Transicion De Lo Moral
angelukis311 de Diciembre de 2012
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1. Introducción
Al adolescente se le plantea la independencia como algo que debe conquistar para poder entrar a formar parte del mundo de los adultos y dejar atrás la etapa infantil. Un adulto toma sus propias decisiones, elige su vestuario, decide que quiere comer, cuando ha de dormir y que va a comprar. El adolescente se preocupa por conseguir que estas conductas independientes pasen a formar parte de su propio repertorio, con la esperanza de que le aseguren una posición en el mundo de los mayores.
Dos son las principales fuentes de esta poderosa motivación que le inspira la búsqueda de la independencia: por una parte, las presiones sociales, y por otra parte, la identificación con la independencia que observa en los modelos adultos. Pero sus demandas chocan fuertemente con la arraigada conducta de dependencia propia del estado infantil, convirtiéndose en motivo de permanentes conflictos que hacen que los jóvenes se sientan inseguros y confundidos ante tan anhelada libertad. Así pues, aunque la desean fervientemente, no desean menos conservar la seguridad y la falta de responsabilidad que va ligada a la situación dependiente (pero ciertamente confortable en otros aspectos) del niño.
Tres son las libertades básicas que los adolescentes exigen a sus padres: libertad de salidas y horarios, libertad para adoptar y defender una ideología propia y libertad para elegir y vivir un amor y una profesión.
Estas libertades que los adolescentes anhelan dependen de los limites que los padres establezcan con sus hijos, de las relaciones padre- hijo. Que tendrán consecuencias en el desarrollo de los adolescentes ya sean positivas o negativas de acuerdo al tipo de limites impuestos.
Objetivos generales:
Analizar la importancia de los limites en la adolescencia.
Analizar la influencia de la familia, amigos, y la sociedad en general en el desarrollo del adolescente.
Reconocer la importancia de los valores que se le trasmiten al adolescente para un comportamiento adecuado en la sociedad.
Objetivos específicos:
Conocer el significado de moralidad
Conocer la función de la disciplina en el desarrollo moral
Conocer las causas de la delincuencia juvenil
2. Moralidad, valores y dirección propia
La formación de estos tres componentes tiene las siguientes características:
El adolescente pone a prueba las reglas y los limites.
Aumenta su capacidad para pensar en manera abstracta.
Desarrolla sus ideales y selecciona modelos de comportamiento.
Tiene mas conciencia de sus actos y de los demás.
Se experimenta con el sexo y las drogas como el alcohol, cigarrillos y marihuana.
Los adolescentes varían muy poco con relación a lo anteriormente descrito, pero las emociones y el comportamiento descrito antes son, en general, considerados normales para cada fase de la adolescencia.
Significado de moralidad
Moralidad deriva de la palabra latina moralis; Quiere decir "costumbre, maneras o pautas de conducta que se conforman a las normas del grupo".
En toda edad, se juzga al individuo por el grado en que se aproxima a las normas del grupo; la mayor o menor conformidad hace que se lo tilde de "moral" o "inmoral". Las expectativas del grupo están definidas en sus reglas y leyes; ambas de basan en las costumbres que prevalecen en el grupo.
Si el adolescente se conforma a las reglas y leyes de la sociedad, el medio lo considera una persona moral. Incluso cuando esta en desacuerdo con tales prescripciones, a menudo se adecua a ellas porque se da cuenta que es la actitud más cuerda.
La persona inmoral es aquella que deja de conformarse a las costumbres, reglas y leyes del grupo porque no está de acuerdo con los estándares de este o porque se siente poco obligada a su respecto.
Principios de la transición a la moralidad adulta:
La moralidad se desarrollo y puede ser controlada y dirigida de manera que el individuo adquiera la capacidad de conformarse a las expectativas de su grupo.
Para alcanzar la moralidad adulta se requiere de dos hechos esenciales: primero, el adolescente debe cambiar las actitudes y valores que componen sus conceptos morales de manera que satisfagan las exigencias mas maduras de una sociedad adulta. Y segundo, él mismo, debe asumir el control de su conducta.
Cambios en los conceptos morales:
De sus padres, de los adolescente y de otras personas revestidas de autoridad el niño aprende lo que se considera correcto y lo que se tiene por incorrecto. Los adultos interpretan para él los códigos morales de la comunidad y le aplican castigos cuando los viola. Los principales cimientos de los códigos morales se echan en el hogar, si bien la escuela y la iglesia también contribuyen.
