EL REINO DE DIOS

EL REINO DE DIOS

INTRODUCCION: En la palabra de Dios se habla de el “Reino de los Cielos” o “Reino de Dios” primero en Mateo y por última vez en Apocalipsis, lo encontramos también en el AT, por primera vez en Éxodo 19:3-6, en los salmos de David y después por boca de los profetas hablando proféticamente del Reino de nuestro Señor

1.- El plan de Dios de establecer su Reino se revela a su pueblo

Éxodo 19:3-6: “Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel: 4Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.”

Salmo 22:28 Porque de Jehová es el reino, y él regirá a las naciones.

Daniel 2:44 En los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino que jamás será destruido, y este reino no será entregado a otro pueblo; desmenuzará y pondrá fin a todos aquellos reinos, y él permanecerá para siempre,

Aquí encontramos una turba de esclavos liberados de Egipto, sin identidad, peregrinos, extranjeros errantes en sus caminos que por el amor de Dios fueron constituidos en una nación, en un pueblo apartado para Dios; recibieron la ley para su gobierno y todo el cuadro de su política civil y eclesiástica fue organizado y constituido por la autoridad divina. Es importante no perder de vista el crecimiento y el desarrollo progresivo de la historia del pueblo de Israel, y observar como iba perdiendo su significado político, hasta que llegó a ser más y más espiritual.

2.- Su reino se traduce en un Reino espiritual

Aunque algunos Judíos cómo hasta el día de hoy esperaban un Rey que les libraría de la opresión de Roma en un sentido humano, Dios manifestó su Reino a través de nuestro Señor Jesucristo cómo un Reino que no buscaría la justicia de este mundo, sino la justicia, la paz y el gozo en el espíritu Santo.

A).- El Reino de Dios no es de este mundo.

Algunos andarán buscándose un Rey en las cosas de este mundo, serán engañados con la política, la justicia y auto justicia humana, vivirán de acuerdo al reino de este mundo, siendo gobernados por la auto justicia humana el placer y dominio carnal, la falsa democracia, partidos políticos del mundo y los diferentes tipos de gobierno, comunismo, capitalismo socialismo etc., etc. Todo esto es basura ante el reino de nuestro Dios.

Juan 18:36 Jesús respondió: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, entonces mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; mas ahora mi reino no es de aquí.

Lucas 17:23 Y os dirán: `` ¡Mirad allí! ¡Mirad aquí! No vayáis, ni corráis tras ellos.

Jesús nos alerta para no ser engañados por el príncipe de este mundo y su reino apócrifo, ficticio, fantasioso, fabuloso además pasajero y perecedero.

B).- Es un reino que trasciende la eternidad.

Las cosas de este mundo son temporales, finitas y tienen límites, pero su Reino establecido en nuestras vidas es de valor eterno, tiene una connotación que traspasará el tiempo y esta vida.

Isaías 9:7 Lo dilatado de su imperio y de su paz no tendrá límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

El Ángel Gabriel confirma estas palabras a María Lucas 1:32-33 Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.

Él es el que era, el que es y el que ha de venir, por eso su Reino hermanos era antes que todos los reinos y reyes de la tierra, y más importante aún su Reino es hoy aquí entre nosotros.

Daniel 7:14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran. Su dominio es un dominio eterno que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.

Daniel 7:18 ``Pero los santos del Altísimo recibirán el

...