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Beneficios de la práctica de los frutos del Espíritu Santo en la vida del cristiano


Enviado por   •  29 de Septiembre de 2019  •  Tesis  •  2.513 Palabras (11 Páginas)  •  667 Visitas

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Capitulo I: Objeto de Estudio

  1. Tema Específico.

Área o sector: Religión.

Tema: Beneficios de la práctica de los frutos del Espíritu Santo en la vida del cristiano.

Sujetos:  Jóvenes cristianos evangélicos.

Lugar: Ilopango.

Fecha: Año 2019.

Tema específico: Los beneficios de la práctica de los frutos del Espíritu Santo en la vida de jóvenes cristianos evangélicos en Ilopango, San Salvador en el año de 2019.

1.2 Planteamiento del problema.

1.2.1 Enunciado del Problema: ¿Cómo afecta a los jóvenes cristianos que no se practiquen los frutos del Espíritu Santo?

Al aceptar a Cristo en su corazón, las personas se comprometen a dar lo mejor de sí mismos. Dado el punto que el cristiano se ha comprometido y se ha esforzado por cumplir con la palabra, llega el momento en que es notorio que esa persona lleva consigo a Cristo en su corazón, y es que, quienes le rodean lo notan, al margen de que sean cristianos o no, es evidente en la forma en como se ve; se le ve seguro/a de sí mismo/a, se nota en el trato que tiene con los demás. Es inevitable no notarlo, pero ¿Qué pasa cuando un cristiano no denota que lleva a Cristo en su corazón? Como se menciona arriba, al aceptar a Cristo en tu corazón, te comprometes a alcanzar dichas virtudes mediante las enseñanzas de la palabra de Dios, por lo que ¿No debería haber cristianos que no alcancen esas virtudes? ¿Verdad? Pues si los hay, es decir, que hay muchas personas que aceptan a Cristo en su corazón y que a pesar de haberse comprometido no denotan lo anteriormente mencionado.

Las virtudes mencionadas se conocen dentro del cristianismo como los frutos del Espíritu Santo, y para entenderlos hay que saber que se clasifican como 9, los cuales son el amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y la templanza. Cada una de estas virtudes están relacionadas entre sí de tal modo que quien tiene a Cristo en su corazón ha de manifestar estas cualidades notoria y constantemente de una u otra manera.

Los jóvenes cristianos en estos tiempos, para muchas personas no son más que lo que sus padres quieren o simples palabras, pues estos no denotan el fruto del Espíritu Santo, pues hacerlo va más allá de asistir a la iglesia, de estar en primera fila o de estudiar la palabra, pues se trata de un compromiso personal con Dios.

Ahora, ¿Qué pasa con los jóvenes y los frutos del Espíritu Santo? Cuando se habla de un cristiano que refleja los frutos del Espíritu, suele referirse a esta persona, como un cristiano “verdadero”, y con los jóvenes también aplica, muchos de ellos asisten a la iglesia por obligación de sus padres, por ver a sus amigos y amigas, novios y novias, inclusive por simple costumbre, sin realmente tener un interés por lo que se predica, y muchos de estos jóvenes dicen haber aceptado a Cristo en su corazón, y a lo mejor, es cierto, lo han hecho y le reconocen como su salvador personal, pero las personas a su alrededor no lo perciben como un cristiano, pues no ven un “cambio” ni alguna de las virtudes mencionadas anteriormente, pues si bien no es algo que ocurra de la noche a la mañana, si es algo progresivo en lo que el joven debe esforzarse por hacer, y no es algo exclusivo de la juventud, eso claro está, pero es donde nos hemos enfocado.

Si bien muchos de estos jóvenes han aceptado a Cristo y creen firmemente en su palabra, a pesar de no denotarlo, entonces, estamos hablando de crecimiento espiritual. Uno de los mayores problemas para el crecimiento espiritual es que se intenta cambiar lo que hacemos en vez de lo que somos; es decir, esforzarse tanto para en hacer lo que se quiere que las personas vean que se descuida lo más importante, lo que solo Dios puede ver. El crecimiento espiritual no tiene nada que ver con que los padres sean creyentes, pues se trata de un asunto individual, entre el joven y Dios. El crecimiento espiritual se basa en la obra del Espíritu Santo, en conocer a Dios en privado, más allá de lo que se predica, experimentar su gracia en carne propia, el crecimiento espiritual refleja a Dios en la persona y viene como efecto de una transformación real.

La consecuencia directa del joven cristiano que no practica los frutos del Espíritu Santo es el no crecimiento espiritual. Probablemente que no se llegue a conectar personalmente con Dios, inclusive alejarse de Dios.

1.2.2 Situación problemática.  El hecho de que jóvenes se congreguen y no crezcan espiritualmente es algo que resulta curioso, pues algo no estará funcionando bien, y se quiere saber por qué y aún más importante, cómo se puede solucionar, puesto que crecer espiritualmente forma parte de crear un vínculo personal con Dios y reflejar lo que es Él en la vida de una persona.

Cada vez es más difícil acercar personas a Dios, incluso más difícil acercar a un joven, hoy en día existen tantos distractores que es muy difícil captar su atención, resulta una tarea desafiante convencer a muchos jóvenes de asistir a la iglesia un sábado por la mañana, por lo que la administración del ministerio de Jóvenes en Victoria (JEV) del Tabernáculo Bíblico Bautista Ilopango ha puesto en práctica el uso de eventos para atraer a los jóvenes al ministerio, los cuales involucran celebraciones, comida e inclusive puntos, para quienes estudien en el colegio propio de la iglesia. Lo cual lleva a cuestionarse hasta qué punto los jóvenes realmente asisten porque les interesa Dios.

Si los jóvenes que asisten a JEV no van porque les nace de su corazón, ¿Por qué van? Por encontrarse con sus amigos, con sus parejas, por ganar un punto extra en la materia de formación cristiana e inclusive por cómo quieren que los demás le vean, entre otros motivos.

Es fácil darse cuenta de que no todas las personas que asisten a Jóvenes en Victoria lo hacen con el propósito de aprender sobre Dios, es de esperar que así sea. El problema reside en que este tipo de jóvenes son la mayoría. Por ejemplo, imaginemos que de 200 jóvenes que asisten a Jóvenes en Victoria 100 de ellos asisten por verse con sus amigos, 75 van por el evento de ese día y los 25 restantes asisten buscando crecer espiritualmente, ¡y por supuesto que 25 es exagerar!

El no crecer espiritualmente reside gran parte de lo planteado anteriormente, pero la situación con Jóvenes en Victoria va más allá de algunos jóvenes aparentando ser algo solo, no, se trata de que ni siquiera se sabe cuántos de los jóvenes que asisten realmente creen en Jesús y le llevan en su corazón, ya que solo una pequeña parte asiste a buscar de Dios, y de esa parte, ¿Cuántos crecen espiritualmente?

 Si de esa minoría no todos crecen espiritualmente, significa que, una escaza parte de los jóvenes que asisten practican los frutos del Espíritu Santo.

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