Trabajo Investigativo Sobre Ofensores Sexuales
3 de Mayo de 2015
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Universidad del Este
Programa AHORA
Yauco, Puerto Rico
Tratamiento psicológico para la rehabilitación de los ofensores sexuales
Maranyelis Segarra Torres
Prof. Astrid Ramírez Quiles
CRIM 434
Tabla de contenido
Introducción ------------------------------------------------------------------------------------------- 1
Tipología y características de los ofensores sexuales -------------------------------------- 3
Factores de riesgo ----------------------------------------------------------------------------------- 5
Tratamiento para ofensores sexuales (Programa SOTP Texas) ------------------------ 7
Política de trabajo --------------------------------------------------------------------------- 8
Criterios de selección ----------------------------------------------------------------------- 8
Misión ------------------------------------------------------------------------------------------- 8
Objetivos programáticos ------------------------------------------------------------------- 9
Modelo de tratamiento ---------------------------------------------------------------------- 9
Componentes del programa -------------------------------------------------------------- 11
Descripción del Sistema de Evaluación de la Eficacia del Tratamiento -------- 14
Índices de reincidencia --------------------------------------------------------------------- 14
Conclusión ---------------------------------------------------------------------------------------------- 15
Opinión -------------------------------------------------------------------------------------------------- 16
Bibliografía ---------------------------------------------------------------------------------------------- 17
Introducción
La agresión sexual es uno de los delitos más fuertemente rechazado por la sociedad. El hecho de aprovecharse de víctimas indefensas y transgredir lo mas intimo de la persona, empujándola a una tortura psicológica intensa, hace de la agresión sexual un delito ruin e inaceptable inclusive para la misma población penal.
Uno de los mecanismos que se utilizan para prevenir las agresiones sexuales en Puerto Rico es la Ley 266 del 9 de septiembre de 2004 (enmendada por la ley 243 del 14 de diciembre de 2011). La misma crea el Registro de Personas Convictas por Delitos Sexuales y Abuso Contra Menores, adscrito al Departamento de Justicia y encomienda a la Policía de Puerto Rico a proveer al Sistema de Información de Justicia Criminal los datos necesarios para cumplir con los propósitos de la legislación. El sistema provee para que el Registro esté disponible en Internet y permite a las agencias de orden público conocer e identificar a las personas convictas por delitos de naturaleza sexual y alertar a la ciudadanía. Los ofensores sexuales y abusadores de niños y niñas tienen que registrarse por ley y, dependiendo del delito, pueden estar registrados 10 o 25 años y de por vida 1. Según el Registro de Ofensores Sexuales y Abuso a Menores, en Puerto Rico existen 2,992 personas procesadas e identificadas como agresores: 2,680 hombres y 102 mujeres 2.
Sin embargo, en Puerto Rico no existen muchas alternativas para el tratamiento de los agresores sexuales. Los únicos agresores que reciben algún tratamiento son los convictos por el delito de abuso a menores. En las instituciones, los confinados convictos por pedofilia son integrados al tratamiento grupal especializado del Programa Aprendiendo a Vivir Sin Violencia del Negociado de Rehabilitación y Tratamiento con otros ofensores sexuales.
1,2. Mariana Cobián. "Casi 3,000 en el Registro de Ofensores Sexuales".
Primera Hora, Lunes, 6 de febrero de 2012.
Este programa ayuda al participante en el reconocimiento y modificación de patrones de pensamientos, emociones y conductas que promueven actos violentos y el abuso de drogas y alcohol. El programa incluye módulos, psico-educativos, que a su vez contienen componentes prácticos basados en estrategias cognoscitivas comportamientos mentales, ensayos de conductas y diarios de pensamientos. Se establece la relación entre conductas y consecuencias y la importancia de asumir responsabilidad por los actos delictivos y sus resultados. El Dr. Wilfredo Colón Requejo, jefe del Negociado de Rehabilitación y Tratamiento Secretaría Auxiliar de Programas y Servicios del Departamento de Corrección y Rehabilitación señala que “Los ofensores sexuales que se benefician de tratamiento grupal e individual están en menor riesgo de reincidir que aquellos que no reciben tratamiento. El tratamiento les ayuda a lograr un mejor entendimiento de su conducta y de cómo factores externos e internos influyen en la manera como se sienten, piensan y actúan”3. Sin embargo, el resto de la población de agresores sexuales retorna a la libre comunidad sin que medie un tratamiento efectivo para modificar su conducta delictiva. Como resultado se establece un ciclo de reincidencia por parte de estos delincuentes.
