El Matrimonio Cristiano
celtamen16 de Noviembre de 2014
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LECCIÓN 1: UNA PERSPECTIVA BÍBLICA DEL MATRIMONIO
Hay superfluo de libros de matrimonio pero la cantidad no produce mucho de calidad. Aun libros cristianos tienden a seguir modos culturales, cual estrategia no sirve para entender esta relación establecida por Dios. Los Ricucci plantean el problema mejor que yo pueda:
Si empiezas con el hombre en lugar de con Dios, con la criatura en lugar del Creador, jamás llegarás a una perspectiva clara y correcta de algún aspecto de la naturaleza humana…Cuando nuestras convicciones y prácticas se basan en la cultura secular, la experiencia propia, el pragmatismo, o los deseos pecaminosos—en lugar de las enseñanzas de las Escrituras, la Palabra inspirada de Dios—la confusión gradual e inevitablemente domina.1
Por esta razón, el estudio de la consejería matrimonial tiene que empezar con un esfuerzo para despejar esta confusión con la luz divina. Hay que establecer los fundamentos bíblicos, empezando con el relato del primer matrimonio humano.
La raza humana como varón y hembra
Veamos que Génesis 1 relata la creación a grandes rasgos mientras Génesis 2 retoma la creación de la raza humana específicamente. Empezamos con Génesis 1. Comprensión del matrimonio según el diseño y propósito de Dios comienza con el estudio de Su diseño y propósito para la humanidad, especificados en Génesis 1:26-27:
(26) Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree sobre los peces de la mar, las aves de los cielos, y las bestias, y sobre toda la tierra, y sobre todo animal que anda arrastrando sobre la tierra. (27) Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Se nota que “el hombre” aquí se refiere a la humanidad, y esta humanidad fue creada para señorear (v. 26) sobre el resto de la creación.2 Segundo, noten que la humanidad fue creada a la imagen de Dios y que esta semejanza se contempla en crear la humanidad varón y hembra (v. 27). Algo acerca de ser de dos sexos, varón y hembra, refleja algo de quién es Dios. Más adelante, exploraremos qué es acerca de la dualidad de género que refleja a Dios y qué acerca de Dios es lo que se refleja. Por el momento, solamente notaremos el siguiente versículo que explica más el papel que los humanos han de tener:
Y los bendijo Dios; y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread sobre los peces de la mar, las aves de los cielos y todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
El versículo empieza con “los bendijo Dios…” Debemos notar la ironía en este texto: si alguien te dijera “Te voy a bendecir,” ¿qué esperarías que te hiciera? Lo más probable es que esperes
1 Ricucci, Gary / Betsy, Love That Lasts, p. 30.
2 Expuse este tema ampliamente en mi curso de Antropología Bíblica. No repito esta exposición en este material sino que recomiendo un dominio de la antropología bíblica como base la cual enriquecerá el aprecio de del matrimonio.
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que te dé un regalo o pronuncie palabras de ánimo u oraciones para tu bienestar. ¡No esperarías que te diera una orden, un mandato a cumplir!3 Pero sí es una bendición, un honor, llevar a cabo este papel de parte de Dios, como sus representantes (imágenes) en el mundo. Este papel consiste en dos funciones básicas: multiplicación y dominio, que la humanidad varón y hembra llevará a cabo.
El propósito del Matrimonio: Génesis 2:18
Seguimos refinando nuestra definición del matrimonio por medio de examinar lo que Génesis 2 agrega acerca de su propósito. En este relato de la creación de la humanidad Dios mismo establece el matrimonio. Primero se describe la creación de Adán. Luego:
Y dijo Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él (Gn 2:18, RV)
Muchos, si no la mayoría, leen este texto a través de los lentes de nuestra cultura moderna, que se enfoca en el individuo, en lugar de leerlo como un escrito del Antiguo Cercano Oriente. James Dobson dice “el Creador fue quién notó la soledad de Adán en el huerto de Edén.”4 Se da por sentado que la soledad es el enfoque del texto. Pero es una sola palabra en la cual están basando su doctrina, mientras otros textos nos llevan en otra dirección. Aun Jay Adams contesta la pregunta “¿Qué es el matrimonio?” diciendo que Génesis 2:18 enseña que “la razón del matrimonio es el resolver el problema de la soledad.”5 Resulta de este énfasis en la soledad del hombre una perspectiva centrada en el HOMBRE no en Dios.
