ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Km Walker


Enviado por   •  25 de Junio de 2013  •  1.010 Palabras (5 Páginas)  •  390 Visitas

Página 1 de 5

Kim Walker

Tuve un fin de semana muy duro y estaba manejando desde fuera de la ciudad hacia Redding y era un domingo por la noche, tuvimos un líder de adoración esa noche, su nombre es Anthony Skinner. Entre y yo estaba caminando hacia un amigo y ve a Kris Valloton y yo estaba muy decaída y tan solo necesitaba a papá, y él me miro, lo supo, lo vio e hizo “ven acá” con las manos, corrí y lo abracé, y yo solo lloraba, la adoración comenzó y de repente veo a Jesús parado frente a mi como si quisiera que fuera a Él y yo aterrorizada, sentía como si no pudiera ir hacia donde Él estaba, me sentía avergonzada, asustada, sentí que no merecía estar cerca de Él, ni siquiera podía mirarlo a la cara y Jesús es completamente irresistible, (en mi vida hay tres cosas que lo son, la primera Jesús, la segunda mi esposo, la tercera el chocolate). Así que, voy a Jesús, caigo en sus brazos y mientras estoy en sus brazos, sentía temor de siquiera mirarlo y viene a mi mente hacerle dos preguntas, y yo sabía que no eran hechas por mí, yo jamás le hubiese preguntado eso, una era “¿Cuánto me amas?” y la otra era “¿Qué estabas pensando cuando me creaste?” , cuando yo era pequeña había escuchado a alguien decir que yo había sido un error, por eso tenía miedo de preguntarle eso a Jesús, y pensé, “yo debí haber nacido niño, pero soy niña” y yo vivía con dos grandes mentiras, las cuales eran que sí yo le preguntaba que pensaba cuando me creó, Él respondería: “Bien, cometí un error, trataba de hacer un niño y resultó una niña y ahora trato de sacar lo mejor de esta mala situación” y que al preguntarle cuanto me amaba, pensé que diría: “Bueno, eres un error, por tanto, ¿cuánto puedo amarte?.” Eso tenía en mi cabeza, esas eran las mentiras con las que vivía día a día, suena loco, pero eso creía. De pronto fuera de mi visión, en la vida real Anthony dijo por el micrófono “Necesitas hacerle dos preguntas a Dios” y yo solo podía decirme a mí misma “¿QUÉ?” y él dijo “Necesitas preguntarle, ¿cuánto me amas? Y ¿qué pensabas cuándo me creaste?” y una vez más me decía “¿QUÉ?”, me sentía como el niño que atrapan con el frasco de galletas y me sentía enojada, porque sentía que lo había dicho frente a todos exponiéndome, finalmente, temblando pude verme en los brazos de Jesús y tomé un poco de coraje y le pregunté, ¿cuánto me amas? y vi como Jesús me bajaba y comenzaba a estirar sus brazos y lucía como un superhéroe y no podía ver el final de sus brazos y comenzaba a reír como diciendo “¡Te amo todo esto!” y yo comencé a reír alocadamente y me sentía llena de gozo, y dije “¿qué? Ni siquiera puedo ver donde termina, ¿todo eso me amas?” y decidí no preguntarle la otra pregunta, me sentía muy bien y sentía que no hacía falta preguntárselo.

Meses después estaba en la casa de oración y mientras

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (5.4 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com