Este trabajo de investigación descriptiva persigue identificar algunas características y perfiles de los agresores sexuales, establecer los factores de riesgo asociados a su conducta e indagar sobre el tratamiento que estos reciben para modificar su conducta. Para lograr esto último, se identificará una entidad o institución que brinde ayuda a los ofensores sexuales y se hará una evaluación del tipo de tratamiento que ofrece a sus pacientes.
3. El Nuevo Día, martes, 27 de enero de 2015
Tipología y características de los ofensores sexuales
Existe la creencia de que ofensor sexual es un sujeto impulsivo y agresivo, que ataca a su víctima sin premeditación. También se piensa que son enfermos mentales o psicópatas. Aunque las anteriores características pueden ser consideradas como parte del perfil, la realidad es que constituyen una minoría. No existe un perfil específico en donde ubicar a todos y los datos aparentan ser contradictorios.
Frecuentemente los delitos sexuales son cometidos por individuos que parecen ser normales, buenos trabajadores, sin antecedentes penales, que aparentan ser personas rectas y morales. Provienen de todas las clases sociales y viven en el campo o la ciudad. Pueden tener cualquier grado académico o profesión, provenir de cualquier raza, religión, género, orientación sexual y estado civil. Viven entre nosotros, parecen agradables y por eso es difícil identificarlos. Pero la mayoría proviene de familias disfuncionales, en donde hubo un padre o madre ausente o distante, con problemas de alcohol y/o sustancias controladas. Criado en un ambiente caracterizado por la falta de afecto, inseguridad e incluso víctimas de maltrato, incluyendo abuso sexual. Los padres biológicos han sido los principales responsables de las agresiones sexuales, seguidos por familiares cercanos, luego por conocidos y por último, desconocidos Pueden presentar baja escolaridad o bajo nivel intelectual. Confunden el afecto con el sexo. Suelen ser inestables en sus relaciones de pareja. Evidencian deterioro de sus valores morales y, al igual que sus padres, tienen problemas con el abuso de drogas y/o alcohol. Su autoestima, mayoría de los casos, es baja, se sienten inferiores por eso buscan el poder y el control por medio del sexo. Aun cuando hayan sido convictos niegan sus actos ilegales o el haber sido victimizados alguna vez en su vida 1.
1. (Psic. Tanya Solorzano Flores. 2008. El delincuente sexual)
Generalmente, la mayoría de los delincuentes sexuales comienzan a actuar muy pronto. La mayoritaria orientación heterosexual de la población hace que elijan víctimas del otro sexo. Por lo regular son hombres de edades que fluctúan entre los 18 y 35 años. Los agresores sexuales suelen ser reincidentes, aunque no en mayor proporción que en otro tipo de delitos, según otras estadísticas. Actúan más en las ciudades que en las zonas rurales.
Se pueden clasificar a los agresores sexuales en 4 tipos principales: Los agresores sociales, patológicos, subculturales o asociales y psicópatas.
Los agresores sociales se denominan de esta forma porque la causa de su agresión se encuentra más en el entorno que le rodea que en él mismo, ya que estos agresores por lo regular no padecen de trastornos de personalidad ni alteración alguna que tenga relación con una predisposición agresiva. Los agresores sociales poseen una serie de creencias distorsionadas sobre la mujer y la sexualidad, principalmente del dominio que el hombre debe tener sobre la mujer. Las drogas y/o el alcohol, desinhiben su conducta y favorecen el delito no planeado sino más bien oportunista debido a la unión de varios factores de una situación concreta. Su justificación y factor precipitador del delito es un análisis distorsionado de la información o estímulos presentes, en otras palabras, suelen creer que han percibido de su víctima una serie de signos o "provocaciones”, y por tanto, víctima conocida o desconocida, no hay distinción ninguna para este error de análisis.
Por otro lado están los agresores patológicos. Sus delitos se caracterizan por una conducta explosiva y no premeditada, de la que después sienten culpa y vergüenza. Carecen de intención de hacer daño y su agresión suele responder a un mecanismo para compensar
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