ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Trabajo Investigativo Sobre Ofensores Sexuales


Enviado por   •  3 de Mayo de 2015  •  4.973 Palabras (20 Páginas)  •  816 Visitas

Página 1 de 20

Universidad del Este

Programa AHORA

Yauco, Puerto Rico

Tratamiento psicológico para la rehabilitación de los ofensores sexuales

Maranyelis Segarra Torres

Prof. Astrid Ramírez Quiles

CRIM 434

Tabla de contenido

Introducción ------------------------------------------------------------------------------------------- 1

Tipología y características de los ofensores sexuales -------------------------------------- 3

Factores de riesgo ----------------------------------------------------------------------------------- 5

Tratamiento para ofensores sexuales (Programa SOTP Texas) ------------------------ 7

Política de trabajo --------------------------------------------------------------------------- 8

Criterios de selección ----------------------------------------------------------------------- 8

Misión ------------------------------------------------------------------------------------------- 8

Objetivos programáticos ------------------------------------------------------------------- 9

Modelo de tratamiento ---------------------------------------------------------------------- 9

Componentes del programa -------------------------------------------------------------- 11

Descripción del Sistema de Evaluación de la Eficacia del Tratamiento -------- 14

Índices de reincidencia --------------------------------------------------------------------- 14

Conclusión ---------------------------------------------------------------------------------------------- 15

Opinión -------------------------------------------------------------------------------------------------- 16

Bibliografía ---------------------------------------------------------------------------------------------- 17

Introducción

La agresión sexual es uno de los delitos más fuertemente rechazado por la sociedad. El hecho de aprovecharse de víctimas indefensas y transgredir lo mas intimo de la persona, empujándola a una tortura psicológica intensa, hace de la agresión sexual un delito ruin e inaceptable inclusive para la misma población penal.

Uno de los mecanismos que se utilizan para prevenir las agresiones sexuales en Puerto Rico es la Ley 266 del 9 de septiembre de 2004 (enmendada por la ley 243 del 14 de diciembre de 2011). La misma crea el Registro de Personas Convictas por Delitos Sexuales y Abuso Contra Menores, adscrito al Departamento de Justicia y encomienda a la Policía de Puerto Rico a proveer al Sistema de Información de Justicia Criminal los datos necesarios para cumplir con los propósitos de la legislación. El sistema provee para que el Registro esté disponible en Internet y permite a las agencias de orden público conocer e identificar a las personas convictas por delitos de naturaleza sexual y alertar a la ciudadanía. Los ofensores sexuales y abusadores de niños y niñas tienen que registrarse por ley y, dependiendo del delito, pueden estar registrados 10 o 25 años y de por vida 1. Según el Registro de Ofensores Sexuales y Abuso a Menores, en Puerto Rico existen 2,992 personas procesadas e identificadas como agresores: 2,680 hombres y 102 mujeres 2.

Sin embargo, en Puerto Rico no existen muchas alternativas para el tratamiento de los agresores sexuales. Los únicos agresores que reciben algún tratamiento son los convictos por el delito de abuso a menores. En las instituciones, los confinados convictos por pedofilia son integrados al tratamiento grupal especializado del Programa Aprendiendo a Vivir Sin Violencia del Negociado de Rehabilitación y Tratamiento con otros ofensores sexuales.

1,2. Mariana Cobián. "Casi 3,000 en el Registro de Ofensores Sexuales".

Primera Hora, Lunes, 6 de febrero de 2012.

