LA ENCICLICA

Como dato importante; la Carta Encíclica Rerum Novarum que significa “de las cosas nuevas” o “de los cambios políticos” fue promulgada por el Papa León XIII el 15 de mayo de 1891 y cuenta con 42 numerales. Fue la primera encíclica social, que trata sobre la situación de los obreros.

Esta encíclica se enfoca principalmente en la situación de los obreros en aquella época. En su introducción toca el tema de las relaciones que se establecen entre los patronos y los obreros, así como de la acumulación de las riquezas que se da en manos de unos pocos y la gran pobreza que surge por este mismo motivo.

Más adelante, indica que es difícil tocar el tema y determinar los derechos y deberes con los que cuentan los ricos y los proletarios (clases sociales); de la misma forma afirma que los que tienen los medios para hacerlo, aportan el capital, y otros aportan el trabajo, en cuanto a factores de producción. Se dice que de estas condiciones de poderío se aprovechan un número reducido de personas opulentas y adineradas que imponen su mando para someter a una gran multitud de proletarios, tanto en el caso de la contratación del trabajo (condiciones de trabajo) como en las relaciones comerciales.

Esta encíclica se origina como voz de condena por parte de la autoridad de la Iglesia que da a conocer su inconformidad y actitud en contra de hombres codiciosos y avaros.

Se dice que el obrero aporta su trabajo con el fin de adquirir y exigir un salario que pueda emplear a su manera, de una forma libre y no como afirman los socialistas que quieren acabar con la propiedad privada de los bienes; pues si el obrero quisiera emplear su salario para invertirlo en algún bien; este bien será tan de su dominio como el salario que gana con su trabajo. Se establece que EL MEDIO UNIVERSAL DE PROCURARSE LA COMIDA Y EL VESTIDO ESTA EN EL TRABAJO, puesto que es la forma principal para poder satisfacer las múltiples y constantes necesidades que presenta el ser humano para su conservación.

Se establece que los obreros deben contar con alguna clase de propiedad o que debe existir el derecho de poseer el suelo o el campo cultivado, por lo tanto, lo justo sería que el fruto del trabajo sea de aquellos que pusieron el trabajo.

También sugiere que las clases sociales por diversas y diferentes que sean, se necesitan mutuamente, puesto que en armonía se deben ajustar para lograr el equilibrio; ya que ni el capital puede subsistir sin el trabajo, ni el trabajo sin el capital. De esta manera, se hace un llamado a ambas clases sociales a cumplir con sus deberes; tanto los proletarios y obreros a ser íntegros y fieles cumpliendo con justicia lo que se haya estipulado sobre el trabajo que llevarán a cabo y, a los ricos y patronos el no considerar a los obreros como esclavos, ni imponerles más del trabajo que puedan soportar sus fuerzas, es decir, otorgar un trabajo según sus capacidades y características (sin explotar).

La ley intervendrá en los casos en los cuales se viole la justicia y se presente alguna amenaza entre el pueblo; como en caso de que la clase patronal oprima a los obreros con cargas injustas o les imponga condiciones de trabajo indignas, como el daño o perjuicio de la salud por explotación o trabajos no acordes según las características de la persona.

Se deberá tratar de remover a tiempo las causas en donde podría surgir conflicto entre

...