Ética En El Desarrollo Personal

LA ÉTICA EN EL DESARROLLO PERSONAL

INTRODUCCION:

La ética es un concepto que probablemente todos hemos percibido. Nuestra vida completa se rige por ella, a veces escuchamos “Eso no es ético” seguramente como sinónimo de decir “Eso no es bueno”. Se refiere en base a los valores que es correcto y que no; juega un papel importante la moral también. La ética puede definirse entonces como una rama de la filosofía que se ocupa del estudio racional de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir. “La ética no es otra cosa que la reverencia por la vida” dice Albert Schweitzer.

Como rama de la filosofía, se originó en la Antigua Grecia, pero ha ido variando y ampliándose hasta la actualidad, tanto que, lo que hace unos años no se consideraba ético hoy pueden existir puntos que lo defiendan como algo correcto o incluso necesario. Es además una cuestión de contexto, pues ni siquiera se trata de algo universal en ocasiones; puede depender de el entorno que nos rodea, factores políticos, culturales e incluso religiosos pueden influir en el concepto de lo que es o no moral, honesto, decente… digamos simplemente que es ético. Podemos rematar entonces que la ética está presente en muchos, si no es que en todos los aspectos de nuestra vida, pero en esta ocasión la dirigiremos a uno solo: el desarrollo personal. También definido como superación o crecimiento personal, que pretende conseguir cosas tales como la actualización de las potencialidades humanas (psicológicas y espirituales) que la persona puede hacer más allá de su desarrollo natural en función de la edad.

DESARROLLO:

La construcción de nuestra vida se va realizando a través de nuestros actos, ellos definen lo que vamos siendo y lo que queremos hacer en nuestro futuro. Esos actos también están justificados por una razón; las personas nos comportamos según las creencias, costumbres y los valores que adquirimos en la sociedad donde nacemos; el principal papel en esto lo juega también la familia, pues lo que aprendamos y lo que se nos inculque ahí serán las ideas que perduraran el resto de nuestra vida y la conducirán.

La dimensión ética de nuestra vida se encarga de regir el comportamiento ante una sociedad, es aquella que se refiere a los valores que sustenta y a las creencias que tenemos; con ello podemos desarrollar un criterio y tener ideas de lo que consideramos bueno o malo, correcto o incorrecto, justo o injusto. Esta dimensión esta conducida a un crecimiento personal, que debe darse de manera regular y progresiva y así poder aplicarlo diariamente en todos los aspectos de nuestra persona.

En la adolescencia, a diferencia de la infancia, ya es posible establecer un juicio personal respecto de las distintas situaciones de la vida y actuar en consecuencia. Se podría decir que hasta entonces somos conscientes de nuestros actos; por lo mismo debemos ser responsables de sus resultados. Es entonces cuando también a través de este juicio, podemos comenzar a desafiar todas las ideas y creencias que se nos han inculcado; desarrollamos nuestro propio razonamiento, es decir que comienza la construcción y búsqueda de nuestra propia verdad; como resultado se pueden reforzar fuertemente esas ideas o por el contrario, se descartan y se comienzan a buscar nuevas opiniones, nuevas realidades, lo cual puede llevar a la confusión y a la búsqueda de la identidad, de quienes somos.

Sea cual sea el resultado, siempre hay que aplicar la ética a cualquier postura, pues a pesar de las diferencias en nuestras opiniones, no debe haber confusión sobre que es correcto o no, pues existe algo que es universal, siempre lo mismo y siempre correcto: los valores. Los valores no pretenden definir que es “bueno” o que es “malo” pues puede que esto en realidad no exista, y dependan de muchos factores, pero aplicando los valores si se puede garantizar que nuestras acciones estarán encaminadas de una manera correcta, y es más probable tomar decisiones adecuadas cuando los tomas en cuenta. Una sociedad que se rige por valores, tiene garantizado el crecimiento y buen desarrollo personal de cada uno de sus individuos; todo lo contrario si la sociedad se rige por antivalores, cuyos habitantes adoptaran estos como criterios y guiaran sus actos de manera equivocada.

En este sentido es donde entra la ética en nuestro desarrollo personal, pues ésta nos será una útil herramienta para aprender a convivir y a vivir, pues nos ayuda a:

• Aprender a conocerte; en todos los sentidos; por ejemplo, tus ideas, creencias, limites y valores.

• Desarrollar un autoestima sana y equilibrada.

• Ejercer la libertad personal de forma responsable. Es decir no confundir la libertad con libertinaje, recordar que nuestra libertad se termina donde comienza la del otro.

• Respetar y valorar la diversidad. Comprender que somos diferentes, y es precisamente eso lo que hace la convivencia mas divertida e interesante, pues aunque es bueno encontrar y estar con alguien que comparte gustos parecidos a los nuestros, que aburrido seria si todos pensáramos igual, nuestro aprendizaje seria incluso insignificante.

• Abordar y resolver conflictos creativa y pacíficamente. Pensar fuera de la caja. Tener la certeza de que cada problema tiene mas de una manera de resolverse, sin tener que recurrir a la violencia y sin dañar a los demás. Utilizando la ética podremos utilizar maneras correctas de resolución de problemas, ayudando además en nuestro crecimiento personal.

• Valorar y fomentar la legalidad y la justicia. Estos son dos aspectos fundamentales en la ética; se trata de dos valores muchas veces ignorados por las personas, por lo que es difícil creer que aun existan. Pero utilizarlos y creer en ellos nos garantizara un desarrollo personal saludable y probablemente encaminara a otras personas a que los usen.

• Influir en el compromiso con la comunidad, el país y el mundo en el que vivimos. Como se mencionó en el punto anterior, la manera en que nos comportemos puede ser capaz de ejercer cierta influencia en las personas que nos rodean, creando un ambiente mas agradable para todos, en el que la ética puede regir nuestra convivencia.

-Los humanos tenemos la capacidad de razonar y reflexionar. En este proceso intervienen la inteligencia, los conocimientos, las emociones y la razón.

Somos capaces de pensar, decidir voluntariamente y juzgar nuestros actos, gracias a que utilizamos la razón, es esto lo que nos diferencia de otras especies, pues los animales solo se guían por sus instintos.

La razón nos

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