Este programa ayuda al participante en el reconocimiento y modificación de patrones de pensamientos, emociones y conductas que promueven actos violentos y el abuso de drogas y alcohol. El programa incluye módulos, psico-educativos, que a su vez contienen componentes prácticos basados en estrategias cognoscitivas comportamientos mentales, ensayos de conductas y diarios de pensamientos. Se establece la relación entre conductas y consecuencias y la importancia de asumir responsabilidad por los actos delictivos y sus resultados. El Dr. Wilfredo Colón Requejo, jefe del Negociado de Rehabilitación y Tratamiento Secretaría Auxiliar de Programas y Servicios del Departamento de Corrección y Rehabilitación señala que “Los ofensores sexuales que se benefician de tratamiento grupal e individual están en menor riesgo de reincidir que aquellos que no reciben tratamiento. El tratamiento les ayuda a lograr un mejor entendimiento de su conducta y de cómo factores externos e internos influyen en la manera como se sienten, piensan y actúan”3. Sin embargo, el resto de la población de agresores sexuales retorna a la libre comunidad sin que medie un tratamiento efectivo para modificar su conducta delictiva. Como resultado se establece un ciclo de reincidencia por parte de estos delincuentes.

Este trabajo de investigación descriptiva persigue identificar algunas características y perfiles de los agresores sexuales, establecer los factores de riesgo asociados a su conducta e indagar sobre el tratamiento que estos reciben para modificar su conducta. Para lograr esto último, se identificará una entidad o institución que brinde ayuda a los ofensores sexuales y se hará una evaluación del tipo de tratamiento que ofrece a sus pacientes.

3. El Nuevo Día, martes, 27 de enero de 2015

Tipología y características de los ofensores sexuales

Existe la creencia de que ofensor sexual es un sujeto impulsivo y agresivo, que ataca a su víctima sin premeditación. También se piensa que son enfermos mentales o psicópatas. Aunque las anteriores características pueden ser consideradas como parte del perfil, la realidad es que constituyen una minoría. No existe un perfil específico en donde ubicar a todos y los datos aparentan ser contradictorios.

Frecuentemente los delitos sexuales son cometidos por individuos que parecen ser normales, buenos trabajadores, sin antecedentes penales, que aparentan ser personas rectas y morales. Provienen de todas las clases sociales y viven en el campo o la ciudad. Pueden tener cualquier grado académico o profesión, provenir de cualquier raza, religión, género, orientación sexual y estado civil. Viven entre nosotros, parecen agradables y por eso es difícil identificarlos. Pero la mayoría proviene de familias disfuncionales, en donde hubo un padre o madre ausente o distante, con problemas de alcohol y/o sustancias controladas. Criado en un ambiente caracterizado por la falta de afecto, inseguridad e incluso víctimas de maltrato, incluyendo abuso sexual. Los padres biológicos han sido los principales responsables de las agresiones sexuales, seguidos por familiares cercanos, luego por conocidos y por último, desconocidos Pueden presentar baja escolaridad o bajo nivel intelectual. Confunden el afecto con el sexo. Suelen ser inestables en sus relaciones de pareja. Evidencian deterioro de sus valores morales y, al igual que sus padres, tienen problemas con el abuso de drogas y/o alcohol. Su autoestima, mayoría de los casos, es baja, se sienten inferiores por eso buscan el poder y el control por medio del sexo. Aun cuando hayan sido convictos niegan sus actos ilegales o el haber sido victimizados alguna vez en su vida 1.

1. (Psic. Tanya Solorzano Flores. 2008. El delincuente sexual)

Generalmente, la mayoría de los delincuentes sexuales comienzan a actuar muy pronto. La mayoritaria orientación heterosexual de la población hace que elijan víctimas del otro sexo. Por lo regular son hombres de edades que fluctúan entre los 18 y 35 años. Los agresores sexuales suelen ser reincidentes, aunque no en mayor proporción que en otro tipo de delitos, según otras estadísticas. Actúan más en las ciudades que en las zonas rurales.

Se pueden clasificar a los agresores sexuales en 4 tipos principales: Los agresores sociales, patológicos, subculturales o asociales y psicópatas.

