Defendiendo nuestra fe

SERMON

 Tema:

Defendiendo nuestra fe

 Titulo:

Jóvenes Capaces

 Texto:

Daniel 3: 13 – 18.

13. Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que trajesen a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Al instante fueron traídos estos varones delante del rey.

14. Hablo Nabucodonosor y les dijo: ¿es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que vosotros no honráis a mi dios, ni adoráis la estatua de oro que he levantado?

15. Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la bocina , de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio , de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adorareis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos?.

16. Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo; No es necesario que te respondamos sobre este asunto.

17. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librara.

18. y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.

 Proposición:

Ser fieles a Dios, a cualquier precio, porque el nos librara.

 Introducción:

Hoy es día de la gente que ríe, canta, ama, lucha, sueña y se esfuerza por un mundo mejor; hoy es tu día, mi día, nuestro día; pero seamos fieles a Dios a pesar de nuestras circunstancias.

 Frase transitiva:

Según 1era de Timoteo 4:16 podemos ver que Dios nos insta a tener el control en nuestras vidas; nos salvaremos si tenemos cuidado de nosotros mismos y de la doctrina.

 Desarrollo:

Para hoy hemos dejado el ultimo vino, como la ultima reserva moral de la iglesia, y la ultima generación encargada de dirigir los destinos de la iglesia de Jesucristo dentro de un mundo globalizado donde nosotros como jóvenes capaces tenemos en nuestras manos las destrezas y la capacidad de relevar la generación que ya va de paso.

Nuestra capacidad espiritual nos ayudara a conocer, aprender y obedecer como debemos conducirnos en nuestra vida espiritual.

Dios nos permite manejarnos como jóvenes cristianos; no es fácil mantener un fuego o la llama

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