De la Teología de la Liberación a la Teología Puertorriqueña

UNIVERSIDAD TEOLÓGICA DEL CARIBE

DE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN HACIA

LA TEOLOGÍA PUERTORRIQUEÑA

ESTE TRABAJO ES PRESENTADO AL

DR. ANÍBAL CRUZ BÁEZ, EN CUMPLIMIENTO DE

LOS REQUISITOS DEL CURSO TH-599

INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA

POR

RAÚL O. MCCLIN CRUZ

SAINT JUST, PR

17 DE OCTUBRE DE 2015

Tabla de Contenido

                                                                                     Página

Introducción                ……………………………………………………….        1

1. ¿Qué es la Teología de la liberación?        ………..………………….…..        2
2. Antecedentes de la teología de la liberación        ……………………….        3
3. Exponentes de la teología de la liberación        ……………………….        5

1. Gustavo Gutiérrez        ……………………………………………….        5
2. Leonardo Boff                ……………………………………………….        6
3. Orlando Costa                ……………………………………………….        7

1. Surgimiento de la teología puertorriqueña        ……………………….        9        
2. Promotores de la teología Puertorriqueña                ……………………….        10

1. Domingo Marrero Navarro        ……………………………………….        13
2. Ángel M. Mergal Llera  …………………………………………….        14
3. Samuel Silva Gotay        ……………………………………………….        16
4. Luis N. Rivera Pagán        ……………………………………………….        20        

1. Ideologías        vs Praxis Actual        ……………………………………….        21
2. Conclusión        ……………………………………………………….        24

Referencias                ……………………………………………………….        26

INTRODUCCIÓN

La teología de la liberación ha sido una de las expresiones y movimientos eclesiásticos más importantes de Latinoamérica.  En ella desde el comienzo ha tenido propulsores de diferentes ideologías religiosas.  Por eso es una teología muy importante para nuestra idiosincrasia latinoamericana y más contextualmente hablando, puertorriqueña.   Se podrá ver como teólogos como Gustavo Gutiérrez, Leonardo Boff, Orlando Costa siendo de diferentes países convergen en postulados muy parecidos y de profundidad única en sus postulados de una teología de la liberación latinoamericana.  Por otro lado, se tiene a teólogos puertorriqueños como Domingo Marrero, Ángel M. Mergal, Samuel Silva Gotay y Luis N. Rivera Pagán que han hilaridado una teología puertorriqueña que llevan en su corazón y en su pluma escritos y críticas de nuestra contextualización y pertinencia de la idiosincrasia del pueblo puertorriqueño.

        Este pueblo que está con vendas en los ojos y tapados sus oídos para ver y entender nuestra pertinencia en las circunstancias que se vive en estos momentos.  Las iglesias puertorriqueñas han puesto en un segundo plano la verdadera comisión de Cristo para con su iglesia.  Pero el mensaje alentador que se puede recibir es que no es tarde, que todavía hay esperanza, pero como iglesias hay que levantarse y vivir con la fe de que Puerto Rico es:  “Mi tierra bendita la que me vio nacer, me llenas de alegría en cada amanecer, no importa el panorama, que veas alrededor, confía descansa, Él esta en control”.

        Finalizando con el pensamiento que como iglesia hay mucho que hacer, y debe de hacerse según la teología contextualizada en Puerto Rico, la teología puertorriqueña.

¿QUÉ ES LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN?

        Gustavo Gutiérrez define la teología como "reflexión crítica sobre la praxis histórica es así una teología liberadora, una teología de la transformación liberadora de la historia de la humanidad y, por ende, también, de la porción de ella – reunida en ecclesia – que confiesa abiertamente a Cristo."^[1] Por lo que el hacer teología requiere que la persona que intenta hacer teología debe de estar metido en su contexto cognoscitivo, cultural y político.  Es importante tener presente que la teología es un ejercicio dinámico y con permanente participación de ideas en epistemología (Parte de la filosofía que estudia los fundamentos y los métodos del conocimiento científico.  Del griego epistéme (ciencia) y –logía (ciencia, estudio)).^[2], antropología, y el análisis social (la historia).  Donde la "praxis" significa la práctica, en oposición a la teoría y en la tradición marxista se conoce como la actividad humana transformadora del mundo^[3]  que nos lleva a algo más que la aplicación de la verdad teológica a una situación dada.