Los agresores sociales se denominan de esta forma porque la causa de su agresión se encuentra más en el entorno que le rodea que en él mismo, ya que estos agresores por lo regular no padecen de trastornos de personalidad ni alteración alguna que tenga relación con una predisposición agresiva. Los agresores sociales poseen una serie de creencias distorsionadas sobre la mujer y la sexualidad, principalmente del dominio que el hombre debe tener sobre la mujer. Las drogas y/o el alcohol, desinhiben su conducta y favorecen el delito no planeado sino más bien oportunista debido a la unión de varios factores de una situación concreta. Su justificación y factor precipitador del delito es un análisis distorsionado de la información o estímulos presentes, en otras palabras, suelen creer que han percibido de su víctima una serie de signos o "provocaciones”, y por tanto, víctima conocida o desconocida, no hay distinción ninguna para este error de análisis.

Por otro lado están los agresores patológicos. Sus delitos se caracterizan por una conducta explosiva y no premeditada, de la que después sienten culpa y vergüenza. Carecen de intención de hacer daño y su agresión suele responder a un mecanismo para compensar las dificultades para establecer relaciones interpersonales y sexuales satisfactorias, precipitado por situaciones de gran estrés y hostilidad que son desplazadas hacia la víctima, ya sea conocida o desconocida, pues su acto es puramente compulsivo.

Los agresores subculturales o asociales, los cuales provienen de ambientes marginales y están marcados por un estilo de relación violenta con los demás, es el delincuente común y que agrede sexualmente normalmente durante la ejecución de otro delito (por ejemplo un robo).

Por último, existe el tipo de agresor psicópata. Muy habitualmente, delincuente y de conducta claramente antisocial, lo que le predispone a tras el asesinato, entrar en una “adicción a la violencia” que puede convertirlo en un asesino en serie. Este agresor no discrimina entre conocidos y desconocidos, adultos o niños, sólo muestra preferencia por el sexo femenino. Sus crímenes están muy planificados y su motivación principal es el afán de dominio/poder más que sexual, aunque consecuencia de esa dominación de su víctima obtiene una satisfacción sexual y que en sus muy frecuentes relaciones sexuales consentidas no consigue. Es un agresor muy reincidente, peligroso y muy frecuentemente, un sádico.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo son variables que pueden afectar negativamente el desarrollo de las personas. Existen una serie de factores que influyen en la conducta criminal y pueden ser de ayuda para poder comprender la personalidad del agresor. Estos son biológicos, socioculturales, ambientales y psicológicos.

Los factores biológicos envuelven la influencia de la genética o de neurotransmisores u hormonas relacionados con la conducta sexual y el comportamiento agresivo. Predisponen a una persona hacia la conducta violenta. Ya la Criminología acepta que puede haber unos factores fisiológicos que afectan la conducta, como el impulso irresistible que sienten algunos por cometer delitos, el cromosoma XXY, el fallo de los mecanismos de inhibición o el pobre control de la ira.

Los factores socioculturales se caracterizan por el proceso de socialización en donde se aprenden las normas de la sociedad, la familia, los amigos, la cultura y las tradiciones. También se aprende el machismo típico de sociedades que promueven la violencia, en donde permean las actitudes negativas contra la mujer. Los ofensores argumentan que la victima provocó la agresión. Lo cierto es que el agresor busca victimas vulnerables. No importa la edad, como estaba vestida y maquillada la víctima o sus movimientos al caminar y al bailar, o la manera en que se expresan. El agresor solo busca poder y control como respuestas a sus experiencias pasadas.

Por otro lado existen los factores ambientales. Estos influyen en la realización de cierto tipo de conductas antisociales o delitos. Las personas responden a las variables del ambiente; por ejemplo, habrá personas a las que el calor les moleste o les agrade, lo mismo con el frío, y esas variables condicionarán su comportamiento. Las fuerzas externas estimulan a los individuos a actuar de cierta manera, ya sea realizando una conducta o evitándola. La mayoría de los agresores se han desarrollado en ambientes poco saludables, donde ha habido maltrato, falta de afecto y hogares disfuncionales.

