DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

II UNIDAD: DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

INTORDUCCIÓN

Lo analizado, lo estudiado hasta ahora, ha tenido la pretensión de hacer caer en la cuenta de la verdad del hecho religioso. Este dato es importante porque esta realidad de la religiosidad presente en todas las comunidades en tiempo y espacio aporta al hombre de hoy un conocimiento acerca de una dimensión constitutiva de la persona humana: EL HOMBRE DE TODOS LOS TIEMPOS ES UN HOMBRE RELIGIOSO.

El hombre, de todas maneras, a través de la contemplación de lo creado (el mundo) y el conocimiento de sí mismo atisba e intuye la realidad de un Ser que le sobrepasa y que llama Dios.

Ante la realidad de Dios que es infinita el hombre tiene el peligro de depreciar su realidad y por eso tiene la tentación de reducirlo según sus esquemas. El resultado es que aparece la idolatría, es decir, la divinización de las cosas, las personas, de todo lo creado, tratando de ver en ellas a “dios”. Esto es por supuesto un error de la inteligencia y de la voluntad.

A este punto es interesante presentar la intuición de Platón que en uno de sus libros manifiesta lo siguiente:

 “Me parece a mí, oh Sócrates, y quizá también a ti, que la verdad segura en estas cosas no se puede alcanzar de ningún modo en la vida presente, o al menos sólo con grandísimas dificultades. Pero pienso que es una vileza no estudiar bajo todo punto de vista las cosas que se han dicho al respecto, o abandonar la investigación antes de haberlo examinado todo. Porque en estas cosas, una de dos: o se llega a conocerlas, o, si esto no se consigue, se agarra uno al mejor y más seguro entre los argumentos humanos y con éste, como en una barca, se intenta la travesía del piélago. A menos que no se pueda, con más comodidad y menor peligro, hacer el paso con algún transporte más sólido, es decir, con ayuda de la palabra revelada de un dios” (Fedón XXXV).

Más o menos en estos términos se expresaba también santo Tomás cuando afirmaba:

“La verdad que la razón puede alcanzar sobre Dios, de hecho sólo sería alcanzable por un pequeño número, después de mucho tiempo y no sin mezcla de errores. Por otra parte, del conocimiento de esta verdad depende toda la salvación del ser humano, puesto que la salvación está en Dios. Para hacer esta salvación más universal y más segura, es por lo que ha sido necesario enseñar a los hombres la verdad divina con una revelación divina” (Santo Tomás I, Q.1, art. 1).

Si el hombre no puede dar más con sus propias fuerzas se podría hipotizar entonces la posibilidad de que el mismo Dios se pueda revelar explícitamente. Si alguien dijera esto es imposible habría que afirmar que quien sostenga dicha imposibilidad está reduciendo a Dios según sus esquemas mentales.

De otra parte hay que decir que dicha revelación es conveniente puesto que es la respuesta al deseo del hombre.

Así mismo hay que afirmar que ante una eventual revelación del misterio dicha realidad no anula la libertad humana.

Giussani, al respecto, afirma dos condiciones para que pueda darse esta posibilidad de la revelación.

1. que lo que revele Dios sea comprensible por parte del hombre
2. que lo que pueda decirse de Dios no signifique que se ha desvelado totalmente el misterio de Dios. A pesar de expresarse en un lenguaje humano el misterio de Dios, sin embargo, no viene acaparado ni agotado totalmente. El misterio continúa siendo misterio.

La pretensión del cristianismo es afirmar que esto ha sucedido y esto es lo que llamamos revelación sobrenatural.

REVELACIÓN SOBRENATURAL

Hasta ahora se ha reflexionado sobre la revelación natural. Con la revelación sobrenatural queremos subrayar el hecho de que Dios se haya manifestado, revelado, históricamente al hombre.

Esta revelación se ha llevado a cabo a través de obras y palabras intrínsecamente relacionadas.

Las obras de Dios que realiza en la historia de la salvación manifiestan y confirman

la doctrina y las realidades que la palabra significan;

Las palabras proclaman las obras y explican su misterio

ETAPAS DE LA REVELACIÓN

En esta revelación se ha llevado a cabo pedagógicamente por medio de dos etapas: el AT y el NT.

En esta revelación existe una preparación AT: la creación es revelación, a nuestros primeros padres, Abrahán, Moisés y los profetas. A través de los siglos fue preparando el camino del evangelio.

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