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La vida de Josué, sucesor de Moisés, fiel servidor de Dios

jakilv26Tutorial30 de Marzo de 2013

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Introducción:

La Biblia es el testimonio vivo de la palabra divina, Dios nos habla a través de ella y nos llena de luz, amor, sabiduría, entendimiento, riqueza y fuerza para poder enfrentar todos nuestros problemas, es la roca firme que nos mantiene de pie y que nos guía por el camino del bien. La Biblia es fuente de vida eterna y fortalecedora de nuestra fe cristiana es el principal medio de conversión en nuestra vida.

La Biblia viene del griego que “significa biblioteca de libros,” está conformada por 73 libros que se dividen en Antiguo Testamento (antigua alianza) que comprende desde el Génesis hasta el Eclesiástico y Nuevo Testamento (nueva alianza) que inicia con los Evangelios y finaliza con el Apocalipsis.

El libro de Josué es un ejemplo de fidelidad hacia Dios, nos muestra la fe inquebrantable que mantuvo el pueblo de Israel, el que era guiado por el profeta Josué. Este libro nos transmite los sucesos acontecidos durante la conquista y reparto de la tierra prometida por Dios a los israelitas. El libro de Josué se encuentra en el Antiguo Testamento y forma parte de los escritos históricos.

En nuestro trabajo investigativo abordaremos la vida de Josué, sucesor de Moisés, fiel servidor de Dios y cumplidor de sus mandatos, mostrando los aspectos relevantes que influyeron en su conversión como profeta del pueblo de Israel; también presentaremos el mensaje que el libro de Josué transmite en nuestra vida.

Justificación:

El libro de Josué nos muestra la conquista y reparto de la tierra prometida por Dios a los israelitas. Este texto bíblico también aborda la vida de Josué en el cumplimiento de la misión encomendada por Dios y nos invita a ser fieles cumplidores de la ley de Dios. El motivo por el cual realizamos esta investigación es conocer la vida del profeta Josué como un personajes bíblico del Antiguo Testamento, y de este modo enriquecer nuestros conocimientos religiosos y espirituales.

Objetivo general:

• Conocer la vida de Josué en el cumplimiento de la misión encomendada por Dios.

Objetivos específicos:

• Presentar datos biográficos de Josué.

• Exponer los aspectos relevantes que influyeron en la conversión de Josué como profeta de Israel.

• Describir la estructura del libro de Josué.

• Enumerar los territorios conquistados por el pueblo de Israel.

• Interpretar la enseñanza que el libro de Josué nos transmite en nuestra vida

Marco teórico:

Datos biográficos de Josué

JOSUE significa “Dios salva”. Es la forma hebrea del nombre "Jesús”, sucesor de Moisés en las campañas militares llevadas a cabo por los judíos en la conquista de Canaán (Palestina). Era hijo de Nun, de la tribu de Efraín y siendo aún muy joven, fue escogido por el libertador de Israel (Moisés) para ayudante suyo y para prepararlo a ser, algún día, el líder de los israelitas en su peregrinación y toma de posesión de la tierra prometida (Ex. 33:11).

Moisés le dio autoridad para escoger a los miembros de la expedición contra Amalec (Ex. 17). Fue precisamente el mismo Moisés quien le cambió el nombre propio, que era el de Oseas ("Él salva") por el de Josué ("Dios salva"), lo cual indica la alta misión para la que Dios lo tenía escogido (Nm. 13:8, 16). Josué seleccionó los miembros de la expedición contra Amalec (Ex. 17) y, juntamente, guiaría al pueblo hacia la victoria (Nm. 14).

Cuando Moisés estaba en la presencia de Dios en el monte Sinaí, Josué permaneció en el tabernáculo; entonces, seguramente, aprendió el secreto de la paciencia de Moisés, paciencia que más tarde debía hacer suya (Ex. 24:13; 33:11; Nm. 11:28). Dios lo seleccionó como sucesor de Moisés y éste lo reconoció como tal (Nm. 27:18-23; Dt. 31). Además, Josué fue encargado de repartir la tierra juntamente con Eleazar (Nm. 34:17).

La valentía no es el fruto de la insensatez o de la altanería. No ignora los peligros ni desprecia a quien los teme. Josué es presentado por los textos bíblicos, como el valiente líder que afronta las dificultades que comporta la conquista de una tierra. En su fidelidad, Josué tendrá que afrontar la guerra con valentía.

