Carne Y Sangre De Cristo
soar_kamil10 de Julio de 2014
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El Sufrimiento de Jesús En La Cruz
Desde un punto de vista Médico
Dr. C. Truman Davis, M.D., M.S.
Traductor y editor, Rafael Shead, con ayuda de Dr. Nelson Arriagada M., Cirujano Ortopédico
LA CRUCIFIXION DE JESUS
En este artículo discutiré algunos de los aspectos físicos de la pasión, o sufrimiento, de Jesucristo. Lo seguiremos desde Getsemaní, a través de sus juicios, su flagelación, su senda por la Vía Dolorosa, hasta sus últimas horas agonizando en la cruz.
Me interesé en estos asuntos hace un año aproximadamente cuando leí sobre la crucifixión en el libro en inglés por JimBishop llamado The Day ChristDied (El día que Cristo murió). Repentinamente me di cuenta que yo no había puesto mucha atención a la Crucifixión durante tantos años y que yo me había desensibilizado a sus horrores debido a una fácil familiaridad con sus crudos detalles y por una amistad alejada con él. Por fin se me ocurrió que siendo yo un médico, ni sabía la causa real de su muerte. Los Evangelistas, Mateo, Marcos, Lucas, y Juan, no nos ayudan mucho en este punto, porque crucifixión y flagelación eran tan comunes durante sus tiempos que ellos consideraron una descripción detallada totalmente superflua. Entonces, tenemos las palabras concisas de ellos: "Pilato. . . entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuese crucificado. . . Y le sacaron para crucificarle."
Estoy en deuda con muchos que han estudiado este asunto en el pasado, y en especial a mi colega contemporáneo Dr. Pierre Barbet, cirujano francés, quien ha hecho investigación exhaustiva tanto histórica como experimental y quien ha escrito ampliamente sobre el tema.
No estoy calificado para discutir el infinito sufrimiento psíquico y espiritual de Dios que vivió en cuerpo humano para propiciación por los pecados de la raza humana caída. No obstante, podemos examinar con algunos detalles los aspectos fisiológicos y anatómicos de la pasión de nuestro Señor. . . ¿Qué sostuvo el cuerpo de Jesús de Nazaret realmente durante esas horas de tortura?
Esta pregunta me llevó primeramente al estudio de la práctica de la crucifixión misma; es decir, la tortura y la ejecución de una persona por fijación a una cruz. Aparentemente, la primera práctica de crucifixión fue realizada por los persas. Alejandro Magno y sus generales la trajeron al mundo Mediterráneo a Egipto y a Cartago. Los romanos aparentemente aprendieron la práctica de los cartagineses, y (tal como con casi todo lo que hacían los romanos) desarrollaron rápidamente un alto grado de eficiencia y habilidad en llevarla a cabo. Varios autores romanos (incluyendo a Tito Livio, a Cicerón, y a Tácito) comentan sobre el tema. Varias innovaciones y modificaciones se describen en la literatura antigua. Mencionaré solo unas pocas que tienen que ver con nuestro objetivo. El travesaño (patibulum)de la cruz a veces se fijaba a unos sesenta o noventa centímetros del extremo más alto del madero vertical (estípite). Esto es lo que comúnmente pensamos como la forma clásica de una cruz (la que después hemos llamado la Cruz Latina); sin embargo, la forma común en los días de nuestro Señor fue la Cruz Tau (parecida a la letra griega de tau, o como nuestra "T"), también llamada la Cruz de San Antonio. En esta cruz el travesaño fue colocado en un corte (o mortaja) en el poste. Existe una abrumadora evidencia arqueológica de que éste es el tipo de cruz en que Jesús fue crucificado.
El poste estaba fijado permanentemente en el sitio de ejecución y el condenado era obligado a cargar el travesaño, que pesaba alrededor de cuarenta y cinco kilos, desde la prisión hasta el lugar del suplicio. Sin ninguna prueba ni histórica ni bíblica, pintores medievales y renacentistas nos han impuesto el cuadro de Cristo llevando la cruz entera. Muchos de aquellos pintores y la mayoría de los escultores de crucifijos hoy demuestran los clavos atravesando las palmas. Escritos históricos romanos y trabajo experimental han demostrado que los clavos fueron martillados entre pequeños huesos de las muñecas (carpo), y no por las palmas. Clavos que penetraran las palmas romperían los músculos entre los metacarpianos al soportar el peso de un cuerpo humano. El concepto equivocado puede haberse creado por un malentendido referente a las palabras de Jesús cuando dijo a Tomás, "Mira mis manos." Anatomistas, modernos y de la antigüedad siempre han considerado la muñeca como parte de la mano.
