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CAMINO A LA PASCUA: Algunos Contenidos Para La Celebración Del Miércoles De Cenizas


Enviado por   •  24 de Mayo de 2012  •  2.394 Palabras (10 Páginas)  •  577 Visitas

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CAMINO A LA PASCUA

Algunos Contenidos para la Celebración del Miércoles de Cenizas

0. INTRODUCCION

No es habitual que iniciamos la Cuaresma durante el año escolar, es más bien un hecho extraordinario que en esta oportunidad queremos aprovechar lo mejor posible. Esta es la razón de esta breve catequesis de preparación a la liturgia en la que vamos a iniciar el tiempo de Cuaresma recibiendo las cenizas.

1. EL AÑO LITURGICO

1.1. Significado del año litúrgico

Cada uno de nosotros se mueve entre dos coordenadas; espacio y tiempo. Ninguno puede desconocer que el tiempo tiene un profundo significado para nuestra vida. Basta mirar nuestras fotografías, para observar las huellas del tiempo en nuestro propio cuerpo... recordar nuestro pasado, para descubrir el paso del tiempo dejando el recuerdo de momentos hermosos y también de aquellos tristes.

Y justamente, porque recordar es importante, vamos transformando en fiesta aquellos acontecimientos de particular importancia en nuestra existencia: celebramos el día de nuestro nacimiento (¡algunos celebran incluso el día de su concepción!), de nuestra primera comunión, de nuestro pololeo, matrimonio, etc... Celebramos el pasado y el presente... celebramos lo bueno y también lo triste. Por ejemplo, quién de nosotros no tiene muy grabado en su corazón el día en el que nuestros seres queridos nos abandonaron para siempre...

Pero no celebramos solamente como persona sino que también como comunidad, como colegio, como nación, como Iglesia. Hay acontecimientos que tienen profundo significado para toda la humanidad, como por ejemplo: el descubrimiento de América, las guerras mundiales, la independencia de los diversos países.

Y cuando nos juntamos para celebrar algún acontecimiento, no es sólo cuestión de mirar el pasado, sino que se trata de traer a la memoria aquello que se está festejando... es como si el pasado, por un momento se volviese presente... y de esa forma pudiésemos traer al hoy vivencias e incluso personas que ya no están con nosotros.

La Iglesia, también tiene sus motivos para festejar, recordar y hacer presente aquello que celebra: la acción salvadora de Cristo en la historia de la humanidad y de cada persona. La comunidad eclesial, como toda comunidad, también tiene un calendario de celebraciones, el que no coincide con el año civil. En efecto, el año civil comienza el 1 de enero, y en cambio el año litúrgico inicia el domingo más cercano al 30 de noviembre que pasa a ser el primer domingo de Adviento (no tiene fecha fija).

El año litúrgico no pretende ser sólo un recuerdo del pasado, sino que también un camino de crecimiento en la vida cristiana, de modo que en la misma medida que se sigue la vida de Cristo en las fiestas litúrgicas, cada cristiano se identifique siempre más con el Señor, y viva como Él vivió.

Quiere ser también, una ayuda para que el pueblo cristiano alabe a Dios por las maravillas que ha obrado en la historia de la humanidad, y en la historia de cada persona.

El centro de todas las celebraciones de la Iglesia (año litúrgico) es la persona de CRISTO, que hoy sigue presente y actúa en el tiempo. Las fiestas del calendario litúrgico se ordenan teniendo presente dos de los momentos más importantes en la vida de Cristo: su nacimiento y su muerte y resurrección.

1.2. Tiempos litúrgicos

El nacimiento de Cristo (Navidad) y la Muerte y Resurrección del Señor (Pascua) son las dos fiestas en torno a las cuales se fueron organizando otros momentos. En efecto, eran tan importantes estos acontecimientos, que pronto surgieron todo un tiempo de preparación previo a cada celebración. Así nació el tiempo de Adviento y Cuaresma como preparación a la Navidad y la Pascua respectivamente. El resto del año, que no entra en estos ciclos, se le llama Tiempo Ordinario o Común.

Es importante indicar que el día domingo es el que marca la pauta para la semana. Esto porque de los relatos de los evangelios se desprende que Jesús resucitó un domingo, y resucitado siempre se apareció a los apóstoles en domingo. Para el cristiano es el primer día de la semana. De este modo, al primer domingo de adviento, le sigue la primera semana de adviento, y así sucesivamente.

Por su importancia, tanto la Navidad como la Pascua son fiestas que se celebran a lo largo de toda la semana, es lo que en liturgia llamamos "octava" (octava de Navidad y octava de pascua).

El vestuario que usan los sacerdotes en las celebraciones, van cambiando de color, de acuerdo al tiempo que se está celebrando: Adviento y Cuaresma: morado; Navidad y Pascua: blanco; Ordinario: verde.

De acuerdo a esto, tenemos que el calendario litúrgico se ordena de la siguiente manera (hay que hacer notar que las fechas son movibles, con excepción del 25 de diciembre):

Adviento: tiempo de preparación a la Navidad, que nos invita a acoger al niño Jesús preparando nuestro corazón con actitudes de amor y paz respecto a los demás. Dura aproximadamente 4 semanas, y comienza a fines de noviembre, culminando el 25 Diciembre. La palabra Adviento significa "espera".

Navidad: celebra el Nacimiento de Cristo, y tiene una duración aproximada de 2 a 3 semanas. Durante este tiempo se celebran fiestas muy conocidas como: el martirio de los niños inocentes y la Epifanía (la manifestación del niño Jesús a los reyes magos).

Ordinario: Terminada la celebración de Navidad, se inicia el tiempo ordinario, en el que domingo a domingo, junto con recorrer la vida de Jesús, se nos invita a hacer de nuestra propia existencia un seguimiento de Cristo. En su totalidad dura 34 semanas.

Cuaresma: El tiempo ordinario es interrumpido por la cuaresma. Más adelante le dedicaremos amplio espacio a este tema.

Pascua: Es la fiesta más importante de un cristiano: la muerte y resurrección del Señor.

Ordinario: Una vez concluido el tiempo pascual, continua el tiempo ordinario, hasta llegar a Adviento nuevamente.

1.3. Fiestas de los santos

Junto con los tiempos litúrgicos, la Iglesia va celebrando las fiestas de la Virgen y de los santos, que son los grandes modelos de seguimiento de Cristo, especialmente la Madre de Dios. Por ejemplo, el 31 de Enero celebramos la fiesta de Don Bosco, el 6 de Mayo la de Santo Domingo

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