El Movimiento Reformista
patriciomunoz11 de Noviembre de 2013
38.683 Palabras (155 Páginas)758 Visitas
Título de la obra original: The Seventh-day Adventist Reform Movement
(Germán Reform)
Dirección editorial: Mario A. Collins
Traducción: Francisco Flores Chablé
Diagramación: Leonardo Moreno T.
Copyright © 1998, por
Asociación Publicadora Interamericana
Derechos reservados
Asociación Publicadora Interamericana
1890 N.W. 95th Avenue
Miami, Florida, 33172
Estados Unidos de Norteamérica
ISBN 1-57554-123-8
Impreso y encuadernado por:
Op Ediuinal üda.
Santafé de Bogotá Colombia
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN BÍBLICA
Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día
Nota editorial
El autor de esta obra nació y creció en el seno de una familia dedicada a predicar las enseñanzas del Movimiento de Reforma Adventista del Séptimo Día. Su padre fue pas¬tor en los Estados Unidos. El autor mismo, con el tiempo, entró al ministerio en el marco del Movimiento de Reforma, y junto con su esposa, dedicó muchos años de servicio fiel como pastor y en diversas capacidades administrativas.
En las siguientes páginas, el pastor Kramer hace un recuento de su peregrinaje de fe que con el correr de los años lo llevó a él y a su familia a abandonar la iglesia de su niñez y de sus años maduros, para convertirse en un adven¬tista del séptimo día. Al relatar su experiencia, examina de una manera bondadosa y honesta las doctrinas básicas que separan al Movimiento de Reforma de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Si después de leer este libro, usted siente en su corazón la invitación que le hace el Señor para cambiar de dirección, o si por su lectura, usted llegara a decir: "Señor, deseo estu¬diar más este asunto", comuniqúese inmediatamente con el pastor Kramer. Escríbale al Instituto de Investigación Bíblica de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día. 12501 Oíd Columbia Pike Silver Spring, MD 20904 Estados Unidos de Norteamérica
Contenido
Nota editorial 5
Al lector 8
Capítulo 1
¿Quiénes son los Reformistas? 11
Reformistas de nacimiento 11
Adventistas descontentos 13
Nuevos miembros 15
Los críticos mordaces 16
Capítulo 2
Origen del Movimiento de Reforma Adventista
del Séptimo Día 17
Los adventistas alemanes antes y durante
la Primera Guerra Mundial 17
Brotes de protesta 20
Intentos de resolver la situación alemana 24
Patrón mental del Movimiento de Reforma 30
Capítulo 3
Historia del Movimiento de Reforma Adventista
del Séptimo Día 33
Un lema mal aplicado 35
El gran cisma del Movimiento de Reforma 39
Actitudes hacia la educación 42
Los cursos de estudio del Movimiento de reforma 43
Frutos del Movimiento 45
Capítulo 4
40
Peregrinaje de un hombre desde el Sinaí hasta el Calvario
CONTENIDO
Los años de mi infancia 49
Mis servicios en el Movimiento de Reforma 53
Diferencias doctrinales 59
La separación 65
Capítulo 5
Conceptos erróneos - Parte 1 68
El espíritu de fariseísmo 68
Actitudes respecto al servicio militar 71
Tendencias después de la Guerra Civil 84
Capítulo 6
Conceptos erróneos - Parte 2 89
Libertad de conciencia 89
Divorcio y nuevo casamiento 92
Vida saludable 94
Capítulo 7
Doctrinas divergentes 99
El mensaje de 1888 99
Los 144,000 104
La santa cena exclusiva 106
La comisión evangélica 108
El remanente y el mensaje a Laodicea 111
La naturaleza de la Deidad 114
Capítulo 8
El trigo y la cizaña 117
Capítulo 9
Conclusión 122
Referencias 126
AL LECTOR 9
Al lector
I
magine la siguiente escena: Un sábado de mañana durante el culto usted ve a un visitante que a todas luces parece ser un adventista del séptimo día tradicional. Lo ve participar en el culto y nota que conoce bien las Escrituras, así como el espíritu de profecía.
Como usted es hospitalario, lo invita a casa a comer. Juntos conversan y al hacerlo, descubre que su invitado no es miem¬bro de la Iglesia Adventista. Pertenece a otra organización, la cual él describe como el movimiento que practica y mantiene las normas y principios que una vez la Iglesia Adventista defendió y practicó.
