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Yessy12316 de Noviembre de 2014
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Introducción
Capítulo I. Actitudes
1.1 Definición
La actitud ha sido definida bajo una gran gama de conceptos. Indudablemente que este es un tema de los más estudiados en el campo de las ciencias humanas, lo que explica la heterogeneidad de definiciones que se puede encontrar. A continuación se señalan en orden cronológico algunas de ellas:
La actitud corresponde a ciertas regularidades de los sentimientos, pensamientos y predisposiciones de un individuo a actuar hacia algún aspecto del entorno" (Secord y Backman, 1964 en León y otros, 1988:133)
"La actitud es una predisposición aprendida para responder consistentemente de modo favorable o desfavorable hacia el objeto de la actitud" (Fishbein y Ajzen, 1975 en Bolívar, 1995: 72)
"… la actitud es una disposición fundamental que interviene en la determinación de las creencias, sentimientos y acciones de aproximación-evitación del individuo con respecto a un objeto." (Cook y Selltiz, en Summers, 1976: 16)
"La actitud es la disposición permanente del sujeto para reaccionar ante determinados valores" (Marín, 1976:69)
"Las actitudes son como factores que intervienen en una acción, una predisposición comportamental adquirida hacia algún objeto o situación" (Bolívar, 1995: 72)
"… como una postura o semblante que expresa un estado de ánimo o quizá una intención o, de forma más general, una visión del mundo" (Rodríguez en Pérez y Ruiz, 1995:15)
"Las actitudes son creencias internas que influyen en los actos personales y que reflejan características como la generosidad, la honestidad o los hábitos de vida saludables" (Schunk, 1997: 392)
"Una actitud es una organización relativamente estable de creencias, sentimientos y tendencias hacia algo o alguien - el objeto de la actitud-" (Morris, 1997: 608)
Disposición interna de carácter aprendido y duradera que sostiene las respuestas favorables o desfavorables del individuo hacia un objeto o clase de objetos del mundo social; es el producto y el resumen de todas las experiencias del individuo directa o socialmente mediatizadas con dicho objeto o clase de objetos" (Cantero y otros,1998 en León y otros, 1998; 118)
Predisposición aprendida, no innata, y estable aunque puede cambiar, a reaccionar de una manera valorativa, favorable o desfavorable ante un objeto (individuo, grupo, situaciones, etc.)" (Morales, 2000:24)
1.2 Medida de las actitudes
Una característica de las actitudes es que, en si misma, no son directamente observables, sino que es una variable latente que inferimos a través de la conducta o de las declaraciones verbales de las personas, lo cual dificulta el proceso de medida. Otro impedimento de la medida de las actitudes es el hecho de que si el individuo sabe que se está midiendo una de sus actitudes es probable que modifique sus respuestas o comportamientos sobre la bases e lo que considera socialmente deseable o a lo que cree espera el investigador de él, este fenómeno es conocido como reactividad. A pesar de estas dos grandes limitaciones son muchos los instrumentos diseñados para la medida y el análisis de las actitudes.
En general, las distintas técnicas utilizadas en la medida de las actitudes pueden ser clasificadas en directas o indirectas en función de que la personas a la que se van a medir las actitudes sepa que están siendo medidas o no. En este sentido, son técnicas directas aquellas en las que el sujeto sabe que su actitud está siendo evaluada. Las técnicas indirectas a su ve pueden ser de dos tipos: técnicas en las cuales el sujeto no sabes que está siendo observado y técnicas en que el sujeto es consciente de que está siendo observado, pero no de que su actitud está siendo evaluada.
El primer intento significativo para medir las actitudes fue realizado por Thurstone en 1928.La técnica propuesta por Thurstone mide la actitud a través de un continuo de ítems escalonados. Para construir una escala de este tipo, inicialmente los investigadores preparan un conjunto de ítems que hagan referencia a la actitud y que cubran el continuo graduado de la actitud. Posteriormente, estos ítems son evaluados por jueces. Cuando los jueces han clasificado y evaluado los ítems se aplican métodos psicométricos para determinar el grado de ambigüedad de los enunciados. Una vez eliminados los enunciados con un valor determinado de ambigüedad se construye la escala definitiva; la cual, como ocurre en las otras escalas, tiene una forma de presentación distinta a la utilizada inicialmente.