Finalmente tenemos los factores psicológicos en donde se evidencian los efectos de los pobres modelos de conducta, la disciplina severa e inconsistente, la agresividad y el abuso por parte de los padres o de las personas que tienen su custodia. Debido a lo anterior no pueden controlar su agresividad y se convierten en personas hostiles e impulsivas, que tratan de compensar sus carencias afectivas mediante la obtención del poder y el control 1.

1. (Psic. Tanya Solorzano Flores. 2009. El delincuente sexual)

Tratamiento para ofensores sexuales (Programa SOTP Texas)

La terapia cognitivo-conductual es una metodología que se emplea en varios países para el tratamiento de ofensores sexuales. Esta terapia se basa en la idea de que tanto las emociones como las conductas tienen su origen en el pensamiento, el cual dependiendo si es racional o irracional, determina en gran medida el bienestar o malestar del individuo. Desde la perspectiva cognitivo-conductual se considera que, si se modifican los pensamientos del sujeto, cambiara su manera de sentir, y por consiguiente de comportarse.

La terapia cognitivo conductual propone una explicación biológica, psicológica y social de la conducta y emociones humanas, partiendo de la premisa de que son el resultado de lo que las personas piensan o creen. En otras palabras la teoría establece que no son las situaciones las que determina como nos sentimos y actuamos, sino lo que pensamos acerca de ellas.

La intervención desde la perspectiva cognitivo conductual pretende transformar el pensamiento irracional a racional basándose en que los problemas emocionales, se presentan porque el individuo interpreta la realidad a partir de hechos irreales. Conocer la base de los problemas emocionales conlleva a una mejor interpretación de los síntomas y por consiguiente a su intervención eficaz.

El proceso terapéutico es eficaz cuando se logra identificar la causa del problema y no desviarse en problemas prácticos. Esto es muy importante, ya que estos no se resuelven en terapia, por eso es muy importante aplicar la metodología adecuadamente para que sea viable.

La terapia cognitivo conductual es una fusión de las terapias conductista y las terapias cognitivas. Al igual que las terapias conductistas considera que la conducta es aprendida, solo que éstas son mediadas por factores cognitivos. O sea que no es una simple asociación estimulo-respuesta (el individuo no reacciona mecánicamente) sino que previo a la emisión de la respuesta, existe un pensamiento que se presenta como producto.

Esta investigación se centra en el programa de rehabilitación para agresores sexuales que utiliza el Departamento de Justicia Criminal de Texas. El Programa de Tratamiento de Ofensores Sexuales (SOTP por su siglas en ingles) atiende los casos de convictos de agresión sexual que son recluidos en las instituciones carcelarias.

Política de trabajo

La política de SOTP consiste en brindar a los ofensores sexuales encarcelados que cumplan los requisitos para participar en el programa, un tratamiento específico y elocuente, administrado por la División de Instituciones Correccionales del Departamento de Justicia Criminal de Texas.

Criterios de selección

El programa SOTP se ofrece de forma gratuita a todos los ofensores sexuales que cumplen sentencias en alguna de las instituciones penitenciarias administradas por la División de Instituciones Correccionales del Departamento de Justicia Criminal de Texas. Es un programa voluntario pero se motiva a la población mediante la utilización de refuerzos positivos como privilegios dentro del sistema carcelario. El candidato debe cumplir con los siguientes criterios para ser considerado:

• El ofensor debe haber sido convicto por una ofensa de índole sexual por el presente periodo de encarcelación

• El ofensor debe ser elegible para ser excarcelado en algún momento en el futuro

• El ofensor debe reconocer que ha cometido un delito de agresión sexual y tener la creencia de que el tratamiento reducirá su riesgo de incidencia.

• El ofensor debe ir voluntariamente a todas las terapias y seguir las reglas del programa.