Le cuenta que este movimiento al cual él pertenece, se ori¬ginó cuando la Iglesia Adventista transgredió los mandamien¬tos de Dios y autorizó a sus miembros a tomar las armas y pelear como combatientes durante la Primera Guerra Mundial. Afirma que la Iglesia Adventista cesó de ser la iglesia de Dios como resultado de esta transgresión. El le asegura que existen documentos auténticos que indican que los dirigentes de la Asociación General aprobaron esta actitud impropia de un adventista. Por lo tanto denuncia a la iglesia como culpable de la transgresión de los mandamientos de la ley de Dios.
Esto le sorprende a usted. Naturalmente, se pregunta: ¿por qué no sé todo esto? Su invitado le dice que lo que le ocurre es lógico y natural, puesto que la administración de la iglesia ha tratado de mantener esto oculto y en el olvido, a fin de que los miembros no se enteren del asunto. Se evita a toda costa que los miembros se informen de este hecho tan vil.
Su invitado le desafía a ser honesto, y le anima a estudiar las enseñanzas de este movimiento y a ponerse de parte de esta minoría perseguida que se opone y denuncia a los diri-
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gentes que sostienen y apoyan la transgresión abierta de la ley de Dios. Le hace creer que los verdaderos creyentes adventis¬tas en Europa durante la Primera Guerra Mundial fueron des¬fraternizados y perseguidos por haberse mantenido fieles al Señor.
Describe a su organización como un movimiento interna-cional que mantiene los blancos y propósitos originales de la Iglesia Adventista, los cuales llama "las sendas antiguas". Le informa además, que su grupo no se organizó, sino hasta que todos los intentos de reunificación con la Iglesia Adventista del Séptimo Día fueron infructuosos.
Luego su invitado llama su atención a algunas declaracio-nes del espíritu de profecía en las cuales se contempla una reforma en el pueblo de Dios. Le indica que la reforma está profetizada y que implica el establecimiento de otro movi-miento, movimiento del cual él forma parte. Declara, asimis-mo, que a fin de ser considerado un verdadero hijo de Dios, usted debe abandonar la iglesia apóstata y convertirse en parte del verdadero remanente de Dios, el Movimiento de Reforma Adventista del Séptimo Día: la "manada pequeña".
¿Quiénes son, pues, los que toman el nombre de Iglesia Adventista del Séptimo Día Movimiento de Reforma? ¿Cuál es el origen de esta organización y cuál su historia? ¿Son en ver¬dad lo que pretenden ser, o son impostores? ¿Será posible que esta gente esté honestamente engañada y lleguen a pensar que están haciendo la voluntad de Dios, cuando en verdad desco¬nocen todos los hechos?
Este pequeño libro intenta responder a las preguntas arriba anotadas. El autor, desde su nacimiento, creció y se nutrió den¬tro del Movimiento de Reforma. Sirvió por 20 años dentro de su organización como colportor, pastor y administrador. Y sólo cuando empezó a ver discrepancias entre lo que la organiza¬ción profesaba y lo que practicaba, comenzó a reexaminar algunas de sus enseñanzas y prácticas.
Después de intentar cambiar la dirección en la cual el Movimiento marchaba, llegó a la conclusión de que los mis-inos fundamentos del movimiento eran falsos. La base misma
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de su existencia no soportaba la prueba de la investigación. Algunas de sus enseñanzas se basaban en el razonamiento humano más bien que en un "así dice el Señor". Como resul-tado de esta investigación, abandonó el Movimiento de Reforma y se unió a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, donde ahora sirve como pastor.
El propósito de este libro, es revelar en forma bondadosa y honesta las falacias y algunas enseñanzas y actitudes del Movimiento de Reforma. Señalaremos algunos conceptos erró¬neos, reconociendo, sin embargo, que la mayoría de los cre¬yentes del Movimiento de Reforma son gente buena que aman al Señor y desean más que nada hacer lo correcto. Muchos de ellos no permanecerían donde están, si estudiaran los hechos con una mente abierta, e hicieran a un lado el razonamiento humano preconcebido.
El promedio de los miembros del Movimiento de Reforma no entiende lo que se realiza en el seno mismo de la dirección de su organización. Lo que ve se asemeja a una fotografía que ha sido cuidadosamente retocada. Los miembros han sido tan predispuestos contra la Iglesia Adventista, que preferirían mil veces quedarse en casa antes que asistir a una reunión de culto de la Iglesia Adventista. Esto es muy triste. Si asistieran a las reuniones, y se asociaran con adventistas fieles, se darían cuenta de que han sido mal informados respecto a lo que los adventistas creen y viven. Desafortunadamente, cuando visitan algún grupo adventista, es con el fin de criticar y de dar a conocer su mensaje a los que les prestan atención.
Por lo tanto, este libro mostrará que los así llamados refor¬madores son individuos que necesitan ser despertados
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