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Clases Apocalipsis


Enviado por   •  23 de Agosto de 2014  •  4.621 Palabras (19 Páginas)  •  190 Visitas

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ESTUDIO DEL APOCALIPSIS DE JUAN

INTRODUCCIÓN

El Apocalipsis es no solo un libro diferente a todo el NT, sino también notoriamente difícil de entender para el hombre moderno. En consecuencia, se ha abandonado muchas veces como totalmente ininteligible, y algunas veces se ha convertido en el terreno reservado de los excéntricos religiosos, que encuentran en él evidencias para sus propias excentricidades. Muchos han hecho hincapié en la ininteligibilidad del Apocalipsis, y no pocos han discutido su derecho a formar parte del Nuevo Testamento.

Por otra parte hay algunos en cada generación que aman este libro.

Este libro nos resultará difícil pero, sin duda, nos resultará también que valía la pena estudiarlo hasta que nos descubra sus riquezas.

1-La literatura Apocalíptica

Apocalipsis es la transcripción de su nombre en griego, Apocálypsis, que significa Revelación. Entre el Antiguo y el Nuevo Testamento se desarrolló una gran masa de lo que llamamos literatura apocalíptica, producto de una esperanza judía inextinguible…

La Historia era para los judíos un catálogo de desastres por los que se iba haciendo claro que ningún libertador humano podría rescatarlos.

Los judíos dividían la historia del tiempo en dos edades. Estaba esta edad presente, que era absolutamente e irremediablemente mala, que acabaría en una destrucción total, y estaba la edad por venir, la edad de oro de Dios, en la que todo sería paz, prosperidad y justicia, y el pueblo escogido de Dios sería vindicado por fin y ocuparía el lugar que le correspondía por derecho propio.

Los judíos creían que el cambio no se podría producir nunca por intervención humana, y por tanto esperaban una intervención directa de Dios. Él Se presentaría en el escenario de la Historia para desterrar de la existencia este mundo presente e introducir la edad de oro de los judíos. Ese día se llamaba EL Día del Señor, y sería un tiempo terrible de terror y destrucción y juicio que serían los dolores de parto de la nueva era…Toda la literatura apocalíptica trataba de estos acontecimientos: el pecado de esta edad presente, los terrores del tiempo intermedio y las bendiciones de la edad por venir y se compone exclusivamente de sueños y visiones del fin del mundo…

Cuanto más los oprimía algún poder extranjero, más soñaban con la destrucción de ese poder y con su propia vindicación. Pero no habría hecho más que empeorar la situación el que el poder opresor hubiera podido entender esos sueños escritos; se habrían interpretado como obras de revolucionarios rebeldes. Tales libros, por tanto, se solían escribir en código, revistiéndose a propósito en un lenguaje ininteligible para los de fuera…

Nuestro Apocalipsis es un apocalipsis cristiano y se escribió siguiendo exactamente el esquema judío y la concepción básica de las dos edades. La única, pero fundamental, diferencia es que sustituye el Día del Señor por la Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo.

2-Apocalíptica y Profecía

La diferencia entre los profetas y los apocaliptistas era muy real. Había dos diferencias principales, una en cuanto al mensaje y otra en cuanto al método.

El profeta pensaba en términos del mundo presente. Su mensaje era a menudo un clamor por justicia social, económica y política; y era siempre una llamada a obedecer y servir a Dios en el mundo presente.

Para el apocaliptista el mundo ya no tenía remedio; creía, no en su reforma, sino en la desaparición de este mundo presente y contemplaba la creación de un mundo nuevo cuando este ya hubiera sido deshecho por la ira vengativa de Dios.

Además vemos que el mensaje del profeta era hablado, y el del apocaliptista era siempre escrito, por los riesgos descriptos precedentemente.

A pesar de esta diferencia muchos intérpretes entienden que nuestro Apocalipsis es también un libro profético por declaraciones que hace el mismo Juan (10:11; 22: 7, 10, 18)

3-El Autor

El autor del Apocalipsis se llamaba Juan. Empieza diciendo que Dios envió a Su siervo Juan las visiones que va a relatar (1:1).

Vivió en Asia en la misma esfera que los cristianos de las siete Iglesias. Se identifica como hermano de los destinatarios de su carta; y dice que él está pasando por las mismas tribulaciones que ellos (1:9).

Estaba empapado en el Antiguo Testamento: lo cita o alude 245 veces... Sus favoritos eran Isaías, Daniel, Ezequiel, Salmos, Éxodo, Jeremías, Zacarías. No solo conocía el Antiguo Testamento íntimamente, sino estaba familiarizado con la literatura apocalíptica que floreció entre los dos Testamentos.

Se identifica como profeta, y en ello basa su derecho a hablar. Aquí es donde radica la autoridad de Juan. No se identifica como apóstol, como hace Pablo cuando quiere reclamar su derecho a hablar. No tiene una posición oficial o administrativa en la Iglesia; es un profeta. Escribe lo que ve; y como lo que ve viene de Dios, su palabra es fiel y verdadera (1:11,19).

Algunos (Barckay, base de nuestro estudio incluido) dudan que haya sido Juan el apóstol de Jesús porque no se habría identificado entonces como profeta.

Hay también notables diferencias en el griego usado entre el Evangelio de Juan y Apocalipsis (aquel es muy superior)… Pero al mismo tiempo se advierten suficientes semejanzas de pensamiento y lenguaje como para dejar bien claro que ambos libros proceden del mismo centro y del mismo mundo de pensamiento.

Pero muchos otros críticos sostienen la paternidad literaria del apóstol Juan, basados en el testimonio de los creyentes primitivos que no dudaron al respecto. Transcribimos algunas opiniones:

“No se puede ignorar el testimonio de la Iglesia primitiva en cuanto a la paternidad de Juan. El Apocalipsis es citado con el nombre de su autor en fechas aún más antiguas que cualquier otro libro del Nuevo Testamento, con excepción de 1 Corintios...”

“Las investigaciones modernas suelen agrupar los escritos atribuidos a Juan y algunas llegan a afirmar que pertenecen a una comunidad denominada "juanina". Esta postura no indicaría necesariamente la autoría directa del apóstol Juan, pero sí que una comunidad fuertemente influenciada por él, sería la que generaría estos documentos. Así, aunque Juan no hubiera escrito de puño y letra el Apocalipsis, sería como si lo hubiera hecho a través de esta comunidad.”

La autoría definitiva, como todos

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