COMENTARIO al Marco Teórico de la Fragmentación y Recomposición del Campo Religioso en Bogotá

Teniendo en cuenta que la Religión es la orientación del hombre hacia lo santo o lo sagrado, y que Pluralismo Religioso es la concepción de una relación pacífica entre las diferentes religiones, pero sin imposiciones violentas de reducir todas las religiones a un mínimo común a todas ellas, podemos decir que en Bogotá, donde confluyen, diferentes tipos de religiones, perfectamente se puede mirar como el renacimiento religioso que ha viene desde el siglo XX, ha venido evolucionando, hasta ser afectados por la mutación religiosa, donde grandes multitudes han abandonado los caminos monopolizados por la tradicional Iglesia Católica en la cual también nací, en búsqueda de nuevas opciones de fe, optando por nuevos ritos y creencias, no necesariamente cultos al no ser interiorizados a través de un estudio consiente de lo que hacen, sino influenciados directamente por una fe de carbonero, donde solamente se limitan a creer en lo que les dicen, o ceñidos por la tradición familiar, nací católico y moriré católico, condenándose por causa sin argumentos y con consecuencias fatales simplemente por ignorancia.

Lastimosamente el problema no es solamente de credo y de tradición, sino un cambio cultural con otros fines o intereses oscuros con el fin de satisfacer el ego de una religión seducida por el poder, donde se le deja la responsabilidad de salvación a sus creyentes, a través de sus obras.

Desde otro punto de vista ya sin tener en cuenta la esencia o definición de lo que es religión, sino como un producto social, como lo llama el autor en el texto, se pretende mantener una perspectiva comprensiva e interpretativa del fenómeno religioso desde el punto subjetivo, o sea desde cómo lo ve el creyente, sesgando su concepción por el exterior de lo que le pasa en ese momento, o sea interactuando y siendo influenciada su manera de pensar y actuar por las circunstancias en las que vive, construyendo, “creando” su mundo, a través de la cultura, lo que entre comillas le da sentido a su existencia material y no espiritual, de igual manera el objetivo también hace parte de la cultura colectiva como un productos humano, porque es una realidad exterior a él mismo, ya que se basa en los hechos individuales o limitado a ellos, y no en hechos históricos.

A mi manera de ver, hay una gran preocupación, al ver la necesidad de la gente en nuestra ciudad, que a pesar de lo bueno o malo que le esté sucediendo, apela con afán a su subconsciente para buscar llenar vacíos, paz, tranquilidad, respuestas a sus preguntas o respuesta a su necesidad, milagros, etc, en lo algo que crea santo o sagrado, y convertirlo automáticamente en su dios, pensando solamente en el momento, en una solución inmediata y no lo trascendental, que para nuestro caso es la vida eterna.

Esas son las consecuencias, de tener a la mano tantas opciones de religiones, influenciadas directamente por la cultura y no al contrario, por eso el reto no solo está en seguir incansablemente evangelizando, sino cimentando verdadero discípulos que continúen expandiendo el reino de Dios, la cual vista desde nuestra perspectiva integral, hace del Cristianismo, más que un sistema religioso, una manera de ser y de actuar, mostrándola con ejemplo y testimonio en nuestro entorno y diario vivir, más cultual y no ritual; una teología al servicio de la vida y no nuestra vida al servicio de la teología, pues estoy convencido de que no hay una cultura cristiana, sino una doctrina cristiana para toda esta pluralidad de culturas.

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