Técnicas De Aprendizaje

PROCESOS DEL ESTUDIO

Un adecuado proceso de estudio personal requiere realizar de forma consecuencial y ordenada destintas tareas encaminadas a recoger, analizar, sintetizar, memorizar la información y finalmente, expresar y aplicar los conocimientos. Para poder aprovechar el estudio exige emplear un método “sistemático”. Es decir realizar, de forma planificada y a lo largo del tiempo, una serie de tareas (por lo general, sobre los textos y explicaciones orales) que faciliten la compresión, el recuerdo y la utilización de los conocimientos adquiridos. En definitiva, el objetivo es aprender y emplear un procedimiento útil para adquirir y usar conocimientos y no meramente realizar ciertas tareas de forma puntual e independiente.

1.-Primera tarea: Anticipar la información general del texto

La primera condición para comprender un texto es localizar la información y seleccionar los contenidos más importantes. ¿Cuál es la idea general? ¿Qué aspectos desarrolla el tema? ¿Qué interés tiene la información? Saber analizar de forma correcta la información depende de las estrategias que emplee el lector y de cómo el autor haya elaborado la información. El estudiante de forma activa debe seguir un proceso para seguir un proceso para recoger la información que proporciona el texto.

Antes de iniciar la lectura del tema es necesario indagar acerca de los contenidos que se van a tratar. Los títulos, la introducción, las conclusiones, los mapas, fotografías y otros tipos de información.

1.1.- Leer el título principal y recordar qué sabes de ello.

Es importante preparar una serie de preguntas sobre el título ¿qué es?, ¿cómo ocurre?, ¿cuándo?, ¿dónde? Intenta responderlas porque para analizar y comprender las relaciones entre las cosas recurrimos a los conocimientos disponibles. Recurre a tu experiencia y a la información que tengas sobre esa materia. Puedes anotar brevemente qué sabes del tema.

1.2.- Leer la introducción y las conclusiones del tema.

En estos aparatos de forma breve y concisa se resume el contenido principal y los aspectos más importantes del tema. Esto contribuye a distinguir, durante la lectura, el interés de los destinos contenidos de la lección.

1.3.- Leer todos los subtítulos del tema.

La lectura de todos los subtítulos (títulos de los apartados) permite conocer qué aspectos concretos del contenido general se desarrollan. De nuevo, pregunta a cada subtítulo acerca de ¿qué trata?, ¿cómo ocurre?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿para qué? Y cualquier otra cuestión relativa al enunciado. Es útil anotar qué conoces de cada pregunta. Es útil anotar qué conoces de cada pregunta. Los títulos de cada una de las preguntas o apartados de un tema se eligen para llamar la atención sobre los aspectos que el autor considera más importantes. De marea que preguntar el título ayudará también, durante la lectura, a identificar la información más importante. El título es un criterio valiosísimo para localizar los conceptos relevantes. En ocasiones disponemos de poca información y, a veces, equivocada acerca de alguna materia; incluso entonces, es útil preguntar al título para mejorar la concentración y la concentración y la búsqueda de las ideas durante la lectura.

1.4.- Leer e interpretar los gráficos, figuras o fotos que ilustran cada apartado o pregunta.

Fíjate detenidamente, lee los pies de página y las leyendas para interpretar los gráficos. Las ilustraciones se emplean siempre para ejemplificar, ordenar, sintetizar o ampliar la información del texto. Las ilustraciones también facilitan el recuerdo.

2.-Segunda tarea: Lectura del texto

Después de examinar los títulos e ilustraciones se pasa a leer todo el texto. Las expectativas generadas al formular preguntas sobre los títulos mejoran la atención durante la lectura y facilitan, notablemente, la comprensión del texto. Una vez leído el tema, trata de enunciar los conceptos o contenidos más relevantes, que mejor respondan a los enunciados de los títulos.

En ocasiones, sobre todo si el tema es novedoso o complejo, puedes necesitar, al menos, dos lecturas para comprender de modo general el contenido. De tal manera, se inicia una tercera tarea, la lectura detallada (pero no lenta) y el análisis de cada apartado del tema.

3.-Tercera tarea: Análisis de los contenidos del tema

Se trata ahora de leer y analizar, uno a uno, los apartados del tema. Al leer, busca respuestas concretas a las preguntas formuladas acerca del enunciado del título. El objetivo del análisis es identificar los conceptos clave y la información más relevante, es decir, distinguir las ideas de los datos y descubrir las relaciones entre conceptos.

Cuando hablamos de apartados nos referimos a bloques de texto, con uno o varios párrafos, encabezados por un título, y que llamamos párrafo al texto comprendido entre dos puntos y aparte.

El procedimiento es el siguiente:

1º Leer todo el apartado tratando de descubrir los conceptos y la información que mejor responden al título.

2º Leer después de manera detallada cada párrafo tratando de distinguir las información principal de la accesoria. La información de cada párrafo responde a algún aspecto del epígrafe y, por tanto, a alguna de las posibles preguntas que habremos hecho al título.

3º Poner un título al párrafo. Piensa una palabra que resuma el contenido del párrafo y escríbela al margen. Los títulos deben ser cortos y concretos. Para dar un título al párrafo es necesario seleccionar la información más relevante. Así, al construir títulos comprendes y recuerdas mejor. Además, te ayudará a identificar la información principal del párrafo cuando memorices o repases el tema.

4º Hacer anotaciones al margen para seleccionar y organizar la información. Utiliza el margen para señalar, por ejemplo, con una flecha dónde está lo más importante. Para simplificar una, frase compleja. Para indicar cómo se desarrolla el contenido, por ejemplo: autor ; fecha ; teoría . Con las anotaciones puedes señalar, esclarecer, ordenar la información. Las anotaciones mejoran la comprensión y el recuerdo.

5º

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