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Teorias Del Femicio

hanreck1 de Octubre de 2014

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Etimología palabras claves y relaciones:

I. La infidelidad.

La palabra infiel e infidelidad del prefijo “in” es un privativo o negativo, también derivado del latín, la palabra fidelidad incluye principalmente el tema de la confianza, la fe y la palabra empeñada, por lo tanto se alude a la infidelidad cuando existe una ruptura, ausencia o falta de confianza o fe. La palabra infiel se utilizó en castellano inicialmente para referirse a las personas que profesaban una fe distinta a la católica apostólica romana, con este calificativo se acusaba y perseguía a los judíos, protestantes y musulmanes en España.

II. El adulterio.

La palabra adulterio deriva de la palabra latina adulterare que significa “alterar”, “falsificar” y “deshonrar”, de ella deriva posteriormente la palabra adúltero/a, reservada para quien comete adulterio. La palabra latina adulterium proviene de dos términos: “ad”, preposición que significa “a” y “alter” que significa “otro”, estas raíces lingüísticas se refieren por lo tanto a una relación con otro, alguien distinto de la unión conyugal.

Relación entre Infidelidad y adulterio.

Usualmente se utilizan estos términos como sinónimos, pero existe una diferencia entre ambos, según la real academia de la lengua española; adulterar significa “viciar” o “falsificar una cosa”, “corromper” o “mezclar”. El vocablo adulterio es un término que se utiliza para aquellos que teniendo un vínculo legal con otra persona, estando casados, mantienen relaciones sexuales con un tercero que no es el marido ni la esposa. Por lo tanto se denomina adulterio a las infidelidades dentro del matrimonio, constantes u ocasionales con un tercero, sin hacer referencia al vínculo afectivo sino exclusivamente al aspecto sexual de la relación. Es un término que se utiliza principalmente a nivel legal y su uso es más restrictivo que el de infidelidad.

III. Infidelidad y género: La infidelidad en la mujer.

Desde los tiempos remotos se cree que las mujeres son más fieles que los varones, si bien con el transcurso de la sociedad esto está cambiando progresivamente aunque se nota que los porcentajes se tienden a emparejar, todavía los niveles de engaños e infidelidades son menores en las mujeres. Como respuesta de este fenómeno, desde la antropología podemos decir que la mujer o la hembra en las comunidades primitivas tiende a quedarse cuidando de su familia, la tarea frecuente de las mujeres en la mayoría de las tribus primitivas está relacionada con el cuidado de la descendencia, incluso hoy día el cuidado de los hijos pequeños está más asociado con una labor femenina.

La mujer no tenía tiempo de ocuparse en tener relaciones por fuera de la pareja, ya que debía estar concentrada en las tareas domésticas y el cuidado de sus hijos, mientras el hombre primitivo era el que habitualmente salía a cazar y posteriormente el varón moderno era quien salía y debía traer el sustento mediante el trabajo, la mujer era la que habitualmente se quedaba en la casa ocupándose de las labores hogareñas y los hijos. Con la llegada de la modernidad se ha ido modificando, pero todavía hoy esta división de tareas tiene gran influencia y puede generar ciertas dificultades.

Las mujeres socialmente han avanzado mucho en cuanto al reconocimiento de sus derechos, pero aún hoy existe una discriminación que en algunos casos es marcada, es decir, la presión social hace que las mujeres no se permitan vivir la sexualidad tan libremente como el hombre. Las mujeres habitualmente desde los valores sociales tradicionales, sólo pueden disfrutar de su sexualidad dentro de una relación de pareja monógama, por lo que las infidelidades son mal vistas.En general las mujeres no suelen tener aventuras fugaces, pero en el caso de que esto ocurra tienden a ocultarlo porque tienen temor de ser señaladas o juzgadas por sus conductas, con mucho más rigor que los varones. Generalmente cuando en la pareja ha habido engaños, si la mujer se ha enamorado de otro hombre es probable que quiera terminar con su marido, en cambio los varones incluso enamorados tienden a perpetuar ambas relaciones y son más reacios a terminar con su matrimonio. Parece ser que la mujer tiene mayores dificultades de compartir su amor con dos personas, en cambio a los varones esto les resulta algo más fácil.