Mientras autores como Adams pueden desglosar la frase para dejar claro que su idea es bíblica, demasiados se refieren a una idea con énfasis diferente de la que la Biblia hace. La mayoría de los autores cuyas lecturas asigno (Winston Smith y Richard Pratt, entre otros] no están de acuerdo con la idea que esta frase comunica, resolver el problema de la soledad. El problema con esta conceptualización en la forma que más comúnmente la escucho es su antropocentricidad 6: Basado en sólo Gn 2:18 se tiene la perspectiva de que el matrimonio fue diseñado para que el individuo no sintiera soledad, y se extiende a incluir como el propósito del matrimonio que nos sintamos felices, completos, realizados, seguros, que pertenecemos a alguien, que importamos, y quizá más importante que todo: que nos sintamos amados. Es una exaltación de los deseos personales o necesidades percibidas, efectivamente haciendo un ídolo del cónyuge, como Adán hizo con su primer pecado (haciendo caso a Eva por encima de Dios), o usando al cónyuge para conseguir sus deseos. De estas enseñanzas resulta el problema que vemos en la consejería: en nombre de aliviar la soledad, la gente llega a justificar sus adulterios, amarguras y otros pecados. ¡Porque piensa que Dios no les ha dado lo que ÉL MISMO dice que necesita!
3 Cuando la Biblia dice algo inesperado, hemos de reconocer que no lo esperábamos porque nuestra manera de pensar no es la de Dios, y debemos procurar ser renovados en mente respecto a lo señalado para que tengamos la perspectiva divina.
4 Dobson, James, Respuestas Confiables, Miami: Unilit, 1999, p. 320.
5 Adams, Jay, El matrimonio, divorcio y nuevo matrimonio, Barcelona: Clie, 1985, p. 34.
6 Quiere decir que está centrado en el hombre.
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Tenemos que preguntar por qué no estaba bien que Adán estuviera solo, según los propósitos de Dios. Richard Pratt expone este tema desde la perspectiva de la teología del Antiguo Testamento en el primer artículo asignado como lectura. Primero, en breve, observamos que la frase “No es bueno que el hombre esté solo” únicamente significa que Adán ESTABA solo; no que se sentía solo. Es decir que se refiere a la condición en que Adán vivía, sin ningún ayudante. No refiere a los sentimientos de Adán. Segundo, el narrativo hebreo es seco: los escritores en aquel tiempo no se enfocaron en sentimientos, en la perspectiva subjetiva personal, existencial, etc. Tercero, el contexto del narrativo nos indica que no era bueno que Adán estuviera solo porque así no cumpliría los propósitos de Dios. Pues, Adán no pudo ser fructífero, llenar la tierra y sojuzgarla solo. David Clines escribe
Solo juntamente con Eva puede Adán multiplicarse. Esta interpretación explica el narrativo más convincentemente que cualquier otro significado de “ayudante.” Desde esta perspectiva, el Señor dice “no es bueno que el hombre esté solo” no porque Adán experimentara soledad ni porque le hacía falta conversación estimulante e intelectual cuando regresaba del jardín en las noches sino porque no tendrá ningún chance de llenar la tierra mientras solo hay uno de él…Dios…no ha dicho que no es bueno para Adán que él esté solo, sino que no es bueno en ninguna manera; no está pensando tanto en Adán como en Sí mismo y Sus designios para la raza humana.7
Cuarto, veamos el significado específico de “bueno” en Génesis 1 y 2. Al fin de cada uno de los días de la obra de creación Dios dijo que “era bueno,”8 y al terminar todo, el atardecer del sexto día dijo que la creación era buena “en gran manera” (Gn 1:31). Así que no era bueno que Adán estuviera sólo porque en aquel momento todavía no fue completa la creación de la humanidad (recuerda que Génesis 1:27 dice que “los creó varón y hembra”). Hasta que Dios hubiera creado la hembra de la raza, podría decir que “era bueno.”
Quinto, esta idea de “resolver el problema de la soledad” no se encuentra en los otros textos que nos enseñan del matrimonio, por ejemplo Efesios 5:21-33 y 1ª Pedro 3:1-7. En el pasaje más largo acerca del matrimonio, Efesios 5:21-33, Pablo dice que los maridos amen a sus mujeres y que las mujeres se sometan a sus maridos. El énfasis no está en asegurar que el varón no se sienta solo. Aquí hay una explícita referencia teocéntrica, una comparación con Cristo: “porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia” (v. 23). Veremos este pasaje en más detalle en la lección de los roles en el matrimonio. Siendo imagen de Dios se requiere que existamos en relación el uno con el otro si somos casados o solteros, pero el pacto matrimonial es la relación humana más íntima, la cual refleja específicamente la unión de Cristo y la iglesia. A través de este temporal casamiento humano un varón y una mujer pueden saborear una probadita del matrimonio divino y eterno, es decir un anticipo del cielo.
7 En su extremadamente entretenido (aunque no tan ortodoxo) capítulo “What Does Eve Do to Help? And other Irredeemably Androcentric Orientations in Genesis 1 - 3” Capítulo 1 de What Does Eve Do to Help? and Other Readerly
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