Extracto de clase sobre la expicacion.

Heinrich Hofmann (1824- 1911), pintura de Cristo en Getsemaní

© by C. Harrison Conroy Co. Utilizada con permiso.

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la enseñanza de la Expiación

Élder Tad R. Callister

Élder Tad R. Callister es una autoridad de Área 70 en la zona oeste de Norteamérica y es un miembro del Quinto Quórum de

cómo podemos como maestros de la restauración del evangelio enseñan efectivamente la sublime y profunda doctrina de la expiación?

¿Cómo han hecho los profetas? Y ¿qué podemos aprender de ellos?1

Aunque profetas a través de las edades han reflejado diferentes tal prueba de necesidades económicas y técnicas de enseñanza único, ciertos principios subyacentes se producen una y otra vez en sus ministerios de enseñanza. A continuación se exponen algunas técnicas de enseñanza y recursos utilizados por los profetas para explicar la doctrina de la expiación y sus infinitas implicaciones.

Un disparo espiritual a través de la proa

Rey Benjamin llamó a sus súbditos; pero no para un día de entretenimiento. Si alguna había venido con dedales espiritual para recibir sus palabras, él se apresuró a informarles de la necesidad de recipientes mucho más grandes: "No he mandado a venir acá que juegan con las palabras que voy a hablar, pero que debe oye á mí, y abrir los oídos que ye puede oír, y sus corazones que ye podrá comprender, y tu mente que los misterios de Dios puede ser desplegada para la vista" (Mosiah 2:9; énfasis agregado). Su intro- ducción fue un disparo de advertencia que necesitaba ser oídos espiritualmente en sintonía y ablanda los corazones para acoger el mensaje de la suprema import que iba a seguir. A continuación, dio uno de los más magistrales sermones nunca antes enseñados de la Expiación. Años más tarde, el élder Bruce R.

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McConkie comenzó su inolvidable sermón sobre el sacrificio expiatorio con estas profundas palabras: "Me siento, y el espíritu parece ajustarse, que la más importante doctrina puedo declarar, y el más poderoso testimonio que puedo tener, es el sacrificio expiatorio del Señor Jesucristo." 2 Al igual que el rey Benjamín, él primero el escenario antes de lanzarse en su inspirado mensaje. Como resultado, los oídos se interesaron, mentes se centraron más, y el corazón rendido a recibir el depósito espiritual que estaba a punto de ser liberados. El impacto de estos mensajes se cambia la vida de muchos. Aquellos que escucharon las palabras del rey Benjamín lloró con un acuerdo, "creemos que todas las palabras que has hablado á nosotros; y . . . No tenemos más disposición a obrar mal, sino a hacer lo bueno continuamente" (Mosiah 5:2).

Estos profetas comenzó sus sermones disparando tiros espiritual a través de la proa. Se trataba de una advertencia, una llamada de atención, que el mensaje siga merece mucho más que el oyente casual atención. Es necesaria una intensa vigilancia de todas sus facultades espirituales. ¿Por qué?

Porque estos profetas sabían que el hermoso pero difícil doc- trígono de la Expiación puede ser comprendido solamente por el espiritualmente preparado. Sus mensajes son conmovedores recordatorios de la tonalidad espiritual debemos establecer antes de comenzar enseñando lo que Robert L.

Mijo llama "la doctrina de doctrinas." 3

sentar las bases para que

una persona pueda nunca cálculo maestra sin primero dominar el álgebra. Un cierto orden de los eventos es necesaria en el proceso de aprendizaje.

Isaías enseña, "Quien se enseña el conocimiento? Y a quién se le hará entender doctrina?" Luego, dio la fórmula sencilla pero profunda para dominar las doctrinas de la Iglesia: "pre- cept sobre precepto, línea sobre línea" (Isaías 28:9-10). El Presidente Ezra Taft Benson enseñó, "Sin una adecuada y debidamente sabe por qué él necesita a Cristo hasta que él entiende y acepta la doctrina de la caída y sus efectos sobre toda la humanidad." 4

Los estudiantes aprenden rápidamente la imposibilidad de compre- hending adecuadamente la expiación sin comprender primero la caída. Lehi dio un magnífico discurso sobre la expiación (Véase 2 Nefi 2).

En el curso de ella, explicó en primer lugar las condiciones que existían en el Jardín del Edén. A continuación, siguió a su introducción con un suc- cinct resumen de por qué el Salvador vino: "El Mesías vendrá en la plenitud de los tiempos, que él puede redimir a los hijos de los hombres desde el otoño" (2 Nefi 2:26). Así, nos enteramos de que la expiación fue nece-

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sary para corregir ciertas condiciones provocado por la caída (es decir, la muerte física y espiritual). Alma, en el asesoramiento de su hijo Corianton díscolos, discernidos, "percibo hay algo más que hace preocupar tu mente, que no podéis comprender que es conse- partes referentes a la justicia de Dios en el castigo del pecador." Entonces, él dijo, "Ahora bien, he aquí, mi hijo, voy a explicar esta cosa contigo" (Alma 42:1-2). En los próximos once versos, Alma, sentó las bases para su respuesta detallando las condiciones en el Jardín del Edén y las consecuencias de la caída. Sólo entonces hizo pasar a explicar las relaciones entre la justicia, la misericordia y la Expiación.

A causa de la necesidad de entender la caída antes de que podamos comprender plenamente los efectos de la Expiación, he encontrado la fol- bramido gráfico útil para ayudar a los estudiantes a entender cómo la expiación

antes de la caída corrige o rescata el "negativo" las consecuencias de la caída: Después de la caída después de la Expiación

1. La inmortalidad (+) 1. La mortalidad (-) 1. La resurrección (+) Génesis 2:17 Génesis 2:17 (incondicional para todos) 1 Corintios 15:20-22

2. Vivió en la presencia de Dios (+) 2. Muerte espiritual (-) 2. Venció la muerte espiritual (+) Génesis 3:8, Moisés 4:14. Primera muerte espiritual (nacido. Porque incondicional fuera de la presencia de Dios) todo el mundo regresa a Dios de la D&C 29:41; 2 Nefi 9:6 presencia de juicio objetivos. b. Segunda muerte espiritual 2 Nefi 2:10; separados de Dios (2 Nefi 9:38; Alma 12:15; porque de cada pecado) Alma Helaman 42:23; Alma 34:15-16; 14:15-18; Mormón 9:12-14 Alma 42:13-16 b. Condicional, porque la segunda muerte espiritual es superar sólo si nos arrepentimos Helaman 14:15-18 Moroni 9:12-14

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