeiffer (1992). Algunos de estos autores han estudiado dibujos de adolescentes y adultos y otros se han limitado sólo al estudio de niños, en edad preescolar. Cada uno hizo diferentes aportaciones con sus investigaciones sin embargo, también se ha generado el riesgo y la interrogante acerca de sí es posible dar un significado de desarrollo y a la vez proyectivo a un indicador (Esquivel, Heredia y Lucio 1999).
En el caso de Goodenough, esté autor estandarizó y valido su prueba de la figura humana, recibiendo un buena aceptación sobre todo en el área de la investigación. Más tarde Harris (1963) se interesa por la revisión de la misma, destacando que su principal aporte es el de la medición de la madurez mental y no el de rasgos o dinámica de la personalidad, ya que esta solo analiza la madurez de los trazos de acuerdo a la edad de quién dibuja y a los elementos presentes o ausentes en el dibujo, por lo que Harris se enfocó en precisar los indicadores de medición de la prueba, pero sobre la misma línea ya desarrollada por su autor original, por lo que hoy en día se le conoce como Test de la Figura Humana de Goodenaough-Harris.
Koppitz en 1968, apareció con la propuesta del test de la Figura Humana, proyectiva de la personalidad y como portadora de indicadores del desarrollo. Koppitz elaboró un sistema para tabular y analizar el Dibujo de la Figura Humana de niños de 5 a 12 años, como prueba evolutiva de maduración mental y como prueba proyectiva de las preocupaciones y actitudes interpersonales de los niños. La autora plantea que en la interpretación de los dibujos de la figura humana, es posible detectar el estadio del desarrollo mental actual junto con las actitudes y ansiedades en un momento dado, esto sin embargo puede cambiar con el tiempo gracias a la maduración y a la experiencia.
Augusto Vels (1994) aporta información importante como resultado de su experiencia en la aplicación de esta prueba, lo que sigue es parte de su obra:
La ventaja del “Test de la Pareja humana” como algunos le llaman, reside en el hecho de revelar con más prontitud el tipo de adaptación o el control adaptatitivo de cada sujeto examinado. Además ofrece alto interés, no solo por su facilidad de aplicación y por su economía de tiempo en cuanto a la interpretación, sino por la rapidez con que pueden captarse, cuando los hay, los deterioros de la personalidad.
En los (DFH), los fracasos de adaptación, se ofrecen a primera vista al psicólogo experimentado, bien sea a través de la ubicación de los dibujos, en su mala localización, en las desproporciones, en las distorsiones, en las lateralizaciones, en las asimetrías, en la falta de cohesión (roturas), en la posición inclinada o de caída de las figuras, en las estructuras empobrecidas o rígidas, en los sombreados o rayados, en los contornos excesivamente repasados o sucios, en detalles aberrantes, etc.
Cuando el sujeto muestra una adaptación natural y espontánea “un buen ajuste a la realidad”, los dibujos lo traducen y la actitud ante la prueba también. Las figuras guardan buena proporción entre sí y no se observan discordancias importantes de tamaño o de proporción entre las partes y el todo de las figuras. El trazado es limpio y aunque haya algún retoque, el conjunto de las figuras da la impresión de equilibrio, cohesión y unidad.
En otros casos, a través de la historia se intenta camuflar lo que denota el aspecto del dibujo, ésta puede ser un dibujo de trazos agresivos, distante o poco afectivo y sin embargo en la historia se le otorgan características de una persona con carácter apacible, amoroso, atento mientras que el dibujo muestra todo lo contrario. Con estos mecanismos el individuo trata de encubrir, corregir, minimizar, tapar, tal efecto gráfico del dibujo. Es un intento por evitar que se rompan o deterioren las relaciones que desea tener en su entorno.
El modo como cada sujeto toma posición en el papel (el papel es simbólicamente, como el marco ambiental donde se mueve el sujeto), nos ofrece una visión reducida, “un microfilm” del modo como se mueve en su ambiente. La forma cómo actúa con el lápiz, la pluma o el bolígrafo, es una representación viva de las reacciones del sujeto frente a situaciones nuevas e inesperadas.
El Test de Machover es un test que descubre una gran cantidad de problemas profundos de la personalidad, desde la normalidad de un buen ajuste o del sujeto que se integra sin problemas a la realidad, hasta los más extremos límites de la psicosis o de la “pérdida de sentido de la vida psíquica”. Este test capta con relativa facilidad, la gran cantidad de ansiosos, angustiados o neuróticos que tienen problemas de adaptación, problemas de fracaso con la realidad o que defienden su elevada pero frágil dignidad a base de evasión, negatividad, justificaciones anodinas, o intentos fallidos.
El Test de la Figura Humana destaca su aportación porque cumple con su cometido que es el que a través de ella, sea posible obtener datos profundos de significados contenidos en la psique de cada individuo examinado, datos importantes que han sido formados en su personalidad por influencia de las figuras más significativas en su entorno, por su cultura y por todas su experiencias de vida. Además es importante destacar que de manera intrínseca, la prueba puede darnos una idea de la madurez mental que hay en un individuo sin que ésta deje de ser un instrumento valioso para la evaluación clínica.
Por tanto es con suma delicadeza y profesionalismo como debe abordarse el análisis que se haga de la personalidad del examinado.
Ya lo dijo la misma Karen Machover y es importante agregar sus palabras al decir:
“El análisis de los dibujos al igual que en otras técnicas proyectivas, requiere que el psicólogo clínico posea conocimientos acerca de los dinamismos de la personalidad. Es una técnica, un instrumento que requiere de un artesano que lo maneje; no es la puerta secreta de la personalidad. Requiere el talento suficiente para calar en lo esencial y dirigir la atención al meollo y motivaciones de la personalidad”
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