Misión

La misión del programa SOTP es promover la seguridad pública brindando a los ofensores sexuales evaluación y tratamiento a fin de reintegrarlos a la sociedad.

Objetivos programáticos

Los objetivos del Programa SOTP son:

• Reducir el potencial de que ocurra un comportamiento desviado ulterior

• Ofrecer un programa de tratamiento amplio que trate la motivación, la educación psicosocial, la evaluación psicológica y la capacitación para el tratamiento y la prevención de reincidencia de ofensores sexuales para todos los integrantes de esta población a cargo del TDCJ

• Proporcionar un plan de tratamiento altamente estructurado, pero de enfoque individual, para cada participante del programa, considerando las necesidades individuales que se hayan identificado para cada ofensor

• Identificar y designar como objetivo de cambio los patrones cognitivos y conductuales que hayan resultado en delitos sexuales

• Alentar a cada participante a aceptar su responsabilidad por todos sus delitos desviados y demostrar empatía por las víctimas del delito

• Observar y registrar atentamente el progreso de cada individuo a través de las diversas fases del programa

• Proporcionar un espectro de cuidado continuo que incluya todas las fases del SOTP y que se extienda en la comunidad una vez que el recluso sea liberado.

Modelo de Tratamiento:

Todos los componentes del programa y las estrategias terapéuticas se basan en un modelo cognitivo-conductual para interpretar y modificar el comportamiento humano. Todos los miembros del personal clínico que trabajan directamente con participantes del programa cuentan con una capacitación completa de los métodos actuales de rehabilitación de ofensores sexuales. Todas las intervenciones se basan en el objetivo primordial de reducir el riesgo del ofensor para reincidir. A fin de promover dicho objetivo, se desarrolla un plan de tratamiento individual una vez que se ha realizado una evaluación completa de las necesidades de rehabilitación del ofensor y de los riesgos de reincidir sexualmente. El progreso de cada participante del programa es observado continuamente por el equipo terapéutico y luego, si es necesario, es actualizado para garantizar un máximo beneficio de su nivel de participación en el programa. La estructura del programa de tratamiento de ofensores sexuales se basa en los siguientes supuestos:

• Por el momento, no existe ninguna "cura" conocida para la desviación sexual.

• El ofensor sexual continúa siendo vulnerable indefinidamente a sus preferencias sexuales desviadas.

• En algunos casos, el ofensor puede adquirir las técnicas y herramientas necesarias para controlar tal comportamiento, siempre que esté altamente motivado y participe en un programa de tratamiento intensivo y especializado.

• Sin una participación en un tratamiento especializado durante la reclusión y sin programas de seguimiento con base en la comunidad, es posible que la experiencia de prisión sólo agrave la patología del ofensor.

• El desarrollo de la desviación sexual es complejo y sólo puede ser comprendido dentro del contexto de los años de desarrollo de cada ofensor. Tanto los factores ambientales, socioculturales, experienciales e interpersonales como biológicos tienen incidencia sobre el desarrollo psicosexual de un individuo.

• Las circunstancias particulares del ofensor sexual han resultado en el desarrollo de un patrón de pensamiento defectuoso, desviado y delictivo que distorsiona su percepción y sus sentimientos, y que ha conducido a ese comportamiento desviado y destructivo.

• El tratamiento efectivo depende de una evaluación y un conocimiento completos de los antecedentes delictivos de un individuo, a fin de desarrollar estrategias de tratamiento específicas para las necesidades de cada ofensor.

• Un tratamiento efectivo tendrá una duración suficiente para permitir el dominio de los cambios conductuales y cognitivos apropiados.

• Para mejorar la probabilidad de que los cambios apropiados sigan vigentes más allá de la experiencia de reclusión, el individuo debe recibir capacitación en la prevención de reincidencias antes de ser liberado de la prisión.