Si es verdad que está lleno de sabiduría y cuenta para ello con la obediencia de su pueblo (Dt 34,9), su corazón ha estado muchas veces al borde del titubeo y de la duda, pero en momentos semejantes, el hombre Josué escucha de su Dios las mismas seguridades que había escuchado del gran quía: “Se valiente y firme, porque tú vas a dar a este pueblo la posesión del país que jure a sus padres…No tengas miedo ni te acobardes porque Dios estará contigo dondequiera que vayas” (Jos 1,6-9).

Su valentía será fruto de la cercanía de su Señor y de la fidelidad a la palabra y al sentido de la ley (Jos 1,7-8). Y su valentía traerá el fruto de la posesión de la tierra de la identidad, la antigua herencia prometida en otros tiempos a los padres.

En su fidelidad, Josué repite los pasos que hicieron posible la experiencia de la liberación. Hay una curiosa simetría entre sus gestos y los gestos de Moisés, subrayada explícitamente por el texto bíblico, que pone esa intención en los mismos labios del Señor:

“Hoy mismo voy a empezar a engrandecerte a los ojos de Israel, para que sepan que lo mismo que estuve con Moisés, estoy contigo” (Jos 3,7).

• Aprendiendo a luchar (Ex. 17,8-13)

Josué es sobre todo un luchador, un guerrero. La primera vez que aparece su nombre es en el contexto de una batalla en la que dirige el ejército de Israel, en esto ya vemos el primer punto de contacto entre la historia de Josué y nosotros, ya que el creyente vive inmerso en una lucha espiritual encarnizada y constante en la que formamos parte del ejercito de Dios.

En esta historia contra la lucha de Amalec, vemos algunos secretos de la lucha y de la victoria de Israel, ya que hay más que solo factores humanos en esta batalla.

La victoria obtenida por el pueblo de Israel se debe al poder de Dios y al ejercicio de la oración, y lo mismo sucede en nuestras vidas, estos son los secretos para que podamos vencer.

• Aprendiendo a servir (Ex 24,13)

La segunda lección que aprendió Josué tuvo que ver con el servicio. Vemos cómo, a partir de la salida de Israel de Egipto, encontramos a Josué al lado de Moisés en todo momento, incluso en los cuarenta días en el Sinaí, a través del cual pudo aprender muchas lecciones valiosas acerca del liderazgo del pueblo.

Este aprendizaje personal o discipulado de Josué a cargo de Moisés fue de vital importancia, ya que Josué aprendió por lo que oyó y también por lo que vio. Vemos en la experiencia de Josué, la lección fundamental del discipulado: aprender a servir.

• Aprendiendo a disciplinar (Ex 32,17-35)

Al descender Josué y Moisés del monte Sinaí después de recibir este la ley, descubren la situación de rebeldía reinante en el campamento de Israel (17-19). Moisés hace frente a esta situación con una acción drástica de disciplina (25-28), combinada con la práctica de la intención compasiva.

Josué aprendió lecciones importantes sobre las medidas necesarias para eliminar el pecado de entre el pueblo, y la necesidad de combinar la disciplina con la compasión.

• Aprendiendo a tener comunión con Dios (Ex 33,11)

Encontramos a Josué en el tabernáculo, en el lugar de contacto y comunión íntima con Dios, allí donde el Señor hablaba cara a cara con Moisés.

Vemos cómo Josué aprendió la importancia y la gloria de mantener una comunión íntima con Dios, de cultivar el hábito de estar en la presencia del Señor. Esta experiencia de comunión constante, de discernimiento de la voluntad de Dios y de obediencia a sus mandamientos, tendría una importancia vital en el futuro.

• Aprendiendo a someterse al espíritu (Núm. 11,14-17; 24-29)

El contexto de este pasaje es una nueva murmuración de Israel por falta de carne y la queja de Moisés de que la carga de dirigir y soportar al pueblo era demasiado pesada para él solo.

La solución provista por Dios es la elección de setenta ayudantes ancianos del pueblo y dotados del Espíritu de Dios para llevar a cabo tareas de gobierno y dirección, siguiendo las instrucciones recibidas del Señor, los varones reunidos en el tabernáculo reciben el Espíritu y comienzan a profetizar, así como también dos de ellos habían quedado en el campamento.

La reacción de Josué, ante esto, es su intención de impedir que los dos varones que no estaban en el tabernáculo dejasen de profetizar. Pero la respuesta de Moisés subraya la necesidad de dejar de obrar libremente al Espíritu sin limitar su obra por criterios personales y humanos.

Josué aprendió la importancia de reconocer y aceptar la obra del Espíritu, aun cuando vaya en contra de nuestras ideas preconcebidas.

Josué tomó la dirección del pueblo de Dios inmediatamente después de la muerte de Moisés. El primer paso fue atravesar el Jordán, guiados por los levitas que llevaban el arca del pacto; cuando estos mojaron

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