El Rito De Arena: Mandala

MANDALA DE ARENA, UN RITO PARA ENTENDER EL SIGNIFICADO DE LA VIDA.

¿Cómo es que un Mandala puede llegar a ser un signo de la impermanencia? La respuesta a esta pregunta es el ritual llevado a cabo por los mojes budistas Tibetanos que simboliza la transición natural de las cosas y es utilizado como una herramienta para meditar, con los valores como son el amor, cariño, compasión, empatía y la equidad se basan para poder enseñar la vida espiritual y simbolizar la realidad de que nada es para siempre. A través de este texto abordaremos cada una de las fases llevadas a cabo en este ritual, para así poder entender el verdadero significado de esta hermosa celebración.

Es sabido que los budistas han creído siempre que las representaciones simbólicas espirituales mejor llamadas Mandalas, que en este ritual de construcción con Arena son de los más impresionantes debido a su costosa elaboración y amplio significado, se enfocan en un concepto fundamental de esta religión: la impermanencia. “Si deseas priorizar el momento presente, –establece Claudette Jaques- debes necesariamente liberarte de las garras del tiempo a fin de sustraerte de las memorias del pasado y de la anticipación del futuro. Así podrás vivir aquí y ahora, libre de toda expectativa, consciente de todo lo que vibra dentro de ti. No necesitas nada más para continuar tu camino.”

Bajo esta filosofía espiritual, los monjes se preparan por un largo periodo de entrenamiento de técnica artística y memorización de todos los símbolos y las relaciones de los conceptos filosóficos. En Namgyal (el monasterio personal del Dalai Lama), el tiempo de preparación es de tres años.

El rito inicia consagrando el sitio, generalmente una tela, con cantos, música y recitación de mantras. Inmediatamente después de abierta la ceremonia los monjes empiezan a dibujar las líneas que servirán para la creación del diseño, procurando sentarse en la parte exterior de la base para siempre ver al centro. Los monjes llegan a tardar hasta tres horas en trazar las líneas, las cuales dividen en cuatro partes el diseño, cada parte asignada a un monje quien mediante el raspado de un instrumento metálico relleno de arena, molida y teñida de varios colores, empieza a decorar el círculo sagrado; proceso que puede llegar a durar semanas.

Es importante resaltar que el Mandala esta explícitamente basado en textos sagrados del budismo, y por esto es que los monjes cuidan con atención cada detalle del trabajo, ya que la pureza y la perfección, les permite venerar y seguir directamente las lecciones de Buda.

Los monjes concluyen su creación del Mandala con la ceremonia de clausura, donde millones de invitados atienden por el atractivo visual y acústico, para proceder a la desmantelación del mismo, mediante el uso de brochas especiales que se usan para la destrucción en un acto simbólico de la transición

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