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DEFENSA DE LA TRICOTOMIA-NATURALEZA DEL HOMBRE.


Enviado por   •  3 de Octubre de 2016  •  Trabajos  •  930 Palabras (4 Páginas)  •  717 Visitas

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DEFENSA DE LA TRICOTOMIA-NATURALEZA DEL HOMBRE.


INTRODUCCIÓN
Dios como fuente y dueño de toda la creación, nos ha dejado información de todo lo que necesitamos saber, y este tema no es la excepción. Hoy día hay mucha documentación al respecto, entre la cual mucha es falsa. Por ello se vuelve necesario y urgente tener claro el punto de vista bíblico respecto a este tema.


I- LA TRINIDAD DEL HOMBRE O TRICOTOMIA 

De acuerdo a la revelación bíblica, el ser humano está compuesto de dos sustancias: material e inmaterial, (Génesis 2:7). Sin embargo en (1° Tesalonicenses 5:23 y Hebreos 4:12), la Biblia demuestra que la sustancia inmaterial se divide en dos, alma y espíritu, las cuales tienen funciones diferentes, de aquí viene el vocablo tricotomía (aunque no aparece como tal en la Biblia), algunos teólogos plantean la dicotomía en contraposición a la tricotomía. Se considera que no hay problema en cual sea el punto, siempre que sea de la manera adecuada, pues la Biblia los utiliza en algunas ocasiones indistinta o alternativamente. 
Por ejemplo, alma, en (Mateo 10:28) se emplea en referencia al ser humano cuando tiene vida, y en (Apocalipsis 6:9-10) estando ya muerto hace referencia a cuando vivía. Por otra parte espíritu, en (Hechos 7:59) se refiere a las personas que han muerto, y en (Apocalipsis 4:2) hace referencia a personas que, estando vivas han sido “arrebatadas” del cuerpo transitoriamente. Puede apreciarse cómo el espíritu se relaciona con Dios; mientras que el alma con el cuerpo. 


a. EL ESPÍRITU HUMANO
Espíritu (del griego pneuma) es dado por Dios y está estrechamente unido al alma, de tal manera que no se pueden separar. Se relaciona con Dios, por tanto es susceptible a sus instrucciones, es de una dimensión sobrenatural, responde a la fe, es donde la Palabra de Dios puede ser asimilada, donde se puede renovar la mente y donde el creyente siente el mover de la presencia de Dios.

Dios estableció un medio por el cual poder tener comunión con otro ente que fuera de su “misma naturaleza”: un espíritu. Porque “Dios es Espíritu” (Juan. 4:24). 

Cuando una persona es salva, su espíritu tiene una importante función: garante testimonial de la relación con su Creador: “El Espíritu, de Dios, da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios” (Romanos 8:16)
También es donde Dios revela “la sabiduría oculta” al mundo (1 Corintios 2:6-14) esto sólo se puede discernir espiritualmente es decir (entre el Espíritu de Dios y el nuestro).

Después que “Dios formó  al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz”… fue una ser viviente; en ese acto, el espíritu insuflado por Dios hizo impacto en elente físico hecho del polvo de la tierra impartiéndole vida.




b. EL ALMA
(Del latín ánima y del griego psykhe) es el asiento de las emociones, la voluntad y la mente, sirviéndose del cuerpo como ente ejecutor de sus deseos.
Las obras de la carne que se ven producidas en el ente físico (cuerpo), son elaboradas por y en el alma. Cuando el ser humano es tentado, no es tentado de parte de Dios, “…cada uno es tentado de su propia concupiscencia” o conocimiento del mal, no es algo que viene desde afuera, sino que es parte de nuestro concepto adánico el cual casi siempre, es atraído y seducido” 
(Santiago 1:13-14).

“Engañosos es el corazón (Alma), más que todas las cosas (se refiera a lo natural, corporal y físico) y perverso; ¿Quién lo conocerá?,  Yo Jehová, que escudriño la mente (asiento de los pensamientos, acciones y actuaciones) que pruebo el corazón…” (Jeremías 17:9-10)
Únicamente cuando el alma es sometida a la voluntad de Dios se puede decir que: se alaba a Dios con “todo nuestro ser” (Salmos 103:1).
Resumiendo, diríamos que el alma es un ente importante de nuestro ser; no duerme, no descansa, es inmortal, y siempre está maquinando para hacer “cosas” contrarias  a las demandadas del Espíritu de Dios en nosotros.




c. EL CUERPO
(Del latín corpus) es el ente físico, mortal, que sólo se relaciona y piensa lo material, es “el viejo hombre” adámico que está y siempre estará viciado conforme a los deseos engañosos del corazón (Alma). Ejecuta las directrices del alma que casi siempre van orientadas hacia lo malo. 

“… Andad en el Espíritu,  y no satisfagáis los deseos (concupiscencia) de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre si, para que no hagáis lo que quisiereis” (Gálatas 5:16)

Uno de los conflictos por los que atraviesa el hombre, es el no poder conocer su verdadera naturaleza y la manera en que está conformada, esto trae como consecuencia la confusión de sentimientos y actitudes en sus vidas a los que casi nunca encuentran respuesta.


En resumen podemos decir que el ser humano integralmente está compuesto por dos entes intangibles, invisibles e inmortales como los son el espíritu y el alma, y un elemento tangible, visible y mortal, que es el cuerpo físico, el cual fue formado de las mismas moléculas con que está constituida la tierra, estas tres “entidades” por llamarlas de alguna forma, componen la unidad de lo que conocemos como “hombre” o “ser humano”. 

Tiene sentido entonces el entender al ser humano como tripartito, el cuerpo es el recipiente que alberga el alma y el espíritu, el cual es mortal, y lleva a cabo los deseos del alma, por otra parte el alma es lo que le permite estar consciente de sí y de lo que le rodea y el espíritu es lo que tiene consciencia de Dios ante quien el hombre y la mujer son responsables.

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