II. PSICOLOGÍA HUMANA DEL HIJO DE DIOS

II. PSICOLOGÍA HUMANA DEL HIJO DE DIOS

(Resumen de “Problemas de la psicología humana de Jesús”, de Jacques Dupuis Introducción a la Cristología, Verbo Divino, 1994, p. 181ss.)

+ El Concilio Constantinopolitano III empalma con la tradición evangélica: la voluntad humana de Jesús, su carácter histórico, abre siempre el camino a plantearse el problema de la psicología de Jesús, evitando teorías apriorísticas y deducciones abstractas (181).

+ Pero la enseñanza conciliar no definió por completo la constitución formal ontológica de Jesús, de modo que la discusión acerca de su psicología ha quedado en gran medida abierta.

+ Entre las principales cuestiones, hay que destacar: "Si la persona ontológica del Hijo de Dios comunica con la humanidad de Jesús y, en consecuencia, ésta existe por el 'acto de ser' del Hijo, ¿no es, acaso, impersonal su humanidad e irreal, en último análisis, su existencia humana?" Pero sucede que el "el 'hecho de ser' del Hijo dota a la humanidad de Jesús de una existencia humana real y auténtica: lo hace hombre de forma personal" (182); no le niega personalidad humana sino que se le otorga la personalidad que lleva la humanidad a su plenitud.

+ Otra cuestión: "el modelo cristológico tradicional de una persona en dos naturalezas ¿no ha dejado en concreto de hacer justicia a la auténtica, histórica y concreta humanidad de Jesús? ¿Y es capaz de hacerle justicia de alguna manera?" (183). Este fue el planteamiento de Schoonenberg que, sin embargo, no logra superar Calcedonia con su propuesta de conceder persona humana al Jesús en quien ve "presente y operante al Verbo". Esto no quita la necesidad de replantear las cosas "desde abajo" (Hch, 2,22).

+ Es necesario combinar las perspectivas ascendente y descendente.

+ De este modo, se pueden subsanar gran parte de las deficiencias de las especulaciones cristológicas del pasado; en tanto se hace "teología de los 'misterios históricos' de la vida humana de Jesús" (184).

+ Estos están en los evangelios, incluido el de Juan, donde se profundiza en la autocomprensión y psicología humana de Jesús.

+ Por las últimas investigaciones sobre el NT sabemos que podemos llegar de algún modo a la interioridad de Jesús, a través de las actitudes y acciones que seguramente le pertenecen.

LA AUTOCONCIENCIA Y EL CONOCIMIENTO HUMANO DE JESúS

1. La unidad psicológica y la autocomunicación de Jesús

1.- La problemática de la unidad en la distinción

+ Dado que la unidad ontológica de Jesús supone su "unidad psicológica", se plantean tres problemas: "1) ¿Se puede, o se debe, afirmar en Jesús un centro de referencia psicológico humano, es decir, un ego humano? 2) La naturaleza humana de Jesús ¿es autónoma o heterónoma? 3) Más importante todavía: ¿en qué modo el hombre Jesús era consciente de ser el Hijo de Dios?" (186).

+ Según el constantinopolitano III, Jesús tiene una voluntad y una acción humanas en plena conformidad con la voluntad divina.

+ Pero, esto no se puede interpretar ni como yuxtaposición nestoriana ni como hegemonía monofisita de la voluntad divina sobre la humana. En Cristo tiene lugar una unidad orgánica de las dos voluntades, de modos que los actos de Jesús son auténticamente actos humanos del Hijo.

+ La solución al problema de la unidad psicológica de Cristo se ha de buscar en el equilibrio de las dos posiciones opuestas.

+ La postura antioquena llevada al extremo, como han hecho Déodat y Seiller, se aparta de la fe porque, destacando la autonomía psicológica de Jesús respecto del Verbo, atentan contra su unidad.

+ P. Galtier, en la misma senda del homo assumptus, pero de un modo más cauto, sostuvo el ego humano como centro psicológico de Jesús, al cual se refieren sus actos humanos, del cual el Verbo sólo es "sujeto de atribución", pero sobre el cual el Verbo no ejerce ninguna influencia. Pero, ¿cómo sabe Jesús entonces que él es el Verbo y no una simple persona humana? Galtier soluciona este problema sosteniendo que Jesús tuvo la visión beatifíca, a saber, el conocimiento objetivo de Dios como Trino y de él como la segunda persona de la Trinidad.

+ En la perspectiva alejandrina, P. Parente sostiene todo lo contrario. Jesús no tuvo ego humano psicológico, su naturaleza humana es completamente "heterónoma". "Cristo tiene una conciencia directa y subjetiva de la propia identidad divina" (189). "El Verbo de Dios no sólo actúa de manera persona en y por las acciones humanas de Jesús, sino que es también el principio 'hegemónico' que las regula y determina" (189). El Verbo es el prinicipio de unidad psicológica de Jesús.

2.- Hacia una solución del problema

+ La encíclica Sempiternus Rex (1951) pretende salvaguardar la unidad de persona en Jesucristo: "es legítimo hablar de un ego psicológico humano en Jesús con tal que se mantenga la unidad ontológica de la persona. En consecuencia, no es lícito suponer en él dos individuos ni concebir un homo assumptus dotado de plena autonomía, puesto, por así decirlo, al lado del Verbo (penes Verbum)" (191).

+ El asunto está en distinguir claramente persona de naturaleza, de modo que no se conciba a la naturaleza como sujeto de acciones (Galtier) ni al Verbo se le conceda hegemonía sobre su humanidad. Es posible una postura ortodoxa en ambas ópticas.

A. La persona divina el ego humano psicológico

+ "El ego de la conciencia humana de Jesús no es la naturaleza humana en su autoposesión intencional (Galtier), sino que, por el contrario, es la persona divina, ontológica" (191-192).

+ Pero esto no quiere decir que Jesús no tenga un ego humano, "...el ego humano psicológico de Jesús es, en efecto, nada más que la prolongación, en la conciencia humana, del ego de la persona del Verbo" (192).

B. Autonomía y heteronomía de la naturaleza humana de Jesús

+ "La naturaleza humana de Jesús es 'autónoma' en el sentido de que cumple por principio lo que especifica y determina

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