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Canon Pali


Enviado por   •  7 de Noviembre de 2012  •  11.359 Palabras (46 Páginas)  •  276 Visitas

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Selecciones del Canon Pali

El Canon Pali es probablemente la versión escrita más antigua de las enseñazas del Buda. El conjunto comprende muchos tomos. Esta selección tiene algunos de los discursos cortos más famosos.

Indice

Culagosingha Sutta 2

El Buda vista el bikkhu (monje) Anuruddha que vive con dos otros y regocija a ver la armonía de su convivencia.

Metta Sutta 6

El discurso sobre Metta, el amor hacia todos lo seres.

Kosambiya Sutta 7

El Buda se entera que un grupo de bikkhus viven sumergidos en riñas y disputas constantes. Les llama y les da una enseñanza apropiada.

Dhammacakkappavattana Sutta 11

El primer discurso de Buda. Da un resumen de sus enseñanzas principales y Kondañña es la primera persona que entiende. Las deidades se alegran que el Buda ha podido guiar otro ser humano a la Iluminación.

Bahiya Sutta 14

Bahiya hace un viaje largo para conocer al Buda. Lo encuentra ocupado. Bahiya insiste que le dé una enseñanza de una vez ya que la vida es corta. Gana la Iluminación enseguida al escuchar el Buda.

Maha-Mangala Sutta 17

Unos versos de bendición especialmente dirigidos a los laicos.

Sutta de Meghiya 18

Meghiya acompaña al Buda pero quiere ir solo a meditar. Aunque el Buda le aconseja que no es el momento adecuado se va de todos modos. Después de su fracaso el Buda le da unas enseñanzas.

Anattalakkhana-Sutta 21

Uno de los discursos donde el Buda expone la doctrina central del budismo de anatta o “no-alma”.

El Sutta de los Kalamas 23

La tribu de los Kalamas se sienten confundidos ya que hay muchos maestros espirituales que enseñan cosas diferentes. El Buda les da unas pautas para evaluar lo que escuchan.

Culagosingha Sutta

Esto he oído. En cierta ocasión el Bienaventurado residía en Nadika en la Casa de Ladrillo. En aquella ocasión el venerable Anuruddha, el venerable Nadiya y el venerable Kimbila residían en el Parque de la arboleda (de los bosques de árboles sal) de Gosinga.

Entonces, al atardecer, el Bienaventurado se alzó tras su meditación y fue al Parque de Gosinga. El guardián del parque vio al Bienaventurado acercarse y le dijo:

-No entres en este parque asceta. Hay aquí tres miembros de un clan que buscan su propio bien. No les molestes.

El venerable Anuruddha oyó al guardián del parque hablar al Bienaventurado y le dijo:

-Amigo guardián del parque, no dejes fuera al Bienaventurado. Es nuestro Maestro, el Bienaventurado, quien ha venido.

Entonces, el venerable Anuruddha fue al venerable Nandiya y al venerable Kimbila y les dijo:

-¡Vengan, venerables señores, vengan! Nuestro Maestro, el Bienaventurado, ha venido.

Entonces los tres juntos fueron a encontrarse con el Bienaventurado. Uno tomó su cuenco y hábito externo, otro preparó un asiento y el otro fue a buscar agua para que se lavara los pies. El Bienaventurado se sentó en el asiento que se le había preparado y se lavó los pies. Entonces estos tres venerables señores rindieron honores al Bienaventurado y se sentaron a un lado. Una vez sentados el Bienaventurado les dijo:

-Anuruddha, espero que todos ustedes estén bien, espero que estén cómodos y no tengan dificultades para conseguir la limosna de la comida. Espero, Anuruddha, que vivan ustedes en concordia, con aprecio mutuo, sin disputar, como se mezclan la leche y el agua, considerándose con cariño.

-Sin duda, venerable señor, vivimos en concordia, con aprecio mutuo, sin disputar, como se mezclan la leche y el agua, considerándonos con cariño.

-Pero, Anuruddha ¿Cómo viven ustedes así?

-Venerable señor, en cuanto a eso, yo pienso así: Es una ventaja para mi, es una gran ventaja, vivir con tales compañeros en la vida santa.

Mantengo actos corporales de amor (metta) hacia estos venerables señores, tanto en público como en privado; mantengo actos verbales de amor (metta) hacia ambos, tanto en público como en privado; mantengo actos mentales de amor (metta) hacia ambos, tanto en público como en privado. Yo considero: ¿Por qué no dejar a un lado lo que yo deseo hacer para hacer lo que deseen estos venerables señores? Entonces dejo a un lado lo que yo deseo hacer y hago lo que desean estos venerables señores. Nuestros cuerpos son diferentes, venerable señor, pero nuestras mentes son una.

El venerable Nandiya y el venerable Kimbila dijeron lo mismo, añandiendo:

-Así, venerable señor, es como vivimos en concordia, con aprecio mutuo, sin disputar, como se mezclan la leche y el agua, considerándonos con cariño.

-Muy bien, muy bien, Anuruddha. Espero que permanezcan ustedes diligentes, apasionados y resueltos.

-Sin duda, señor, permanecemos diligentes, apasionados y resueltos

-Pero ¿Cómo permanecen ustedes así?

-En cuanto a eso, venerable señor, el primero de nosotros en volver de la aldea con la comida de limosna, prepara los asientos, pone el agua para beber y el agua para lavarse, y coloca el cubo de la basura en su sitio. El que de nosotros vuelve el último come lo que queda de comida, si lo desea, y si no, la tira donde no haya vegetación o la echa en agua en la que no haya vida. Él retira los asientos, el agua para beber y el agua para lavarse, y barre el comedor. Cualquiera de los tres que note que los jarros de agua para beber, para lavarse o para las letrinas están vacíos o con poco agua, se ocupa de ellos. Si pesan demasiado para él, llama a otro haciéndole una señal con la mano y juntando las manos ambos lo mueven, pero por eso no entablamos conversación. Ahora bien, cada cinco

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