• Luego de su liberación, el individuo debe continuar con capacitación y tratamiento para prevenir reincidencias durante un plazo indeterminado.

Componentes del Programa:

El SOTP Se compone de tres fases de tratamiento que utilizan un modelo cognitivo-conductual. El objetivo principal del programa es reducir la tasa de reincidencias y conducir al participante hacia un estilo de vida más social. cada fase se subdivide en módulos y éstos a su vez en actividades especificas. Cada actividad tiene una duración promedio de 5 a 8 horas contacto dependiendo de la evaluación psicológica inicial que se le hace al agresor. A continuación se describen las tres fases y sus componentes:

Fase I: Evaluación y Orientación del Tratamiento (De 3 a 6 meses) - Esta fase del tratamiento consiste en una capacitación didáctica dirigida hacia la admisión de culpa del ofensor, su aceptación de la responsabilidad, comprensión del delito sexual, identificación de pensamientos desviados y adquisición de capacidades de superación apropiadas. Además, cada participante se someterá a una evaluación psicológica a partir de la cual se desarrollará un plan de tratamiento individual. Esta fase se divide en los siguientes módulos:

• Módulo I - Mejoramiento de autoestima

o Actividad 1 - Auto evaluación

o Actividad 2 - Refuerzo de elementos positivos para aumentar autoestima

o Actividad 3 - Terapia de reflexión sobre conductas no deseadas.

o Actividad 4 - Adaptación a cambios

o Actividad 5 - Reflexión y estrategias para reforzar conductas deseadas

• Módulo II - Conocimiento sobre la sexualidad

o Actividad 1 - Repaso de conceptos sobre la sexualidad

o Actividad 2 - Información sobre el comportamiento sexual aceptado por la sociedad

o Actividad 3 - Embarazo y reproducción humana.

o Actividad 4 - Evaluación sobre prácticas seguras de sexo.

o Actividad 5 - Problemas en las relaciones sexuales. (infidelidad, disfunción eréctil, etc.)

o Actividad 6 - Estrategias para la comunicación efectiva con la pareja

• Módulo III - Distorsión de la realidad y justificación de la agresión.

o Actividad 1 - Aceptación de la culpa

o Actividad 2 - Proceso de negación de culpa

o Actividad 3 - Análisis de excusas para justificar la agresión

o Actividad 4 - El pensamiento deformado y el empleo de conceptos sociales en la evaluación cognitiva que hace el agresor.

o Actividad 5 - Auto registro de distorsiones cognitivas y emociones asociadas a conductas problemáticas.

o Actividad 6 - Distorsión de pensamiento por razón de género.

Fase II: Tratamiento Intensivo (incluye el tratamiento adicional de la comunidad terapéutica) (De 9 a 12 meses) - Esta fase intensiva y altamente estructurada se concentra en una reestructuración total de los comportamientos desviados y los patrones de pensamiento, que conducirá a un estilo de vida más social y reducirá los riesgos de reincidencia. El entorno de la comunidad terapéutica proporciona los modificadores de comportamiento necesarios en forma de sanciones y privilegios, lo que brinda a los ofensores una retroalimentación inmediata acerca de su comportamiento y el progreso de su tratamiento. Esta fase se divide en los siguientes módulos:

• Módulo I - Aumento de habilidades para relaciones afectivas y sexuales

o Actividad 1 - Auto valoración como pareja

o Actividad 2 - Mitos y realidades sobre la relación de pareja

o Actividad 3 - Métodos para escuchar efectivamente.

o Actividad 4 - Estrategias para una relación exitosa

o Actividad 5 - El consentimiento como pareja

• Módulo II - Auto control emocional para evitar conflictos

o Actividad 1 - Consecuencias negativas de la ira.

o Actividad 2 - Análisis y control de la ira: la frustración sexual

o Actividad 3 - Estrategias para mejorar la asertividad.