A las mujeres en general les afecta más que sus maridos se enamoren de otra, en cambio los varones se sienten más traicionados si su pareja tiene sexo con otro. Sin embargo, para las mujeres una aventura aparece como la secuela de una larga relación de pareja insatisfactoria, no suele ser común que una mujer sostenga un amante por el sólo hecho de obtener buen sexo de él, cabe mencionar que a las mujeres que viven en comunidades más tradicionales o aquellas que aún mantienen esquemas de pensamiento conservador tienden a tolerar las infidelidades o los engaños de su pareja, mientras las mismas se mantengan dentro de ciertos límites. Antiguamente la mujer tradicional era muy dependiente del varón, no se preocupaba por su autoestima y en general su opinión no era tan tenida en cuenta, por eso solía aceptar cualquier condición y muchas veces toleraba en silencio incontables infidelidades de su marido.

En la actualidad, las mujeres son más independientes, libres y buscan una relación más igualitaria, ya que sale más de su casa, va a trabajar, a estudiar, tiene proyectos personales y profesionales propios,esto hace también que se le presenten más oportunidades que antes, si bien hay algunas que todavía aceptan ese tipo de condiciones, ya no están tan dispuestas a convivir con los engaños e infidelidades de su marido. En la mayoría de las sociedades occidentales y en particular en las grandes ciudades los porcentajes de varones y mujeres infieles tienden a equipararse, aunque todavía los hombres lleven la delantera, esto se explica por varias razones, la mujer como se menciona ya no tiene un rol pasivo en su vida, además está más dispuesta a buscar otros caminos cuando encuentra dificultades en su pareja.

Las edades en donde la infidelidad se da con mayor frecuencia en las mujeres es un poco más elevada que en el hombre, entre los 35 y 50 años, si bien tanto en varones como en mujeres las fantasías suelen aparecer mucho antes y coinciden en cuanto a los tiempos, los varones parecen tomarse los permisos y pasar a la acción más tempranamente. Respecto del perdón, habitualmente las mujeres con más facilidad vuelven a creer en los varones si estos se arrepienten realmente, en cambio a los varones les cuesta más si ellas los engañaron. En general cuando salió a la luz la infidelidad en una pareja, es más fácil superarla si fue llevada a cabo por el varón que si la protagonista fue la mujer.

IV. Engañadores y engañados: rasgos y características de personalidad

Se señala a través del estudio de “Fidelidad e Infidelidad en las Relaciones de Pareja” del psicólogo argentino, Camacho, sostiene lo siguiente:

“es difícil hablar de características homogéneas, ya que todos podemos potencialmente ser engañados, lo cual hace casi imposible dar estilos o rasgos de personalidad definidos.”Camacho, Javier. 2001. Fidelidad e Infidelidad en las Relaciones de Pareja. Página 68. Cap.7.

Camacho, indica que sólo de las características de aquellas personas que son sistemáticamente engañadas, que soportan o aceptan las infidelidades de su pareja se podría determinar algún cambio de personalidad, ya que, las personas engañadas tienden a tener una autoestima baja, son inseguras, dependientes, tímidas, retraídas, a su vez, les cuesta hacerse valer y respetar.

Usualmente son personas tolerantes y pacientes que priorizan los deseos y necesidades de su pareja por sobre los de ellas de mismas, suelen establecer vínculos fuertes y sólidos, son leales y fieles con sus amigos aunque su red social que generalmente, es reducida. Tienden a ser personas idealistas y románticas, que priorizan la imagen y la forma de su pareja para el exterior a la realidad de su vida afectiva diaria.

En resumen son personas confiadas y a veces en casos graves pueden ser negadoras, prefiriendo no ver ni lo obvio, tienden a justificar a los otros y suelen ser más comprensivas con los demás que con ellas mismas, ya que, valoran mucho las relaciones de pareja y respetan profundamente los vínculos afectivos, de este modo, tienden subestimarse y descalificarse, les cuesta aceptar los elogios y halagos. Los rasgos de dependencia pueden ser muy marcados y en algunas ocasiones las personas que son regularmente engañadas no pueden imaginar la vida fuera de una relación de pareja principalmente por que poseen creencias y valores muy altos respecto de las relaciones de pareja, en general son personas que no tienen o no tuvieron muchas experiencias afectivas es probable que se sientan más feos/as, más tontos/as y menos exitosos/as o simpáticos/as que sus parejas.

En casos graves puede que se sientan responsables por las infidelidades al pensar que ellos son los únicos culpables de que su pareja lo/la engañe, al no dar lo que se espera de ellos. Estas personas suelen tener una autoestima muy baja y se suelen exponer a situaciones de abuso, en general tienden a pensar que se tienen merecido lo que les pasa. Puede que tengan un trastorno de personalidad dependiente y que por temor a encontrarse solos/as acepten cualquier tipo de trato o condición por parte de su pareja

V. Riesgos de la infidelidad: Los riesgos psíquicos.

Entre los riesgos psíquicos o psicológicos el principal es el estrés que puede tener manifestaciones de todo tipo: desde

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