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Trabajo practico Nº2 Universidad: Nacional de Rosario, Facultad de Psicología


Enviado por   •  18 de Octubre de 2015  •  Apuntes  •  3.060 Palabras (13 Páginas)  •  235 Visitas

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Trabajo practico Nº2

Universidad: Nacional de Rosario, Facultad de Psicología

Cátedra: Historia de la Psicología

Profesora: Ana Rebecchini

Alumna: Karen Strauch

Ciclo lectivo: 2015

Consigna del trabajo practico: Explicar las nociones de sujeto, cuerpo, representación, percepción, interno/externo, intrapsiquico-intresubjetivo, determinación,  razón/imaginación en los textos trabajados de Hume, Condillac y  Sigmund Freud.

David Hume

David Hume no es el primer pensador empirista, pero sí el primero en defender un empirismo radical, es decir, una actitud de reconocimiento no sólo de los límites de la razón, sino también de los límites de la misma experiencia
El Empirismo es, como el Racionalismo, una respuesta a los cambios de visión de la realidad y del conocimiento que implicó la Revolución científica del siglo XVI. Actitudes empiristas, a saber, las que otorgan a la experiencia una función clave en el proceso de conocimiento, se han repetido en varias formas a lo largo de la historia; pero en sentido estricto, hace referencia al movimiento filosófico que se desarrolló en Inglaterra en los siglos XVII y XVIII, siendo Hobbes, Locke, Berkeley y Hume sus más conocidos representantes. 

David hume  propone una crítica a dos conceptos centrales del racionalismo como el de causalidad y el de sustancia. Por sustancia entendemos no solamente aquello que no necesita de otra cosa para existir sino además el soporte de las cualidades o accidentes.  Y por causalidad que de la nada, nada sale, lo que equivale a afirmar que todo efecto tiene su causa.

Tomando las nociones a trabajar Hume dice que “las percepciones se dividen en: Las impresiones son las percepciones que entran con mayor fuerza y violencia, incluyendo nuestras sensaciones, pasiones y emociones tal como hacen su primera aparición en el alma. Por ideas, entendemos las imágenes débiles de las impresiones, cuando pensamos y razonamos.

 Así llegamos al criterio de validación de Hume: si una idea no encuentra soporte en una impresión, es inválida. Hume declara invalida la idea de causalidad, está idea de causalidad, más allá de ser invalida posee un peso inmerso en nuestra vida cotidiana, cuál es su origen.”

Hay otra división de nuestras percepciones, que se extiende tanto a las impresiones como a las ideas: la división en SIMPLES Y COMPLEJAS. Las simples son tales que no admiten división ni separación. Las complejas son lo contrario y pueden dividirse en partes.

Las impresiones e ideas son semejantes en todo respecto, con excepción de su grado de fuerza y vivacidad. Las ideas parecen ser reflejos de las impresiones, de modo que toda percepción de la mente es doble, y aparece a la ve como impresión e idea. Cuando cierro los ojos y pienso en mi habitación, las ideas que formo son representaciones exactas de las impresiones que he sentido.

La representación en Hume asume a la idea. Y juega la idea y las impresiones. A partir de una impresión se deriva una idea. Hay un enlace de ideas que se da a partir las de las impresiones.

La percepción: la única percepción que vale es la sensible. Ya que percepción que vale es “pienso soy”; esta visión intelectual nos ofrece una percepción.

Hay una ruptura y continuidad; continuidad en los planteos y ruptura con la metafísica clásica a través de los conceptos de sustancia, identidad del yo y relación necesaria entre causa y efecto.

En el orden de lo interno-externo las impresiones estarían aquí jugando un rol muy importante, ya que nos posibilitan internamente o externamente los datos de la experiencia.

Lo intrapsiquico reproduce lo que el sujeto recibió de afuera, lo extrapsiquico. Esté lugar de afuera es decisivo.

Lo intersubjetivo es el otro y los otros juegan un rol decisivo.

En cuanto a la noción de cuerpo podemos decir que es el lugar a partir del cual se legitima el conocimiento y la subjetividad. El conocimiento es el enlace de ideas, no va más allá de lo percibido. El cuerpo es esencial para hume, sin el no podemos conocer, no tendríamos sentidos para captar las impresiones.

Hume dice que “Cuando una impresión ha estado presente en la mente, aparece de nuevo en ella como idea, de dos maneras: o cuando retiene en alto grado su vivacidad primera, y entonces es un intermedio entre impresión e idea; o cuando pierde esa vivacidad y es por completo una idea. La facultad por la que repetimos nuestras impresiones del primer modo es llamada MEMORIA. La otra, IMAGINACIÓN. La imaginación tiene libertad para trastocar y alterar el orden de las ideas”.

ÉTIENNE BONNOT DE CONDILLAC

Se puede entender por la noción de cuerpo desde Condillac en cuando a alma-cuerpo, el cuerpo posee alma, y está es la que nos permite ver las sensaciones.

Las sensaciones y las operaciones del alma son, por consiguiente, los materiales de todos nuestros conocimientos: materiales que emplea la reflexión buscando, por medio  de  combinaciones,  las  relaciones  que  contienen.

El pecado original ha hecho al alma tan dependiente del cuerpo que muchos filósofos han confundido estas dos sustancias. Ellos han creído que la primera es únicamente lo que en el cuerpo hay de más libre, sutil y capaz de movimiento. Pero esta opinión es  una  consecuencia  del  poco  cuidado  que  han  tenido  en  razonar  con  arreglo  a  ideas exactas. Yo les pregunto qué entienden por un cuerpo. Si quieren contestar de una manera  precisa,  no  dirán  que  es  una  sustancia  única,  sino  que  lo  considerarán  como  una reunión, una colección de sustancias.

Si el pensamiento pertenece al cuerpo será, pues, en tanto que éste es reunión y colección, o  porque  aquel  es  una  propiedad  de  cada  una  de  las  sustancias  que  lo  componen.  Ahora  bien,  estas  palabras  de reunión y colección no  significan  más  que  una relación  externa  entre  varias  cosas,  una  manera  de  existir en  dependencia  mutua.  Por esta  unión  las  consideramos  formando  un  todo  único,  aunque  en  realidad  no  sean  más una, que si estuvieran separadas. Así pues, solamente son vocablos abstractos, que en el exterior  no  suponen  una sustancia  única  sino  una  multitud  de ellas.  El cuerpo  en  tanto que reunión y colección no puede ser, por ende, el sujeto del pensamiento.

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