Juicio Final

Este evento será uno de los últimos dentro de la cronología humana según la Biblia y es donde Dios juzgará a todo ser humano según lo que este haya hecho en vida.

Ese día será de alegría para muchos y de tormento eterno para otros, pues aquí es donde Dios dará galardones a sus hijos y exterminara a los malvados de una vez por todas.

Todo esto sucederá después del Milenio del Reino de Cristo, ya cuando Satanás haya sido arrojado y condenado al lago de fuego y azufre.

Dios reunirá a todas las personas que hayan quedado vivas y resucitara a todos los muertos de todas las épocas, edades, razas, lenguas y naciones y las juzgara según lo que este escrito en los Libros.

Existen 2 Libros:

El Libro de la Vida: que en este es anotado todo aquel que ha recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador.

El Libro de las Obras: que en este están anotado todos los hechos que hacen las personas en vida.

Dios examinara los libros, y pedirá cuentas de lo que hicimos en vida por el Él según el libro de las obras. Según por este seremos galardonados sus hijos.

Sin embargo, todo aquel que no se encuentre anotado en el Libro de la Vida, será expulsado de la presencia de Dios y será condenado eternamente al sufrimiento eterno y echado al lago de Fuego y Azufre que es la segunda muerte y la separación eterna de Dios.

Según la doctrina católica, inmediatamente después de la resurrección de los muertos tendrá lugar el Juicio Final, Juicio Universal o Juicio General. El Juicio Final es una verdad de fe expresamente contenida en la Sagrada Escritura y definida por la Iglesia de una manera explícita.

Por ello cada vez que rezamos el Credo recordamos este artículo de fe cristiana: “(Jesucristo) vendrá de nuevo con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin”.

El anuncio de un Juicio Final, el cual será para todos los seres humanos, está presente en muchas citas del Antiguo Testamento. Allí vemos anunciado cómo Dios juzgará al mundo por el fuego (Is. 66, 16). Reunirá a las naciones y se sentará a juzgar realizando la siega y la cosecha (Joel 4, 12-14). El Libro de la Sabiduría muestra a buenos y malos juntos para rendir cuentas; sólo los pecadores deberán tener temor, pues los justos serán protegidos por Dios mismo

San Pedro y San Pablo también se ocuparon del tema del Juicio en varias oportunidades. Nos aseguran que Dios juzgará a cada uno según sus obras sin hacer diferenciación de personas, de raza, de origen o de religión. (1 Pe. 1, 17 y Rom. 2, 6). También nos dice San Pablo que todo se conocerá, hasta las acciones más secretas de cada uno (Rom. 2, 16).

De acuerdo a esas citas se sabe que:

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