Un títulus o letrero pequeño que indicaba la ofensa del condenado se llevaba de costumbre al frente de la procesión para posteriormente clavarse en la cruz, arriba de la cabeza del condenado. Este letrero clavado en la parte superior de la cruz daría una imagen similar a la tradicional Cruz Latina.
La pasión física del Cristo comienza en Getsemaní. De los muchos aspectos de este sufrimiento inicial, comentaré solamente el de interés fisiológico: el sudor sangriento. Es interesante que el médico del grupo, San Lucas, es el único que lo menciona. Él dice, "Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra."
Los eruditos modernos han hecho todo intento imaginable para apoyar la omisión de esta frase, evidentemente bajo la impresión equivocada que esto simplemente no ocurrió.
Se ahorrarían muchos esfuerzos consultando la literatura médica. Aunque muy raro, el fenómeno de hematidrosis, o sudor de sangre, está bien documentado. Bajo un gran estrés emocional los vasos capilares diminutos en las glándulas sudoríparas se pueden romper, mezclándose así sangre con sudor. Este proceso por sí sólo podría haber producido una debilidad marcada, y posiblemente shock.
El Dr. LeBec escribe: “Es un agotamiento físico acompañado de un trastorno moral, consecuencia de una emoción profunda, de un miedo atroz” (Le supplice de la Croix, Paris, 1925)
Se describe como una dilatación y ruptura de los vasos capilares subcutáneos en su punto de contacto con la base de los millones de glándulas sudoríparas. La sangre se mezcla con el sudor y se coagula sobre la piel después de la exudación. Es esta mezcla de sudor y coágulos la que se va juntando hasta correr por encima de la piel de todo el cuerpo en cantidad suficiente como para caer al suelo.
Esta hemorragia microscópica tiene lugar en toda la piel, la cual queda, por esta causa lesionada, dolorida y muy sensible a los golpes.
Esta agonía de Jesús no se debía tanto a los padecimientos físicos que pasaría, sino a la realidad de que los pecados y enfermedades de la humanidad vendrían sobre él. En su oración del huerto le dijo al Padre: “si quieres, pasa de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya…”
La copa Jesús bebió y no se resistió a la voluntad del Padre.
Avanzaremos rápidamente a través de la traición y arresto. Debo enfatizar nuevamente que porciones importantes de la historia de la pasión de Jesús el Señor no aparecen en este artículo. Esto puede ser frustrante para usted, mas para adherirnos a nuestro propósito de discutir sólo los aspectos puramente físicos de la Pasión, tales omisiones son necesarias. Después del arresto en medio de la noche, Jesús fue llevado ante Anás, el ex sumo sacerdote, y luego ante su yerno, Caifás, el actual sumo sacerdote, junto con el Sanedrín. Es aquí, con Anás, donde le fue infligido el trauma físico. Uno de los guardias estimó que Jesús había contestado a Anás en forma incorrecta, y estando al lado de Jesús, le dio una bofetada en la cara (Juan 18:22). Algunos comentaristas dicen que aquí La palabra usada por Juan no significaba bofetada sino un bastonazo. El Dr. JudicaCordiglia dice: “ es una lesión del cartílago de la nariz y la posible desviación de la misma debido a un golpe con un palo corto, cilíndrico y de 4 a 5 cm de diámetro.” Un golpe a la nariz que fue capaz de desviarla de su plano normal y de lesionar el cartílago. Aquí debió haber salido abundante sangre.
Después de muchos testigos falsos que no concordaban en sus testimonios, Caifás pregunta directamente a Jesús y, por fin, recibe una respuesta con la cual el concilio (Sanedrín) puede llamarlo blasfemo y declararlo reo de muerte. Los guardias del palacio luego vendan los ojos del condenado y burlonamente le desafían a identificarlos mientras pasan, por turno, escupiéndole y dándole golpes en la cara.
Recordemos que la piel de Jesús ya estaba sensible al sudar sangre y ahora aquí dice Mateo en el verso 67: “..Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban…” Aquí, aunque los evangelios no lo relatan, el profeta Isaías incluye que los pelos de su barba eran arrancados: “di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban el cabello; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.” (Isaías 50:6)
En la madrugada, Jesús, golpeado y magullado, deshidratado, y exhausto por la trasnochada, es conducido a través de Jerusalén al pretorio de la Fortaleza Antonia, la sede del gobierno del Procurador de Judea, Poncio Pilato. Usted recordará la actuación de Pilato tratando de pasar la responsabilidad a Herodes Antipas el tetrarca de Galilea. Jesús, al parecer, no sufrió maltrato físico bajo Herodes y fue devuelto a Pilato.
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