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Unbrales diferenciales sensitivos y distribucion cortical de las sensaciones cutáneas


Enviado por   •  22 de Junio de 2017  •  Trabajos  •  1.424 Palabras (6 Páginas)  •  1.357 Visitas

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Universidad de Buenos Aires Ciclo Básico Común
Trabajo práctico N° 1:
Umbrales diferenciales sensitivos y distribución cortical de las sensaciones cutáneas


Cátedra: Bentancour     


Comisión:11.505

Profesora: Silvia Ciacciulli

Integrantes:

Agustín Silva        40.742.580
Oriana Cortés      40.760.685

Héctor Lovey       30.910.656

Sabrina Bravo     39.713.254
Florencia Lobos  40.887.001

Emiliano Avila      38.321.517

Fecha de entrega: Martes 02 de mayo

Introducción

Wilhelm Wundt fue un fisiólogo, psicólogo y filósofo muy conocido por ser el primero en diseñar estudios universitarios específicamente psicológicos y en elaborar una revista, un instituto y un laboratorio experimental, en la ciudad alemana de Leipzig (1879). Divulgador de lo que se conoce como psicología introspectiva o estructuralista, que se enfoca principalmente en la observación de la mente consciente y le resta importancia a la inferencia a partir del comportamiento externo. Realizó un amplio trabajo experimental sobre la percepción, el sentimiento y la apercepción. Para estudiar las sensaciones táctiles se sirvió de métodos fisiológicos desarrollados previamente por Ernest Weber y Gustav fechner, quienes fueron precursores de la psicología experimental.

En este trabajo se analizaran los umbrales sensitivo, es decir, la cantidad mínima de estimulación para que un órgano sensorial dispare el impulso nervioso hacia el cerebro, y sus representaciones corticales. Hablamos de umbral sensitivo diferencial al hacer hincapié en la capacidad que tiene un sujeto de percibir la diferencia apenas perceptible entre dos estímulos de la misma clase para que el receptor note la diferencia entre ambos. La ley de umbrales sensitivos recibe el nombre con el reconocidos dicho “todo o nada”, es decir, no existen términos medios entre sentir un estímulo y no sentirlo. Simplemente se siente o no se siente (Morris, 1987)

Los estímulos de presión son captados por los sensores cutáneos del sujeto y algunas regiones de la corteza cerebral se encargaron de organizar estos estímulos  que llegan desde el exterior. La corteza cerebral hacia la izquierda es sensitiva, y hacia la derecha es motora. Este último concepto es el que nos llevará a analizar mediante una práctica experimental, cuál es, dentro de las zonas del cuerpo elegidas la de mayor sensibilidad.

Nos guiaremos en el desarrollo de este trabajo planteando la siguiente pregunta:

-¿Cómo podemos determinar cuál zona de nuestro cuerpo posee mayor sensibilidad y que zona tiene menos?  

A través de la práctica se espera determinar que zonas del cuerpo son más sensibles, teniendo en cuenta los conceptos aprendidos previamente y poniendo en practica realizando la experiencia.

Desarrollo de la experiencia

Para analizar los umbrales sensitivos y las propuestas de estos autores, se realizara a continuación un experimento con materiales comunes tales como venda para los ojos, la cual sirve para que el sujeto experimental no pueda visualizar los estímulos que se le aplicaran; usando broches para papel (clips), etiquetas para diferenciar los broches mencionados anteriormente; regla de 30 cm, que se utilizaran para medir la distancia de los extremos de los clips; marcador de agua, que fue utilizado para guiar al aplicar los estímulos en el cuerpo del sujeto y por último hojas de registro, donde se detallaran los resultados del experimento.

Los broches de papel, fueron manipulados en primer lugar, extendiéndolos y luego doblándolos a la mitad, para que sus extremos puedan juntarse. Hemos utilizado en la práctica 26 clips, donde el primero fue preparado de manera que sus puntas no tengan separación. A este alambre se le designó el nº 0. El segundo clip, tuvo una separación de sus extremidades de 2 mm. Y así sucesivamente hasta llegar al alambre 26 que sufrió una separación de sus puntas de 50 mm.

En primer lugar, se vendan los ojos al sujeto y se le pide que por favor se relajara y respondiera con sinceridad cuantas puntas sentía al aplicarle los estímulos suavemente sobre la piel, durante 3 segundos. Es importante destacar que la correcta realización de la practica dependerá de que tan concentrado este el sujeto a la hora de responder  y que se realice en un ambiente tranquilo para que nada intervenga sus sensaciones. Esto permitirá comprobar, tal como dijo Fechner, que la conexión entre estimulo y sensación es logarítmica, es decir, que el sujeto nota una diferencia en los estímulos no de manera lineal, como indicaba Weber, sino luego de un cambio secuencial.

La primera zona a analizar fue la yema del dedo índice derecho. Se inicia el  estimulo con el clip nº 0, se le consulta al sujeto, ¿cuantas puntas sentía?, se registra la respuesta y el procedimiento continua así sucesivamente, en forma ascendente y luego el mismo procedimiento en forma descendiente. Lo mismo se repite con la zona media de la espalda, la rodilla y el gemelo del sujeto, marcando en su lado derecho un cuadro de 5 x 5 cm., que permitió localizar los impulsos.

Según Wundt, al vivir constantemente rodeados de estímulos no podemos darnos cuenta de todos ellos a la vez. Pero al fijarnos en alguno en concreto, porque tenemos interés en el, este pasa al primer plano de nuestra conciencia.

Viendo los resultados de la prueba experimental, descubrimos que la zona más sensible del cuerpo del sujeto, es la yema del dedo índice. Según el cuadro anexo, cuando es mayor la apertura de los alambres dentro de la secuencia, se produce el cambio en la sensación que obtenía frente al estimulo. En esta parte del cuerpo es mas visible este cambio, ya que sus respuestas fueron casi acertadas, con respecto a los estímulos recibidos.

En segundo lugar le sigue la espalda. Esta parte del cuerpo, también está expuesta a recibir a diario varios estímulos, aunque no tan definidos como los de los dedos, ya que la espalda no tiene un uso primordial en la vida diaria del sujeto.

Podría ser que generalmente, no utiliza la espalda para actividades diarias y ésta llega a recibir estímulos en casos particulares.

En tercer lugar, le siguió la rodilla, aunque este ya con menos definición ante la cantidad de estímulos recibidos. Esto se debe a que es una zona de la pierna, que no utilizamos directamente en acciones comunes. Podemos llegar a recibir estímulos en esa zona en situaciones especiales, como podrían ser golpes, caricias, masajes, los cuales no son cotidianos en este caso especifico.

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