Discurso: “¿En quién confía usted?
dominguezrosaApuntes2 de Abril de 2018
2.313 Palabras (10 Páginas)1.287 Visitas
Discurso: “¿En quién confía usted?
El título de este discurso es: “¿En quién confía usted?”. ¿Confía usted en mí? Espero que sí. A todos nos gusta que confíen en nosotros. Demostrar confianza es esencial en la vida diaria. Todos confiamos en otras personas. Por ejemplo, muchos hemos viajado en tren o en autobús y ¿verdad que confiamos en que el conductor nos llevaría a nuestro destino sanos y salvos? Por lo general, no nos preocupamos por eso. Cuando volamos en avión, confiamos en que el piloto nos llevará a nuestro destino sin ningún problema. O, cuando usamos un ascensor, confiamos en que no se caerá por el hueco, sino que nos llevará al piso que queremos. Al casarnos, confiamos
en que nuestra pareja será fiel toda la vida. Como vemos, a menudo hay que confiar en otros. ¿Qué es la confianza? Es la “esperanza firme o seguridad que se tiene en que una persona va a actuar o una cosa va a funcionar como se desea”. Otro diccionario dice que confiar es “estar tranquilo respecto al comportamiento de alguien por considerarlo honrado, leal, eficiente, etc.”. La confianza está relacionada con la esperanza, la convicción, la fe y la seguridad. Al realizar algunos experimentos, Michael Kosfeld, un profesor de la universidad de Fráncfort (Alemania), llegó a la conclusión de que la confianza es “una parte de la naturaleza humana con base biológica”. Kosfeld descubrió que, cuando dos personas interactúan, el cerebro libera una hormona que estimula la confianza. Y aseguró: “Es, de hecho, una de las características distintivas de la especie humana”. Algunos se desaniman cuando otra persona no confía en ellos y le preguntan: “¿No confías en mí?”, normalmente con un tono de tristeza o de queja. A veces los niños o los adolescentes les preguntan a sus padres: “¿No confían en mí?”, cuando les ponen algunas normas, tal vez relacionadas con el entretenimiento. Los padres les ponen esas reglas a ustedes, jóvenes, porque los aman y quieren protegerlos en sentido espiritual y físico. Si cooperan con ellos, verán que poco a poco irán confiando más en ustedes y les darán más libertad. Demuéstrenles que pueden confiar en ustedes. Hoy en día, hay muchas personas en las que no se puede confiar. Estamos viviendo en el tiempo del fin, y los demonios están desesperados e influyen en la gente, por eso no es prudente confiar en todo el mundo. Muchos que han confiado en la religión han acabado decepcionados. Los que han confiado en los gobiernos o en las Naciones Unidas también han acabado decepcionados. Confiaban en que los líderes políticos cumplirían todas sus promesas, pero no lo han hecho; algunos han resultado ser unos completos mentirosos. Proverbios 14:15 dice:
Cuando alguien, aunque esté en la verdad, nos prometa grandes beneficios económicos si le damos dinero para una inversión que tiene en mente, debemos tener cuidado y no creernos todo lo que nos diga. Algunos que sí lo han hecho han acabado decepcionados al enterarse de que lo habían perdido todo. Tampoco deberíamos creernos todo lo que leemos en los periódicos o vemos en la televisión.
Hay otra cosa en la que no debemos confiar: en las riquezas. Salmo 49:6 habla de los que “están confiando en sus medios de mantenimiento, y que siguen jactándose acerca de la abundancia de sus riquezas”. Quienes confían en el dinero, por lo general, acaban decepcionados. “El que confía en sus riquezas... él mismo caerá”, dice Proverbios 11:28. No es que esté mal ser rico, lo que está mal es confiar en las riquezas. Estas nos pueden traer problemas. Mucha gente hoy en día no es honrada y engaña a otros. Por ejemplo, hay dueños de negocios que han instalado cámaras porque no confían en que sus empleados trabajen todas las horas que deberían. Algunos se ponen a jugar videojuegos en horas de trabajo. Pero Jehová nos creó con la inclinación de confiar en otras personas. Sobre todo, podemos confiar en los hermanos, aunque es cierto que de vez en cuando nos pueden decepcionar. Algunos cometen pecados graves y tienen que ser expulsados. Pero esos son casos contados. Jehová es el mejor ejemplo de alguien que confía en los demás. Confió en su Hijo, quien cooperó lealmente con él como “obrero maestro” en la creación del universo, la Tierra y todos los seres vivos que hay en nuestro planeta, incluidos los humanos. ¡Y cuánta confianza demostró Jehová en Jesús cuando lo envió a la