Trastornos de conducta
lizkarolEnsayo1 de Octubre de 2015
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[pic 1]UNIVERSIDAD NACIONAL
DEL CENTRO DEL PERU
FACULTAD DE EDUCACIÓN
[pic 2]
ALUMNA: GUERRA TORRE LIZ KAROL
ESPECIALIDAD: E.A.P. DE EDUCACIÓN
INICIAL
SEMESTRE: X[pic 3]
- RESUMEN
En la publicación de la lectura “PROBLEMAS Y TRASTORNOS DE CONDUCTA” presenta que además de ser estudiado por las diversas ramas de la psicología, analiza la génesis de los problemas y trastornos de la conducta de la persona describiendo en forma detallada el comportamiento que van adquiriendo los niños a través de los estímulos internos y externos, tomando en cuenta la normalidad de estos comportamientos en cuando al desarrollo de su conducta, sin embargo para el análisis de ello cabe mencionar las diferencias de “PROBLEMA DE CONDUCTA Y EL TRASTORNO DE CONDUCTA” debido que el segundo son considerados patológicos y necesitan de tratamiento clínico, en la actualidad existen diversas técnicas que facilitaran el tratamiento del trastorno.
La lectura menciona explícitamente los sucesos más comunes de conductas, que surgen en el hogar, centro educativo y otros entornos del niño, debido a ello se manifiestan sugerencias para corregir los comportamientos inadecuados, que en adelante dañaran los procesos de desarrollo de los niños.
El resultado es un texto bastante detallado y cuestiona la participación de los padres y docentes como entes principales de la sociedad de los niños, así mismo para afirmar la necesidad de reconocer los problemas y trastornos de conducta tales como, conocimiento de los tipos, diferencias, origen, recomendaciones para actuar correctamente ante estas situaciones, aplicación de la técnica de modificación de conducta, diseño de herramientas de evaluación.
- ANÁLISIS CRÍTICO
En el transcurso de la lectura, el capítulo 5 de la revista educativa, seleccionada; nos demuestra la formación
El presente análisis trata sobre las conductas agresivas, de oposición, las rabietas, desobediencia o desafio se encuentran a menudo en la población, en este caso los imitadores principales son los niños quienes cotidianamente reproducen este tipo de conductas negativas, tomadas como parte de un desarrollo evolutivo normal y cotidiano para los padres y docentes quienes son testigo de las manifestaciones de los niños. Todo ello constituye parte de los problemas y trastornos de conducta más habituales durante la infancia. Estos problemas, lamentablemente, parecen ir incrementando su magnitud y constancia, lo que es más significativo: la edad de inicio cada vez es más temprana. El conocido Síndrome del Emperador describe a los niños que se constituyen como tiranos en su relación con los padres, docente y compañeros. Son exigentes, intolerantes y pueden llegar hasta la agresión si se les da la contraria en sus demandas. Son niños que no admiten el “NO”. Algunas explicaciones alegan a los factores internos y externos. La explicación sensata es que cada uno de estos factores es sólo parte del problema y que todos ellos en interacción según el caso están determinando la conducta actual y futura.
Las conductas infantiles inadecuadas se pueden presentar con cierta "normalidad" en determinadas edades y etapas del ciclo vital del ser humano. Sin embargo, cuando se manifiesta con frecuencia y son excesivas, pueden necesitar la intervención de un profesional de la salud para corregirlas a tiempo ya que se estaría tratando de trastornos conductuales.
Las pistas nos las tiene que dar la frecuencia, magnitud y perseverancia en el tiempo de la conducta en cuestión en función de la edad del niño. El hecho de que consideremos la manifestación de dicha conducta como trastorno leve o problemas de conducta (no clínico) o trastorno más severo (clínico), tiene una importancia vital ya que de ello va a depender el tipo de intervención adecuada.
PROBLEMAS DE CONDUCTA:
Siguiendo la línea de análisis, algunos problemas de conducta pueden iniciarse en la Infancia durante el ciclo evolutivo de 0 a 6 años ya que se consideran problemas habituales de conducta en la infancia. En este caso los problemas de comportamiento no son considerados clínicos, la intervención psicológica se dirige a informar y asesorar a los padres principalmente para poder trabajar en conjunto con los docentes ya que este factor externo debe tener influencia positiva. A continuación se da a conocer algunas conductas de nuestros niños y cómo actuar ante tal situación.
Desobediencia Infantil:
La desobediencia infantil es un problema que con frecuencia deben enfrentarse tanto los padres, familia como educadores en nuestras aulas. Lo que constituye un acto de desobediencia son tales como: la negativa del niño para realizar una orden en determinado tiempo (5 a 20 segundos aproximadamente). Sin embargo, cabe mencionar otras situaciones que son también consideradas como desobediencia, por falta de control de los padres del niño. Por ejemplo; si establecen como norma el hacer la cama al levantarse o llegar a casa a una determinada hora, los padres suelen entender que se produce una conducta desobediente si no se cumple dicha norma aun cuando no se lo indiquen cada vez que se levante por la mañana o salga de casa.