o Actividad 4 - Estrategias para autocontrol ante situaciones

o Actividad 5 - Estrategias para afrontar situaciones de ira

• Módulo III - Solidaridad y empatía hacia las victimas

o Actividad 1 - Auto evaluación como víctima potencial

o Actividad 2 - Evaluación psicológica de víctimas de abuso sexual

o Actividad 3 - Terapia de grupo: El papel de la víctima..

o Actividad 4 - Consecuencias para la víctima y su entorno y para el agresor y su entorno

Fase III: Transición y Preparación para la Liberación (De 3 a 6 meses) - Los participantes ingresan a la fase III después de haber completado con éxito la fase II, pero continúan siendo parte de la comunidad terapéutica. Los participantes siguen trabajando para mantener cambios conductuales positivos y aplicar las aptitudes que han adquirido. Asimismo, se trata el reintegro a una familia o a un sistema de apoyo externo, así como el aprendizaje de las responsabilidades posteriores a la liberación que competen a la libertad condicional, los proveedores de tratamiento del mundo exterior y las leyes de registro. Esta fase se compone del siguiente módulo:

• Módulo I - Prevención a recaídas de conducta delictiva

o Actividad 1 - Refuerzo de pensamientos adecuados para evitar reincidencia

o Actividad 2 - Evaluación individualizada de los factores de riegos del agresor

o Actividad 3 - Estrategias para superar los factores de riesgos.

o Actividad 4 - Beneficios de la conducta deseada

o Actividad 5 - Evaluación e introspección de decisiones pasadas y como éstas han influenciado en la actualidad

Descripción del Sistema de Evaluación de la Eficacia del Tratamiento

Para evaluar la eficiencia del programa de tratamiento SOTP se hizo un estudio estadístico de la población de ofensores sexuales que completan al programa y retornan a la cárcel por delitos de agresión sexual en un periodo de tres años. Como grupo de control se utilizo data estadística de reincidencia dentro del mismo periodo de tres años de la población penal de hace 10 años la cual no participó en el programa de tratamiento SOTP. Ambos índices de reincidencia fueron comparados para determinar la eficiencia del programa.

Índices de reincidencia

A partir del 31 de diciembre de 2013, 3,325 delincuentes habían completado SOTP desde su creación en 1988. De esos delincuentes que completaron el programa, 2,911 no han reincidido y devuelto a la cárcel. En otras palabras, esto es una tasa de reincidencia de 12.4 por ciento. El índice de reincidencia 12.4 por ciento para los agresores que complementan el programa SOTP es sustancialmente menor (sobre 50% de reducción), especialmente en comparación con otros delincuentes en Texas que, históricamente, regresar a prisión en tasas de entre 28 y 29 por ciento en sus tres primeros años de la liberación de la cárcel.

Conclusión

Según se puede constatar en esta investigación, la mayoría de las agresiones sexuales son cometidas por varones, hombres jóvenes y adolescentes. Los agresores pertenecen a todas las clases sociales y aunque poseen características socio económicas diversas la gran mayoría de los agresores provienen de hogares disfuncionales, en donde fueron maltratados y hasta abusados sexualmente. La familia, base de toda la sociedad, influye significativamente en el desarrollo de la personalidad y en la conducta. Cuando esta falla en cumplir su misión de alguna manera se afecta negativamente a la sociedad. En lugar de formar buenos ciudadanos, está produciendo criminales.

Por lo general, las agresiones no son motivadas por el deseo sexual, sino que los agresores buscan obtener poder, control, así como la humillación de los perjudicados. Mediante sus actos tratan de compensar sus carencias afectivas. Desatan una ira desenfrenada, tal vez odio por todos los traumas sufridos durante su niñez o adolescencia, o por las frustraciones en su vida como adultos.