Tierra! Él confiaba en que Jesús sería fiel y salvaría a la humanidad para que Su propósito con relación a los seres humanos y la Tierra se cumpliera. Jehová confiaba tanto en él que inspiró profecías para predecir que sería fiel hasta la muerte. Esta confianza que tenía no era algo infundado. Se basaba en los millones de años que ambos habían trabajado juntos. Note esta profecía acerca de Jesús en Salmo 16:10: Jesús tenía libertad de elección, lo que significa que, en teoría, podría haber pecado. Si no, seguramente Satanás no habría intentado tres veces que pecara. Si Jesús no podía pecar, ¿entonces por qué se angustió tanto en el jardín de Getsemaní, hasta el punto de sudar sangre? ¿Habría enviado Jehová a un ángel para animarlo y darle fuerzas si, de todas maneras, no podía pecar o fallarle? No hay duda de que Jesús tenía una tremenda responsabilidad sobre sus hombros, ya que no solo la salvación de la humanidad dependía de que se mantuviera fiel, sino también la vindicación de la soberanía de Jehová. No quería decepcionar a Jehová. Usó bien su libertad de elección y se resolvió a ser leal. ¡Cuánto nos alegra que lo hiciera! Por su parte, Jesús también confió completamente en Jehová. Confiaba en que lo resucitaría si moría fiel. De hecho, todo el mundo sabía que él confiaba en Jehová. La gente que lo vio colgado en el madero dijo:
Otra persona que mostró confianza fue Abrahán. Cuando Dios le pidió que sacrificara a su querido hijo Isaac, estuvo dispuesto a hacerlo. Confiaba en que Jehová lo podía resucitar. Hebreos 11:19 dice:
Primera a los Corintios 13:7 dice que el amor …
Quien ama confía en que las profecías se cumplirán. También cree lo que le dicen los hermanos y les da un margen de confianza en vez de poner en duda sus motivos. Así es, confiar en los demás es una muestra de que los amamos. Cuando queremos a alguien, pensamos bien de él o ella. Otro ejemplo de alguien que confió en Jehová fue Moisés. Él sacó a los israelitas de Egipto y los guió por el desierto. Eran una nación de más de tres millones de personas, además llevaban con ellos muchas ovejas y otros animales. Al salir de Egipto, ¿sabía Moisés cómo darle agua a esa multitud en el desierto? ¿Sabía qué comerían cuando se acabaran las provisiones con las que salieron de Egipto?
¿Sabía que Jehová les daría el maná de manera milagrosa? Parece que no. Pero confió en que Jehová cuidaría de su pueblo.
Los tres amigos de Daniel son otro buen ejemplo al respecto. Como no se inclinaron para adorar la imagen que el rey Nabucodonosor erigió, les dijeron que, por su desobediencia, los echarían en un horno de fuego. Pero ellos fueron firmes, y un ángel los protegió, de manera que el fuego no les hizo nada. Al ver eso, Nabucodonosor dijo:….
A medida que se acerca la gran tribulación, puede ser que nos enfrentemos a pruebas que nos den miedo relacionadas con el nacionalismo. ¿Seguiremos confiando en Jehová? Esperamos que sí. Él cuidará de manera milagrosa a su pueblo durante la gran tribulación; se asegurará de que sobreviva. Hoy en día, el esclavo fiel es el encargado de suministrarles alimento espiritual a los millones de personas que forman el pueblo de Dios. Los hermanos que componen ese esclavo confían plenamente en que Jehová los guiará con su espíritu. ¿Cómo es que “el esclavo fiel y discreto” puede suministrar alimento espiritual tan valioso? “Te haré tener perspicacia, y te instruiré en el camino en que debes ir”, dice Jehová en Salmo 32:8. En la actualidad, Jehová usa a Jesús para guiar al esclavo. Jesús, a su vez, usa al “esclavo fiel y discreto” para guiar a su pueblo. De modo que podemos tener total confianza en la comprensión y la guía basadas en la Biblia que nos da “el esclavo fiel y discreto”. Satanás trata de sembrar desconfianza. Por ejemplo, durante la dictadura comunista en Rumania, unos agentes de la policía secreta obligaron a un hermano responsable de la obra a caminar con ellos por una calle muy transitada para que los hermanos pensaran que trabajaba para ellos. ¿Funcionó el plan? No, para nada. Los hermanos lo vieron, pero siguieron confiando en él. Eso nos enseña que no debemos precipitarnos a desconfiar de los hermanos. Satanás trata de esparcir rumores sobre hermanos leales, como los que componen el esclavo fiel. Y esta táctica no es nueva. Cuando Jesús fue resucitado y los soldados encontraron la tumba vacía, estos corrieron el rumor de que los discípulos habían robado el cuerpo por la noche. Mateo 28:15 dice: …
...