Cápsulas informativas

CÁPSULAS SÉPTIMA RONDA

1. Abraham era un hombre de fe, pero no era perfecto. La hambruna lo presionó a vivir en Egipto y esa decisión de ir allí mostró poca fe. En Egipto, sus acciones ante Faraón dan a conocer su debilidad espiritual.

Faraón pudiera haber matado a Abraham para conseguir a Sara, su hermosa esposa.

Abraham pensaba que estaría seguro y sería respetado al decir que Sara era su hermana, pero con esto no le dijo la verdad completa a Faraón. Ella era su medio-hermana, pero también su esposa. Más tarde, salió de Egipto con regalos de Faraón, pero en vergüenza, sabiendo que había fallado en demostrar su fe en Dios según podemos ver en Genesis en su capítulo 12:11-20.

Dios había prometido a Abraham que él llegaría a ser el padre de muchas naciones. Abraham mostró fe en las promesas de Dios. La gente de Canaán adoraba a muchos dioses. Pero desde el principio Abraham obedeció al SEÑOR. La fe en Dios lo capacitó para apartarse de la religión de su tiempo. Donde quiera que Abraham iba en Canaán, edificaba un altar a Dios. Esto era un testimonio público de que él adoraba al Altísimo, al Dios vivo, el SEÑOR que provee, “el Dios de los cielos y el Dios de la tierra”.

2. La promesa que Dios le dio a Abraham tiene seis partes en común según Génesis 12:2-3. Y están son:

• Haré de ti una nación grande.

• Te bendeciré.

• Engrandeceré tu nombre.

• Serás bendición a otros.

• Bendeciré a los que te bendijeren, y maldeciré a los que te maldijeren.

• Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

Las promesas de Dios a Abraham se han cumplido a través de la historia. Dios continúa bendiciendo hoy a sus descendientes. El cumplimiento de estas promesas es mucho más grande de lo que Abraham esperaba. Él fue bendito durante su vida, y sabía antes de morir que muchas naciones saldrían de Ismael, Isaac y sus otros hijos. Pero hoy, los judíos, los musulmanes y los cristianos honran el nombre de Abraham. Dios prometió que Abraham sería de bendición a todas las familias de la tierra. Esta promesa se cumple en Cristo. El Evangelio de Mateo dice que Jesús —el Salvador del mundo— es “el hijo de Abraham”.

3. Sabías qué, La Biblia se refiere a Abraham como a un amigo de Dios.

Dios compartió con Abraham sus planes de destruir a Sodoma y Gomorra. Esto lo llevó a orar y terminó su oración con una pregunta basada en la fe: “El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?” según vemos en Génesis 18:25. Dios le prometió a Abraham que salvaría a Sodoma y Gomorra si encontraba diez personas justas allí. Dios quiso mostrar misericordia, pero destruyó las ciudades porque tenían menos de diez personas justas, aun así, Dios rescató a Lot y a su familia. Probablemente ellos eran las únicas personas justas en Sodoma, ya que sabemos que había menos de diez.

Los hombres de Sodoma eran homosexuales. Ellos trataron de abusar sexualmente de los ángeles que Dios envió a la ciudad. Podemos ver el relato de esta historia en el libro de Génesis su capítulo 19. La Biblia enseña que es un pecado muy grande que los hombres tengan relaciones sexuales con hombres, o las mujeres con mujeres. Este tipo de pecado es tan malo a los ojos de Dios que él destruyó a Sodoma y Gomorra. Pero aún hay un pecado peor que el pecado de Sodoma, y es rechazar a Jesús como Salvador y Señor.

4. Sabías que Abraham enfrentó la prueba más grande de su fe después del nacimiento de su hijo Isaac. Dios le pidió sacrificar a Isaac sobre el Monte de Moriah. Abraham obedeció. Él creyó que Dios podía levantar a su hijo de los muertos.

Isaac le hizo a su padre una pregunta difícil, mientras caminaban a Moriah. Preguntó dónde estaba el sacrificio. Abraham profetizó que Dios mismo se proveería del sacrificio según vemos en el libro de Génesis 22:1-19; Dios respondió de dos maneras. Primero, Dios proveyó un carnero para que Abraham ofreciera en lugar de Isaac. Siglos después, dio a su propio Hijo amado como sacrificio perfecto para todos. Algunos piensan que Jesús murió sobre la montaña donde Isaac fue liberado. Un carnero murió en lugar de Isaac sobre el Monte de Moriah. Asimismo, Jesús murió sobre esa montaña u otra cercana para que nosotros pudiéramos vivir.

...