ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LA TEOLOGÍA MORAL


Enviado por   •  23 de Noviembre de 2015  •  Tareas  •  5.588 Palabras (23 Páginas)  •  300 Visitas

Página 1 de 23

TEOLOGIA MORAL

1.  La Norma-piloto

Nexo:  En la experiencia personal se encuentra un valor que no se puede negar sin renunciar la libertad misma, el valor ético.  Esa experiencia ética pone en juego la misma humanidad del hombre de tal forma que percibe los valores éticos de su ser personal como el valor.  Aunque esta experiencia no presupone la afirmación de Dios, Dios es su último fundamento.

        Dentro de este valor ético está implicado el concepto de norma pero para captarlo hay que distinguir entre norma-piloto y norma-precepto.

-norma-pilota: la forma, la regla según la cual se debe juzgar si una acción humana es buena.

-norma precepto: la obligación de actuar según esa regla.

        La norma-pilota es el fundamento para que un acto sea bueno, impone el precepto, funda la norma-precepto.  La norma-pilota para el actuar humano es por tanto el ser-persona, o mejor, la humanidad del hombre.  Se entiende esa humanidad con el valor ético.  Ella llega a ser la forma en la cual la norma-precepto guía el actuar humano.  Es la naturaleza humana en cuanto exige el realizarse según el modo del valor moral, que cumple ese papel.

        La experiencia ética demuestra que la persona se conoce como medida por un Absoluto.  De allí se deduce que  la norma fundamental es la persona humana en cuanto que esa exige ser realizada según la medida de un Absoluto.

        La sola razón es capaz de captar la exigencia de la persona humana de realizarse según el valor ético.  Pero así como el valor ético no vale porque realiza un fin, sino por sí mismo,  la racionalidad de la experiencia ética se ejercita referiendo la persona al Absoluto hacia el cual está ordenada.

        La explicación última de la experiencia ética se encuentra en la Creación y la decisión creadora de Dios que hizo el hombre a su imagen y partícipe de la Sabiduría Creativa.  Es, de hecho, el modo específicamente humano de participar en ella.  La experiencia ética es el sello de la Alianza del hombre con la Sabiduría Creativa escrita en su corazón.  La norma-pilota es por tanto el ordenamiento interno de la persona humana hacia su realización en el valor ético por el cual la razón coge al Absoluto.  Es el sello impreso en el hombre por la Sabiduría creativa de Dios.

2.  Universalidad  e inmutabilidad de las normas

        Muchas reglas morales han cambiado pero ¿cuáles no?  Hay que verificar:

        -si toda dimensión esencial de la persona humana tiene relación en sí misma con el valor moral.

        -si de la afirmación de la primera cuestión se pueden afirmar leyes morales universales e inmutables.

        El valor moral se muestra en la libertad de la persona que busca su perfección última.  Pero la persona es una unidad profunda, una totalidad centrada en el propio Yo, en cuerpo y espíritu.

        Por su experiencia particular del valor moral la persona en su totalidad recibe la llamada del valor ético:  toca a todo lo que pertenece a la persona humana.  Se ve esto también por el hecho que la Sabiduría Divina ha querido a la persona en su totalidad, carne y espíritu.  Por tanto, todas las esferas de los valores humanos en  las  diversas dimensiones de la persona humana son, por su misma naturaleza, asumidos por el valor moral.  El valor moral no constituye una esfera parcial sino que cruza todas las esferas.  Así, no hay dimensiones pre-morales en el hombre.  Cada dimensión en el hombre es en sí mismo un valor.  Y aunque la  norma piloto se "fragmenta" en tantos valores, no pierde su unidad.

        No hay que confundir los valores morales con las inclinaciones naturales de la persona.  El hombre tiene una inclinación natural a hacer el bien, pero los valores morales exigen que estas inclinaciones se realizen en el modo específicamente humano, dentro de la totalidad y unidad de la persona.

        El hombre no podría tener experiencia y conocimiento de valores específicos sin la experiencia de esas inclinaciones.  En la actualización de sí misma, la persona está llamada a seguir el valor moral como la forma específicamente humana de realizarse como sujeto libre.

        Por tanto entre valores morales no se puede haber conflicto en el cual la obserervancia de uno causaría infidelidad a otro porque el universo de valores morales expresa el camino de realización de la persona en su totalidad concreta.  Los ejemplos al contrario (que se pueden dar conflictos) suelen olvidar que lo que es moralmente bueno no es por lo mismo obligatorio.  Además existe una jerarquía de valores que corresponde al mismo orden del ser de los componentes de la persona humana.

        Ahora bien ¿del hecho de que toda dimensión de la persona humana es medida por el valor ético se deriva la existencia de normas morales válidas universal e inmutablemente?

        Las normas morales son la expresión de la exigencia de los valores morales y por lo tanto no fundan la moralidad de los valores éticos, sino al revés.  Se dan normas por causa de la experiencia ética.  La persona humana llamada a realizase como tal por la Sabiduría creativa de Dios es lo que funda las normas morales y el que cada norma singular sea universal e inmutablemente válida porque es la expresión de la totalidad de la persona, la cual debe realizarse conforme a su dignidad .

        Mientras otras normas de conducta limitan el modo en el cual el hombre puede alcanzar un bien humano particular, (por ejemplo la produción de bienes toca a las normas económicas) la norma moral se refiere al modo en el cual la persona alcanza su bien como persona humana, es la norma de su mismo ser personal.

        Así, afirmar la mutabilidad de normas morales significaría afirmar que la realización de la persona humana como tal es condicionada por las diversas situaciones de la vida.    Está claro que la realización de la persona humana, no en cuanto tal, sino como productora de bienes, etc., está condicionada por muchas situaciones.  Pero decir que la realización de la persona humana en cuanto tal es condicionada por situaciones históricas equivale a negar la posibilidad de esa realización de la persona en cuanto tal.  Y sólo se puede sostener esa negación si la persona es reducible a una sola dimensión particular o si la persona como tal no es un valor por sí mismo, sino sólo en cuanto se refiere a otro.   Por lo tanto la universalidad e inmutabilidad de toda norma moral singular es correlativa a la exigencia que todo hombre tiene de realizarse según el valor moral.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (29.8 Kb)   pdf (140 Kb)   docx (305.6 Kb)  
Leer 22 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com