No son enfermos mentales pero si presentan trastornos mentales o emocionales severos. La mayoría no recibe ayuda profesional hasta que son convictos y se les refiere a un programa de rehabilitación voluntaria. Son excelentes actores: aparentan ser buenos esposos, padres, vecinos y empleados. Pero detrás de esa imagen esconde una persona insegura, inestable emocionalmente, con una autoestima baja, que no pueden controlar su agresividad y se convierten en personas hostiles e impulsivas. También presentan deterioro de sus valores morales. Sus mecanismos de inhibiciones fallan. Justifican sus acciones alegando que la victima los provoco o negando ser agresores sexuales, aunque sean encontrados culpables por un tribunal. Tampoco aceptan haber sido abusados en su niñez o adolescencia.

En términos generales los agresores sexuales cometen todo tipo de perversiones contra los niños y niñas, mujeres y personas vulnerables e indefensas violando su dignidad y su integridad corporal. Algunas víctimas, con ayuda profesional, pueden reponerse. Otros, que lamentablemente no tuvieron ayuda inmediata, quedan afectados para el resto de sus vidas.

Uno de los métodos más efectivos es el de la terapia cognitivo-conductual. Esta terapia se basa en la idea de que tanto las emociones como las conductas tienen su origen en el pensamiento, el cual dependiendo si es racional o irracional, determina en gran medida el bienestar o malestar del individuo. Desde la perspectiva cognitivo-conductual se considera que, si se modifican los pensamientos del sujeto, cambiara su manera de sentir, y por consiguiente de comportarse. Este tipo de terapia es aplicada con éxito en los programas de rehabilitación de muchos países (por ejemplo el programa SOTP de Texas) como lo demuestran los bajos índices de reincidencia de los ex convictos que completan estos programas como parte de su proceso de rehabilitación en comparación con aquellos que no lo utilizan.

Opinión

La agresión sexual es, por mucho, uno de las desviaciones sociales más rechazadas por la sociedad. A pesar del grave problema social que presenta este tipo de desviación, el gobierno tiene la responsabilidad de proveer los medios para ayudar a la rehabilitación de este tipo de delincuente. Dado que los programas de tratamiento que emplean la terapia cognitiva-conductual han probado ser sumamente eficaces en la modificación de la conducta de los agresores. Dado estos hechos, debe ampliarse la utilización de este tipo de programa en todos los sistemas correccionales (incluyendo a Puerto Rico). Esta estrategia gubernamental seguramente redundará en beneficio para este sector de la población que, a pesar de la gravedad del delito que comete, no deja de ser parte de la sociedad.

Bibliografía

Hall, G.C.N.; Shondrick, D.; Hirschman, R. (1993). Conceptually derived treatments for sexual aggressors. Professional Psychology Research and Practice. Vol. 24 (1), 62-69.

Navarro, J.C. (2004). El tratamiento de los agresores sexuales en prisión. I Congreso de Psicología Jurídica y Forense en Red, 3-14 de mayo de 2004.

Margarita Ortiz-Tallo: "Perfil Psicológico De Delincuentes Sexuales. Un estudio clínico" Revista Programa SOTP de Psiquiatría, Facultad de Medicina de Barcelona,(mayo 2002), págs.144 -153

Programa SOTP: Departamento de Justicia Criminal de Texas |División de programas de rehabilitación

Editorial: En Puerto Rico no existe ningún tipo de tratamiento para ofensores sexuales: Portada | El Nuevo Día martes, 27 de enero de 2015 - 12:00 AM

Mariana Cobián. "Casi 3,000 en el Registro de Ofensores Sexuales".

Primera Hora, Lunes, 6 de febrero de 2012.

Antonio del Pino Pérez: Tratamientos Psicológicos: Una perspectiva Conductual

Published by: William Montgomery Urday on Oct 08, 2011

Psic. Tanya Solorzano Flores. El delincuente sexual. Revista de Educación Social número 15 (julio/2012) Págs. 17-23

...

Descargar como  txt (32.3 Kb)  
Leer 19 páginas más »
txt