LA IGLESIA NOS ENSEÑA LOS FUNDAMENTOS DE LA VIDA MORA

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NOMBRES Y APELLIDOS: ……………………………………………………………………………………………………………………

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EXPRESA TUS SABER[pic 34][pic 35][pic 36][pic 37][pic 38][pic 39][pic 40][pic 41][pic 42][pic 43][pic 44][pic 45][pic 46][pic 47][pic 48]

LA IGLESIA NOS ENSEÑA

LOS FUNDAMENTOS DE LA VIDA MORAL[pic 49][pic 50]

El ser humano se diferencia del animal en qué es un ser racional y libre, y, por lo tanto, solo él, puede y debe responder por sus actos ante sí mismo, ante los demás y ante Dios.

La calificación de los actos humanos como buenos o como malos derivan, ante todo, de la rectitud moral de cada acto. Los actos humanos buenos son aquellos que perfeccionan al hombre como persona y los actos malos son aquellos que degradan.

El ser humano ético es aquel que en su actuar se adecua a los dictados de la ley natural, el primer principio de la ley natural, que es “hacer el bien y

evitar el mal” la ley natural ha sido grabada por Dios en el corazón todos los seres humanos.

El relativismo ético niega que existan normas objetivas y universales de moralidad, afirma que la moralidad de las acciones humanas dependen de la intención del sujeto y de sus circunstancias particulares, por el contrario, la moral católica enseña que existen normas objetivas y universales de moralidad, que son válidas para todos los seres humanos y para todos los tiempos, porque están fundamentadas en la naturaleza humana, común a todos los hombres y mujeres, y no en opiniones subjetivas y cambiantes.

La conciencia es la norma subjetiva de la moralidad, cada ser humano está dotado de conciencia, este es un juicio de la razón humana acerca de la bondad o maldad de los actos humanos, la conciencia ha sido llamada el pedagogo del alma.

Sin embargo, la conciencia no crea los principios morales, sino que la toma de la ley moral, la conciencia forma los juicios acerca de la bondad o de la maldad de los actos a partir de su conocimiento de la ley natural y de la ley revelada. Las fuentes de la moralidad de las acciones son: En primer lugar, el objeto del acto es decir la misma acción que se realiza, en segundo lugar, El fin o intención que persigue el sujeto que la realiza, en tercer lugar, las circunstancias que concurren, es decir, el cúmulo de factores que confluyen en la realización de una acción.

Estos tres elementos deben considerarse conjuntamente, pero la moralidad de los actos humanos depende principalmente del objeto. Por eso, es cierto el axioma que dice “El fin no justifica los medios”. Es decir, no se puede hacer el mal para conseguir un fin bueno.

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• Relativismo:

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