Amar para poder llorar

Amar para poder llorar

[Hechos 20:17-38 (36,37)]

Por Pastor Benjamín Rojas

INTRODUCCIÓN:

El texto base para el tema de hoy es Hechos 20:36,37 allí se lee lo siguiente: “36Cuando hubo dicho estas cosas, se puso de rodillas, y oró con todos ellos. 37Entonces hubo gran llanto de todos; y echándose al cuello de Pablo, le besaban”.

Iniciaremos el tema preguntando ¿Por qué alguien se colgaría del cuello de Pablo, lo besaría y se pondría a llorar?, posiblemente respondas es que Pablo dijo que nunca mas lo verían, pero ¿Es razonable que alguien se cuelgue del cuello de otro y se ponga a llorar, solo porque le dice que nunca mas lo verá?, ¿Qué pasaría si yo en este momento me despido para siempre? ¿Uds. se pondrían a llorar, me abrazarían y besarían?, ¿Y si tu te despedirías cuantas personas llorarían tu partida?

No necesitas decir cuantos llorarían tu partida o si solo lo harían tus más cercanos familiares o que nadie lo haría, pero preguntante ¿Por qué dice la palabra de Dios que en el caso de Pablo Todos lloraron, lo abrazaron y besaron? O podrías preguntarte lo mismo pero de la siguiente manera ¿Por qué hay tan pocos nombres en mi mente de los que sospecho que llorarían mi partida?

La respuesta es sencilla, llorar es un acto intimo, no lloramos, abrazamos y besamos a cualquiera, SOLO ABRAZAMOS, BESAMOS Y LLORAMOS EN EL HOMBRO DE QUIEN NOS AMA Y A QUIEN APRENDIMOS A AMAR, no podemos sacar lagrimas y exponerlas delante de alguien en quien no confiamos, pero solo confiamos en quien conocemos bien y tenemos la seguridad de que nos ama.

I. REALIDAD ACTUAL DEL HOMBRE:

LECCIÓN: Todos los seres humanos necesitamos llorar pero son muy pocas las personas frente a las cuales lo podemos hacer, tenemos sentimientos internos que en algunos casos se encuentran muy bien escondidos como también sumamente protegidos, de forma que únicamente en la soledad de nuestra habitación salen a aflorar.

A Todos necesitamos tener por lo menos una persona en la cual confiar, es decir por lo menos alguien que nos ame.

1. Nosotros los adultos, los que supuestamente debemos de ser fuertes, los que estamos obligados a no llorar, los que estamos obligados a sobreponernos a las dificultades, los que no necesitamos de nadie, muchas veces somos los que mas necesitamos de un hombro amigo, sobre el cual llorar.

2. Seguramente estas sentado al lado de un amigo, o posiblemente estés solo, es decir en medio de gente, hermanos de iglesia, compañeros de trabajo, pero sintiéndote solo.

3. Y si tu estas así, imagina ahora la realidad de un Joven, con falta de aceptación social, que no conoce a su padre, que los abuelos por parte de madre fallecieron y que su madre la única en la que confía, es decir su único hombro disponible para llorar, se encuentra hace años en el extranjero trabajando para poder hacerlo estudiar, pero el caso de este joven muchas veces es simple a comparación de los cientos de casos de niños, jóvenes y adultos con los cuales a diario tu y yo nos relacionamos.

B Muchos necesitan de alguien que los ame.

1. Cuanta necesidad tiene el ser humano de un hombro sobre el cual llorar, pero cuan difícil se hace encontrar una persona que nos ame, ya que SOLO LLORAMOS EN EL HOMBRO DE QUIEN NOS AMA.

2. Por tal motivo muchas veces pasamos por este mundo sobreviviendo y consumiéndonos por dentro, luchando solos sin el apoyo de nadie, solos en medio de tanta gente, cargando día a día sin ayuda de nadie nuestras penas y problemas, sin poder ni siquiera intentar pedir la ayuda a alguien mas.

3. Que ironía, todos tenemos la misma necesidad, niños, jóvenes y adultos, pero son muy pocos los dispuestos a dar su hombro a otro para que éste pueda llorar, y como sólo se recibe lo que se da, también son pocos los que encuentran un hombro sobre el cual llorar, es decir confiamos en pocos y pocos confían en nosotros, o también podemos decir, amamos a pocos y pocos nos aman, pero es eso lo que mas necesitamos.

C El mundo en el cual vivimos es cruel.

1. Este mundo nos hace sufrir y muchas veces tanto que ya no encontramos sentido para nuestra vida, ese es el caso de quienes llegan al suicidio, y creo que de esos casos nosotros conocemos muchos.

2. Jóvenes que al encontrarse solos, sin apoyo intentan quitarse la vida, o aquellos que viven una vida de rebeldía, aquellos que tratando de conseguir la atención de la sociedad se convierten en antisociales.

3. Que triste es ver a muchos jóvenes diciendo que no pueden confiar ni en sus propios padres, ellos sienten que ellos no los aman y muchas veces efectivamente ellos no los aman, ellos solo cumplen su deber o responsabilidad de padres y nada mas, sienten que cumplen su deber al dar alimento, techo, ropa, educación y algo de tiempo.

4. En otros casos los padres si aman a sus hijos, pero de igual forma encuentran aparentes razones por las cuales no son el hombro que ellos necesitan, y si los padres encuentran esas razones pues nosotros que no somos padres de esos jóvenes (y dentro de esos jóvenes podemos incluir los que tenemos cerca de nosotros en este momento, algunos un poco mas jóvenes que otros, todos ellos necesitados de amor, comprensión, apoyo, es decir necesitados de alguien en quien confiar, necesidad que como vimos tu y yo también tenemos), luego, como dijimos, si los padres encuentran razones por las cuales no son o no pueden ser el hombro que sus hijos necesitan, entonces nosotros con muchas mas aparentes razones sentimos que no podemos ser el hombro sobre el cual lloren otros.

D Pero solo se recibe lo que se da.

1. Y siendo que solo se recibe lo que se da, vivimos siempre necesitando de un hombro sobre el cual llorar, es decir de alguien que nos ame o de alguien en quien confiar.

2. Recuerda que tú, solo lloraras en el hombro de quien estás seguro que te ama, y que nadie a quien tu no ames vendrá a llorar sobre tu hombro, porque esto significa expresar lo mas intimo de sus sentimientos delante de ti.

3. Ahora deseo repetir nuevamente las preguntas que hice al inició ¿Por qué dice la palabra de Dios que al partir Pablo, todos lloraron, lo abrazaron y besaron? Y la otra pregunta ¿si tú te despedirías hoy cuantas personas llorarían tu partida? o podríamos preguntarnos de la siguiente manera ¿Cuántos aparte de mis seres queridos en este lugar sienten que yo los amo? o ¿Cuántos me aman de verdad?

a) Responder a esta pregunta exige sinceridad y una profunda auto evaluación.

4. Nuestro

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