Bosquejo De Romano

INTRODUCCIÓN

5:6 Como éramos incapaces de salvarnos, a su debido tiempo Cristo murió por nosotros.

1.- LA GRAN MUESTRA DE AMOR DE DIOS

5:8 Pero Dios mostró su amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros a pesar de que nosotros todavía éramos pecadores.

6:4 Porque hemos muerto y fuimos sepultados juntamente con él mediante el bautismo; y tal como Cristo fue levantado de los muertos por la gloria del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva.

6:8 Y si hemos muerto con Cristo, estamos seguros de que también viviremos con él.

6:9 Sabiendo que Cristo, resucitó, ya no volverá a morir, pues la muerte ya no tiene poder sobre él.

2.- NUEVO PACTO DE FE

7:4 Así también sucede con ustedes, hermanos míos, por medio de la muerte de Cristo, a quien Dios resucitó, ya no están bajo la ley, a fin de que demos fruto.

8:9 Porque ustedes ya no viven según la carne, sino conforme el Espíritu, porque el Espíritu de Dios mora en ustedes. Y el que no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Son descendientes de nuestros antepasados; de los israelitas, y Cristo mismo era israelita en cuanto a su naturaleza humana. Y él es Dios sobre todas las cosas, ¡Alabado sea por siempre! Amén.

8:10 Y si Cristo está en ustedes; aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo el Espíritu está vivo a causa de la justicia

8:17 Y como somos sus hijos, también tendremos parte en la herencia que Dios nos ha prometido, si es que padecemos juntamente con Cristo, para que también seamos glorificados con él.

8:34 ¿Quién nos condenará? Porque Cristo murió y resucitó por nosotros, y está sentado además a la derecha de Dios, e intercede por nosotros.

3.- NADA PUEDE SEPARARTE DE DIOS

8:35 ¿Podrá algo separarnos del amor de Cristo? ¿Dificultades, los problemas, las persecuciones, el hambre, la desnudez, el peligro, o muerte?

9:1 Yo le creo a Cristo, digo la verdad, no miento. El Espíritu Santo guía mi conciencia, me asegura que esto es verdad.

9:3 Pues hasta quisiera estar yo mismo bajo maldición, separado de Cristo, para así favorecer a mis hermanos, los que son de mi propia raza.

10:4 Porque el fin de ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.

10:7 O, ¿Quién descenderá del abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos).

12:5 Así también nosotros, aunque somos

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