        Al desarrollar las definiciones como una se podría entender que es el descubrimiento y la formación teológica de la verdad de una situación histórica dada a través de la participación personal en la lucha de clases.  A lo que Leonardo Boff se refiere en el contexto de una teología de la liberación que “presupone una ruptura con el modo de ver y de actuar que es habitual en la sociedad y en la Iglesia; la liberación ve y actúa desde los oprimidos y en contra de su opresión, a favor de los pobres y en contra de su empobrecimiento.”^[4]

ANTECEDENTES DE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN

        El origen de la teología de la liberación^[5] se remontan al proyecto liberador del pueblo hebreo que luchaba bajo la dirección de Moisés para salir de la esclavitud que le había impuesto el faraón egipcio.  Es justamente en el centro de ese proceso de liberación conocido como el Éxodo que los israelitas llegan al conocimiento de Yahveh como su Dios; y le reconocen como Aquél que los liberó de la cautividad.  Desde esa perspectiva que los hebreos aprenden a leer la historia, que “a la luz de su fe” es “historia salvífica”, y se entiende la salvación como el conjunto de actos poderosos de Dios en orden a la liberación de su pueblo.^[6]

        Luego de esta salvación divina, el pueblo israelita son llevados cautivos a Siria y Babilonia en castigo por sus pecados principalmente de idolatría.  Donde Dios nuevamente los liberó en tiempos de Ciro el Persa con fines religiosos: reconstruir el templo y ser adorado en él.  Estos acontecimientos son parte de la obra liberadora de Dios para con su pueblo.  Donde la palabra liberación aparece en muchos Salmos, pero ya se trate de enfermedades, de males materiales, espirituales o de enemigos físicos, siempre el trasfondo es espiritual.^[7]

        La obra liberadora de Dios no se detiene, sino que continúa en los profetas, es cierto que en muchos lugares de la Biblia, los pobres claman justicia en contra de los ricos, los opresores y explotadores, pero siempre en relación con Dios.  Para Pedro Herrasti, la justicia humana es inseparable de la justicia Divina e indica que en los Salmos como en los profetas, Dios es quien se muestra defensor y liberador de los pobres.  Refuerza su posición cuando muestra que “del Nuevo Testamento se puede traer como prueba principalmente tres versículos del Cántico de la Virgen María, el "Magnificat":

"Desplegó (Dios) el poderío de su brazo

dispersó a los soberbios de corazón,

derribó del trono a los poderosos,

enalteció a los humildes.

A los hambrientos los colmó de bienes

y a los ricos los despidió vacíos" (Lc.1:51-53)

        Tales versículos son paralelos con otros lugares de los Salmos y de los Profetas y expresan lo mismo que Jesucristo predicó varias veces en el Evangelio: que humillaría a los soberbios y levantaría a los humildes, pero de ningún modo se refiere a un enfrentamiento entre ricos y pobres.”^[8]

        Al llegar al mensaje liberador de Jesús, específicamente en el sermón del monte, Las Bienaventuranzas, estas no tienen ninguna connotación política.  Sino son enseñanzas de Jesús las cuales no enfrentan a pobres y ricos; por el contrario, suponen un cambio, una renovación interior, una conversión del corazón.  Esta postura lleva a que se desarrolle lo que se conoce como la teología de la liberación.

        Estos planteamientos teológicos apoyan el pensamiento del Sacerdote Católico Pedro Herrasti, donde nos dice que “la dicha es proclamada para los pobres con tal de que la pobreza brote del espíritu.  La liberación más profunda, más urgente, aquella del mal mayor que es el pecado, no exige ningún cambio político.”^[9]

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