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El hombre en busca de sentido. En este ensayo vamos hablar sobre el hombre en busca del sentido de la vida y analizaremos el texto de Viktor


Enviado por   •  29 de Septiembre de 2016  •  Ensayos  •  2.307 Palabras (10 Páginas)  •  329 Visitas

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Ensayo 1: El hombre en busca de sentido

Nombre: María Jesús Hernández

Fecha: 30 de agosto de 2016

PARTE 1

En este ensayo vamos hablar sobre el hombre en busca del sentido de la vida y  analizaremos el texto de Viktor E. Frankl que es sobre el cautiverio que sufrió en distintos campos de concentración en la segunda guerra mundial. En éste cuenta historias vividas por él o por conocidos del campo y cómo estas experiencias fueron afectando la mente de los prisioneros. Según Viktor, los prisioneros viven tres fases psicológicas que son: el internamiento en el campo, la vida en el campo y la vida después de la liberación.

Internamiento en el campo

En esta fase para algunos de los prisioneros fue una etapa muy fuerte, ya que fueron despojados de todas sus pertenencias personales. Muchos sobrevivieron gracias al recuerdo y la buena utilización de la mente para aguantar toda la denigración que sufrieron.

“Unas 1500 personas estuvimos viajando en tren varios días con sus correspondientes noches; en cada vagón éramos unos 80.” Hay en psiquiatría un estado de ánimo que se conoce como la "ilusión del indulto"

Esta sensación de shock donde no se sabe que es lo que depara el destino, pensando que el futuro es  ir a trabajar a una fábrica nada más, como si este trabajo fuera ya lo peor. No esperando los horrores que vendrían más adelante y como dice el autor con la "ilusión del indulto". Creo que si yo estuviera siendo procesada por algún delito y tuviera una pena de cárcel donde se me priva de la libertad, ciertamente estaría con la ilusión del indulto. También puedo pensarlo más como la realidad de un universitario que fuera puesto en causal para ser expulsado, pensando que lo van a perdonar. Obviamente los dos ejemplos dados no tienen ni el menor parecido con el horror de ir a un campo de concentración por pensar o tener un credo distinto y por esto ser privado de libertad. Pero creo que ninguno de nosotros (los que nunca hemos estado en un campo de concentración) podíamos opinar certeramente o llegar a sentir algo parecido a lo que sufrieron los prisioneros.

“Además de la selección de los "capos", que corría a cargo de las SS y que era de tipo activo, se daba una especie de proceso continuado de autoselección pasiva entre todos los prisioneros.

Encuentro terrible que los nazis se aprovecharan de alguna forma de los prisioneros que eran más brutos y con una mente más débil o que sólo eran así, para elegir a los denominados “capos”. Estos capos trataban pésimo a sus pares aprovechándose del poco poder que tenían y esto, a veces, lo hacían sólo por diversión. Siendo capos obtenían beneficios como no ir a los trabajos más duros, en fin de cuentas era un pensamiento muy egoísta sólo pensando bien propio,  aunque eso significara pasarse al otro bando, traicionando así a los suyos.

Uno se empieza a preguntar uno de los misterios de la vida más transcendentes, qué es lo bueno y lo malo. Me pregunto si los SS nacieron malos o se hicieron malos por acción de la vida o, tal vez, no eran malos y sólo cumplían órdenes. Pero al sólo cumplir órdenes sin cuestionarse también se pone en cuestión la ética y moral de aquella persona.

Luego de sacarse el uniforme, ¿ Se transformaban en otra persona, o ese era su “verdadero yo”, siendo bondadosos con sus prisioneros, a los cuales hace unas horas atrás trataban tan cruelmente. Claramente no todo en la vida es blanco o negro, todo tiene matices, pero después de leer todas estas brutalidades, también me pregunto cómo puede haber gente tan cínica y sin ética que está determinada en hacer daño a otros creyendo que está construyendo un mundo mejor, si al fin de cuentas somos todos iguales.

"¡Mierda!" Y en ese momento toda la verdad se hizo patente ante mí e hice lo que constituyó el punto culminante de la primera fase de mi reacción psicológica: borré de mi conciencia toda vida anterior...... Hay cosas que deben haceros perder la razón, o entonces es que no tenéis ninguna razón que perder." Ante una situación anormal, la reacción anormal constituye una conducta normal.

Encuentro muy fuerte que Viktor se diera cuenta después de unas semanas que su vida anterior no iba a volver nunca y que esa ya no era su realidad. Seguramente en estado de shock, uno cree que todo lo que sucede es momentáneo, no se percata que todas esas atrocidades serán parte de su vida diaria por unos años.  También creo que la mayoría de los prisioneros, como también la mayoría de gente -porque prefiero pensar que son buenas personas- están en un estado de shock porque no pueden creer que exista tanta maldad en el ser humano.

Ya cayendo en la realidad, uno se sume en una depresión donde toda su vida es súper “conformista”, sí es que se puede llamar así, ya que no hay opción de hacer otra cosa que no sea la que se nos ordene. Y así llega la apatía porque es preferible para nuestro cerebro no estar sufriendo o darle vueltas a las cosas terribles que nos hacían o teníamos que presenciar, si ya no nos quedan energías para nada. Incluso las cámaras de gas perdían para el prisionero todo su horror; al fin y al cabo, le ahorraban el acto de suicidarse.

Además de todo lo anterior, ellos ya sabían cuándo otro prisionero iba camino a la muerte y no había nada que hacer, ni tampoco iban a hacer algo para salvarlo o mejorar sus miserables condiciones porque ya estaban en un estado de indolencia. A estos pobres hombres se les llamaba musulmanes y se les describía con un aspecto miserable, por dentro y por fuera, enfermos y demacrados, los cuales  eran incapaces de realizar trabajos duros por más tiempo.

La vida en el campo

“El cadáver que acababan de llevarse me estaba mirando con sus ojos vidriosos; sólo dos horas antes había estado hablando con aquel hombre. Yo seguía sorbiendo mi sopa. Si mi falta de emociones no me hubiera sorprendido desde el punto de vista del interés profesional, ahora no recordaría este incidente”.

Creo que la única forma de sobrevivir a la vida en el campo de concentración debe ser con una mirada de indiferencia hacia todo, como una especie de muerte emocional, donde la única añoranza es la casa y la familiar para tener esperanzas en un futuro mejor.

Esto es sólo hablando de la agonía mental provocada por la injusticia, por lo irracional de todo lo que sucedía diariamente. Porque los dolores físicos son aguantables, obviamente que hasta un umbral; “el hombre es un ser que puede ser utilizado para cualquier cosa, contestaríamos: "Cierto, para cualquier cosa, pero no nos preguntéis cómo".

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