FUISTE HECHO PARA TRIUNFAR

Fui hecho para triunfar para siempre

Texto: 1 Crónicas 18:13

Puso guarniciones en Edom, y todos los edomitas fueron siervos de David. Y el Señor daba la victoria a David dondequiera que iba.

Introducción

En este mundo secular encontramos gente triunfadora, en los trabajos, en los negocios, y cada uno se siente muy complacido de lo que a logrado, pero existe una rivalidad queriendo ser los mas sobre salientes en todo, mas en los caminos del señor es diferente, porque lo que Dios nos da es propio es único y es tuyo, nadie te lo puede quitar, porque es Dios quien te da el triunfo.

1. ¿Qué es triunfo?

a. Acción de ganar o conseguir la victoria en una lucha o competición. éxito, victoria. Filipenses 4:13

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

b. Objeto que se da en señal de victoria o como premio por haber ganado en una competición o haber obtenido uno de los mejores puestos. trofeo. Apocalipsis 2:17

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.

c. Éxito o resultado favorable que se consigue en una cosa. Apocalipsis 3:12

Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.

2. Todos los triunfos ganados en este mundo quedan olvidados y sin precio

a. Un boxeador triunfa, gana mucho dinero, pero al final, envejece y muere su triunfo termino allí.

b. Un político, es lanzado a la candidatura, gana y llega a la sima triunfante, termina su periodo y después a la historia muere y se termino todo.

c. Un científico, estudia tanto se llena de sabiduría, alcanza grandes logros, pero envejece y muere.

3. Un verdadero triunfador

a. Cuando Dios da el triunfo Deuteronomio 33:29

Bienaventurado tú, oh Israel.

¿Quién como tú,

Pueblo salvo por Jehová,

Escudo de tu socorro,

Y espada de tu triunfo?

Así que tus enemigos serán humillados,

Y tú hollarás sobre sus alturas.

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