No importa cómo se forman los códigos morales del niño – en el hogar, la escuela, en la iglesia o en los cursos dominicales -, ellos no son adecuados para satisfacer las necesidades mas maduras del adolescente. Deben ser revisados para conformarse a los códigos que guían las vidas de los miembros adultos de la comunidad. Esto es especialmente cierto en lo que respecta a los códigos morales que tienen fundamentos religiosos. Por ejemplo: el niño aprendió que Dios lo observa y le dice que hacer y que no hacer, y que luego lo recompensa si obedece sus directivas y lo castigo si las desobedece, ya no aceptara este concepto cuando comience a dudar de sus creencias religiosas infantiles.
Clases de cambio:
Los conceptos morales de la infancia deben modificarse de muchas maneras para adecuarse a las necesidades del adolescente. Entre otras cosas, se espera que el joven generalice sus primeros conceptos.
La generalización de conceptos morales específicos y su incorporación a un código practicable de uso en cualquier situación es un proceso gradual que continua durante los años de la adolescencia.
Cuando el adolescente evalúa diferentes clases de conducta en función de conceptos morales, es probable que para él algunos tipos sean menos desagradables que otros. Las cosas que eran malas en sus días infantiles ya no lo son tanto. Ahora atribuyen grados de importancia a diferentes acciones; algunas de las cosas, que cuando era niño, aprendió a ver como incorrectas, las ve ahora con mayor tolerancia.
Finalmente, los conceptos morales deben cambiar si han de adecuarse a las necesidades adolescentes en el sentido de que debe haber una mayor preocupación por los motivos que impulsan a una acción. Los niños tienden a considerar un acto como bueno o malo sin tener en cuenta a que razón obedece. Ejemplo: Si creen que mentir es reprobable condenan todas las mentiras y se niegan a reconocer que en ciertas ocasiones podría justificarse no decir la verdad.
Control interno de la conducta:
El adolescente debe asumir el control de su propia conducta de modo tal que la disciplina externa ya no sea necesaria. Este cambio redunda en beneficios del individuo y también beneficia al grupo social. Cuando llegue al estado adulto, el adolescente será considerado responsable de sus actos; Ya no contara con padres y docentes para que le digan que hacer y que no hacer. Habrá de decidir por si mismo y luego actuar de conformidad con su decisión.
3. El difícil control de la pandorga
La crisis es, ante todo un periodo de inseguridad, una encrucijada que pone al sujeto en la necesidad de decidirse para una dirección u otra.
El adolescente vive esta crisis que empieza con una serie de conflictos, con los padres. No soporta mas que se le trate como a un niño, que no se le tenga confianza, que no se le dé dinero y libertad. No soporta, sobre todo, que se le controlen sus amistades, sus lecturas, sus diversiones, su tiempo libre.
Los padres que quieren prolongar su niñez con actitudes educativas hiperprotectoras y paternalistas, se encuentran frente a una resistencia. En realidad, se ponen en contra de una exigencia de espacio libre. El adolescente siente que tiene que tomar él las decisiones sobre su porvenir. La fuerza que le impide esta libertad aumenta su rebeldía que terminará por romper las relaciones de sumisión y dependencia.
Estos adolescentes, a los que no se ayuda a superar un tipo de vida hedonista y se les abandona a sí mismos cuando todavía son incapaces de auto controlarse, un día, al enfrentarse con la seriedad de la vida, serán incapaces de aceptar autoridades o tendrán tendencias irracionales hacia los demás, y obraran como si no existieran normas morales.
En los dos casos en adolescente no podrá sostenerse y crecer. La pandorga a la que no se le concede el hilo que pide según el viento que la lleva, empezara a colear y caerá a pique en el suelo. Si por el contrario, se le da demasiado hilo, se aflojara incapaz de sostenerse. Hay que concederle solamente el hilo que necesita de manera que, sosteniéndola en su empuje, se le permita ganar altura según el viento.
Función de la disciplina en el desarrollo moral:
Disciplina quiere decir enseñanza o instrucción, y su principal objeto es enseñar al individuo a conformarse a las expectativas sociales hasta un grado razonable. Además, le enseña que el mundo responde a sus acciones personales de una manera ordenada, que ciertos comportamientos siempre son seguidos de castigos y que otros son elogiados por la sociedad.
La disciplina ayuda a los adolescentes a controlarse y dirigirse con el objeto de tomar decisiones prudentes.
Elementos esenciales de la disciplina:
Si el adolescente tiene que aprender lo que la sociedad espera de él, y sentirse motivado a controlar
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