La desobediencia puede formar parte de un desarrollo normal del niño en los primeros años de vida. Por ejemplo; de 5 a 6 años de edad un porcentaje elevado de padres se quejaban de conductas de desobedecer órdenes o destruir objetos por parte de sus hijos, bajando el porcentaje a los 15 años aproximadamente. Para establecer el punto de corte entre la normalidad y la patología deben tenerse en cuenta la gravedad de estas conductas.
El cómo tratar a un niño desobediente es motivo de consulta constante en donde los padres pueden trabajar en conjunto con los docentes y psicólogos. Hay que valorar cada situación para tomar las medidas correctoras oportunas. La edad donde aparece dichas conductas, las circunstancias actuales que la provocan, la situación y relación familiar, son algunos de los puntos a tener en cuenta.
Rabietas Infantiles:
Las rabietas son normales en un determinado estadio evolutivo del niño (alrededor de los dos o tres años) y deberían ir disminuyendo a medida que el niño se hace mayor para desaparecer completamente hacia los cinco o seis años de edad. Sin embargo, algunos niños, con mayor edad, saben que tener rabietas supone una forma rápida y eficaz para alcanzar sus deseos o caprichos. Lo negativo en cuestión es que los padres saben que satisfaciendo al niño, éste se calma rápidamente y se evita el bochorno de la pataleta, especialmente si se produce en algún lugar público que es lo más común en estos casos pero a la larga, este tipo de actos por parte de los padres sólo consigue agrandar el problema.
Es importante también diferenciar si estas rabietas forman parte de un cuadro extenso con de conductas problemáticas. En éste caso se debería proceder a un análisis más detallado de las conductas para la intervención.
Consejos: En general es mejor no hacer caso al niño cuando se produce la rabieta, quitarle la atención de inmediato. Es importante que el docente que trabaje con niños y los padres, no pierdan la calma y que actúen con firmeza en ese momento, negando el capricho, pero a la vez sin alterarse o gritar. En caso de que los padres o docentes reaccionen con ira con el niño, éste percibirá que en cierto modo sigue teniendo el control sobre la conducta de sus padres. Puede utilizarse la técnica del "tiempo fuera" en la que el niño recibe una consecuencia negativa por su acto (se le aparta por un breve tiempo de aquello que le gusta). Posteriormente, se puede hablar con el niño y explicarle que por ese camino no va a conseguir nada.
Para tener un mayor control sobre el comportamiento, es muy importante que los padres, familiares cercanos y docentes actúen de igual forma ante las demandas excesivas del niño. La complicidad y perseverancia de los padres en su interacción con el niño es esencial para su control.
Negativismo Infantil:
Niño que demuestra una oposición pero no agresiva. El niño que siempre dice “no puedo". Probablemente el negativismo sea una forma segura de llamar y mantener la atención de los otros sobre uno mismo. Esto es muy visible en las aulas cuando la docente le pide que realice alguna actividad y el niño responda con un “NO PUEDO”. Una de las posibles causas de tal comportamiento, es que el hecho de que el niño ha aprendido a que negándose a colaborar o a obedecer órdenes puede evitar la realización de tareas que no son de su agrado. El niño se da cuenta de que sólo se trata de ser más perseverante en su conducta (negativismo) que los mayores. El librarse de hacer aquello que no le gusta no hace más que reforzar dicho comportamiento, aumentando la ocurrencia del problema.
TRASTORNO DE CONDUCTA:
- Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad TDAH, actividad motora excesiva, dificultad para mantener la atención, hablar en exceso sin respetar y escuchar ya sea en casa o centro educativo.
- Trastorno Disocial TD, comportamiento antisocial y agresivo sin importar si daña a los que le rodean.
- Trastorno Negativista Desafiante TND, comportamiento negativo y desafiante que se manifiesta en el centro educativo y hogar sin llegar a la agresión física.
- Trastorno de comportamiento perturbador no especificado, incluye todos los trastornos anteriores caracterizados por comportamientos negativos dañan la adaptación al contexto escolar, social y emocional.
En esta sección se analizarán las características generales de los trastornos clínicos de conducta. En el trastorno de conducta, el psicólogo además deberá trabajar directamente con el niño en tareas de evaluación e intervención como parte del tratamiento.
Los Trastornos de Conducta (T.C.), conforman un conglomerado de síntomas que van desde la desobediencia, el insulto verbal, con menosprecio de las personas, a manifestaciones comportamentales de agresividad extrema. Se ha comentado ya la multiplicidad de factores, internos y externos. En la actualidad el tratamiento que ha demostrado mayor efectividad, según muchos estudios, es la combinación del tratamiento farmacológico con la psicoterapia.
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