1.2 Las actitudes y el comportamiento
Las actitudes y el comportamiento no siempre son congruentes. Esto es debido a que sobre las actitudes y el comportamiento inciden variables relacionadas con: la situación, las propias actitudes y los individuos; las cuales van a provocar que las actitudes y el comportamiento no siempre vayan en el mismo sentido (Baton & Byrne, 1998; Fazio & Roskos-Ewoldsen, 1994)
1.3.1 Los aspectos de situación
Un importante factor que modera la relación entre las actitudes y comportamiento son las restricciones situacionales. Algunas veces, las personas no pueden expresar sus actitudes porque si lo hacen serían contrarias a las normas en una determinada situación social. Varias investigaciones proporcionan apoyo a esta perspectiva.
Otro aspecto de las situaciones que afecta al vínculo actitud-comportamiento es la presión temporal. Cuando las personas están bajo presión temporal y han de decidir y actuar rápidamente, tienden a replegarse sobre sus actitudes que le sirven de guía rápida y sencilla. De este modo, en situaciones donde la presión temporal es elevada, el vínculo actitud-comportamiento tiende a ser más fuerte que en situaciones donde no gay presiones y donde los individuos tiene tiempo para pensar en la información disponible con más detenimiento (Jamieson & Zanna, 1989).
Los factores situacionales pueden influir en el vínculo entre actitudes y conducta aún de otra forma, en la implicación. Es decir, las personas tendremos a entrar y dedicar tiempo en las situaciones que nos permiten mantener una estrecha relación entre lo que decimos y lo que hacemos. Así, lo individuos que se implican activamente en situaciones relacionadas con sus actitudes (por ejemplo: favorables a una acción antidiscriminatoria) responden más rápidamente a las afirmaciones sobre ellas (DeBono & Snyder, 1995)
1.3.2 Las características de las actitudes
Algunas características de las actitudes como su origen también van a tener importancia en la relación actitud-comportamiento. Existen muchas pruebas de que las actitudes formadas sobre la base de experiencias directas a menudo ejercen efecto más fuerte s en el comportamiento que aquellas formadas indirectamente a través de rumores (Krus, 1995; Regan & Fazio, 1977)
La intensidad de las actitudes es otra variable implicada en la relación actitud-comportamiento, la cual está determinada por tres componentes:
-Su importancia, consta de tres factores:
1) Interés propio
2) La identificación social, cuanto mayor es la medida en la que una actitud está mantenida por grupos en los que se identifica un individuo, mayor es su importancia
3) Conexión entre actitudes y valores, cuanto más estrechamente este conectada una actitud a los valores personales de un individuo, mayor es su importancia.
-Su conocimiento (cuánto sabe un individuo acerca del objeto de la actitud)
-La accesibilidad (hasta qué punto la actitud viene fácilmente a la mente en diversas situaciones). En general, cuanto más intensa es una actitud, más fácilmente nos viene a la mente.
Recientes hallazgos indican que todos estos componentes juegan un papel en la intensidad de la actitud y todos ellos están relacionados (Kraus, 1995; Krosnick, Boninger, Chnang, Berent, & Carnot, 1993) No sólo las actitudes intensas ejercen un mayor impacto sobre el comportamiento, también son más resistentes al cambio, son más estables a través del tiempo, y tienen mayor impacto en diversos aspectos de la cognición social.
1.3.3 Los aspectos individuales
La posibilidad de que el vínculo entre la actitud y el comportamiento sea mas fuerte para unas personas que para otras depende, también, de características de la personalidad. Algunas personas, parece ser que utilizan sus actitudes como una importante guía de comportamiento, y las miran hacia su interior cuando intentan decidir cómo comportarse en una situación dada. Otros, por el contrario, centran su atención hacia el exterior, ven lo que otros dicen o hacen y tratan de comportarse del modo que será contemplado más favorable por la gente que les rodea. Esta dimensión se conoce como la auto vigilancia y la intensidad del vínculo entre actitud y comportamiento parece diferir para personas situadas en ambos extremos de esta dimensión.
1.4 La persuasión: el proceso de cambio de actitudes
La persuasión puede ser definida como: “cualquier cambio en las actitudes de las personas como consecuencia de su exposición a una comunicación”
La persuasión constituye una de las formas más importante de cambiar nuestras actitudes. Aunque existen lagunas, son muchos los datos aportados sobre la persuasión, los cuales han surgido, principalmente, de las investigaciones llevadas a cabo por psicólogos pertenecientes a dos enfoques: el tradicional y el cognitivo.
1.4.1 El enfoque tradicional
La investigación desarrollada en la Universidad de Yale por Carl L, Hovland y otros psicólogos sociales se convirtió
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