DOMINICA INESINA DE CORAZON

DOMINICA INESINA DE CORAZON

Reciban un saludo de luz y verdad queridas compañeras, la palabra y la pluma son perfectas para demostrar cuán grande puede ser la gratitud de una persona. Y eso es justamente lo que hoy les plasmo en este significativo mensaje.[pic 1]

 Nuestro colegio cumplió 48  años al servicio de la educación. Son 48 años llenos de recuerdos, experiencias, alegrías y tristezas. Un largo camino recorrido, por supuesto, al lado de innumerables alumnos, alumnas, maestros y diferentes directoras que dejaron huella en Santa  Inés.  Y es que Santa Inés, no es solo un colegio. No podemos catalogarlo de esa manera, pues posee algo que lo hace especial: es dominico.

Santa Inés, al ser dominico, no solamente educa en las artes de la ciencia, sino que va mas allá; educa en un ámbito mucho más profundo que, en estos tiempos, es un reto poder apartarlo de en medio de  tantas perturbaciones que el mundo nos muestra, me refiero al ámbito espiritual. Y es que nuestro carisma, el de predicar la verdad y portar la luz de Cristo, hace de nuestro colegio el recinto perfecto para aprender que Dios, no se puede separar de ningún aspecto de nuestra vida, que Él está inmerso en todo y que es necesario que nosotras demostremos cuánto es nuestro amor hacia Él y que en  verdad Él no está apartado de nosotras.

Estudiar en Santa Inés, no es simplemente llevar el uniforme y la insignia, va mucho más allá de ello, comprende un compromiso; un compromiso de amor profundo, pues desde el momento que formamos parte de esta alma mater, ya no somos simples estudiantes ni simples cristianos, pasamos a formar parte de una de las ordenes más dedicadas al prójimo: la orden dominica. Como dominicas  es necesario conocer cada una de las responsabilidades que esta palabra tiene para nosotras. Incluso, nosotras no solo somos llamadas dominicas, pues nuestra patrona forma parte de las santas más representativas que tiene nuestra congregación. Y es que, Santa Inés, fue una mujer que estaba llena de virtudes, y lo que más se resalta en ella es su inmenso corazón al servicio de  Dios, que la hizo amar con profundo amor a sus semejantes. Hablar de nuestra patrona no solo nos hace recordar sus virtudes, sino, que a través de ella, el Señor muestra su más grande gloria, pues recordemos que Santa Inés hizo muchos milagros, que van desde la levitación hasta la incorrupción de su cuerpo.

Ser domica-inesina es practicar el amor hacia Dios, amarlo con el alma, el corazón y la vida, es entender que Él es el primero en nuestras vidas; es recordar que Jesús murió por nosotras en una cruz dolorosa y que lo hizo por nuestros pecados, y he aquí el acto de amor más grande que pudo haber hecho alguien en la historia de la humanidad; es saber que nuestro prójimo es el hermano que está más cerca de nosotros y es que aunque es a veces difícil comprender que hasta la persona que nos hizo daño es nuestro prójimo, parte de amar a Dios es saber perdonar, saber ayudar, saber compartir incluso hasta la mas poco que tenemos; es conocer que cada una de nosotras estamos aquí porque nuestro Padre nos tiene una misión preparada y que no estamos aquí solo porque sí y para poder nosotras llevar a cabo esa misión debemos de contar con el arma más poderosa que un ser humano puede tener en estos tiempos: el estudio pues ser dominicas es ser estudiosas por excelencia pues, Nuestro Padre Santo Domingo dejo una gran huella cuando en este ámbito referimos, debido a que nuestro Padre fue un asiduo estudioso de las ciencias, pero en especial de la Teología, es por ello que parte de ser dominico es iniciar en nosotros el hábito del estudio. En fin puedo seguir mencionado muchas otras formas de demostrar nuestro carisma. Parece mucho, sí,  pero si viéramos cuan fácil puede ser despojarnos de las cosas mundanas que aquejan nuestra vida y empezar a amar a Dios con nuestro corazón, entenderíamos que es tan fácil cumplir con cada una de las cosas que se nos piden, pues cuando uno ama a Dios, despojarnos de ello no es difícil y es más sencillo cumplir con lo que se nos pide.

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