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Bien Hecho


Enviado por   •  17 de Agosto de 2011  •  966 Palabras (4 Páginas)  •  600 Visitas

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LA PARÁBOLA DEL CONDUCTO

Primera parte

“Los esfuerzos dolorosos en el corto plazo son iguales a los grandes resultados en el largo plazo”. Mida su éxito diario fijándose metas y cumpliéndolas porque a largo plazo, los resultados excederían con creces los esfuerzos de hoy.

En 1801, en alguna villa del centro de Italia

Había una vez hace mucho, mucho tiempo, dos primos ambiciosos uno llamado Pablo y el otro llamado Bruno. Vivían uno contiguo al otro en una pequeña aldea de Italia. Los jóvenes eran camaradas.

Ambos eran grandes soñadores.

Ellos hablaban interminablemente acerca de cómo algún día, de alguna manera, ambos se convertirían en los hombres más ricos de la aldea. Los dos eran muy inteligentes y trabajadores. Lo único que ellos necesitaban era una oportunidad.

Un día esa oportunidad llegó. La aldea decidió licitar el trabajo de transportar agua desde el río cercano hasta la cisterna que estaba en la plaza central. El contrato se lo adjudicaron a Pablo y Bruno.

Cada hombre tomó dos baldes y se dirigió al río. Al final del día, ellos habían llenado el aljibe hasta el borde. El jefe de la aldea les pagó un centavo por cada balde de agua.

“¡Este es nuestro sueño hecho realidad!”, Exclamó Bruno.

“No puedo creer nuestra buena fortuna”.

Pero Pablo no estaba tan seguro. Su espalda le dolía y sus manos estaban llenas de ampollas por haber transportado los pesados baldes llenos de agua. Él detestaba la idea de tener que levantarse en la mañana siguiente para ir a trabajar. Detestaba la idea de tener que llevar de nuevo - nuevos baldes-. Entonces él se prometió así mismo que pensaría en una mejor manera de cómo hacer que el agua del río llegase a la aldea.

Pablo, el hombre de los conductos

“Bruno, yo tengo un plan”, dijo Pablo a la mañana siguiente a medida que cada uno de ellos tomaba los baldes para dirigirse al río. “¿En vez de estar llevando baldes en nuestras espaldas por centavos cada día, por qué no construimos una tubería desde el río hasta la aldea?”

Bruno se detuvo estupefacto.

“¡Una tubería! ¿Quién ha escuchado tal cosa?”

Gritó Bruno. “Nosotros tenemos un gran empleo”, Pablo.

Yo puedo transportar más de cien baldes al día. ¡A un centavo cada balde, eso es más de un dólar por día! ¡Ya soy rico! Al final de la semana, yo ya podría comprarme un nuevo par de zapatos. Para el final del mes, una vaca. Para dentro de seis meses, ya podré comprarme

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