La Culebra
1234556669 de Febrero de 2015
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La Casas del café
n los inicios de la República de Venezuela, concretamente en 1838 el
gobierno de aquel entonces firma un tratado con las ciudades alemanas de
Hamburgo, Bremen y Lübeck para intercambiar productos con ciertas
ventajas aduaneras. A partir de entonces se establecen varias firmas comerciales en
Maracaibo, de origen alemán, que incorporan el capital, que no existía en Venezuela,
en la producción y comercialización del café. Entre éstas casas estaban las de Blohm,
Van Dissel & Thies (Botica Alemana), Steinvorth, Minlos & Breuer y otras que
conformaron una red de comercialización muy importante y que perduró hasta las
primeras décadas del siglo XX. Fue el eje cafetalero entre San Cristóbal, Cúcuta y
Maracaibo, a través del cual se exportaba todo el café de los Andes Venezolanos y del
occidente de Colombia hacia los puertos de Hamburgo, Nueva York y Le Havre. Al
mismo tiempo, estas casas importaban artículos manufacturados del exterior como
maquinarias, medicinas, licores, vinos y alimentos. Los alemanes se establecieron en el
Táchira para dirigir sus negocios , como en el caso de la Botica Alemana y propiciaron
la constitución de sociedades mercantiles en Santa Cruz de Mora y Tovar con jóvenes
empresarios de la región y emigrantes venidos de Italia, para la compra-venta del café.
E
Tal es el caso de la Casa Burguera, fundada por Elías Burguera García en 1881, la cual
llegó a convertirse en una empresa generadora de empleo, desarrollo y riqueza para la
región, desde sus inicios hasta su desaparición a mediados del siglo XX.
Este notable empresario, natural de Táriba, quién llegó a Tovar desde niño, con una
modesta herencia paterna se dedicó a las actividades comerciales trabajando
intensamente, para lograr el desarrollo del valle del Mocotíes. Don Elías estuvo al frente
de la misma, desde su fundación, hasta su muerte en 1900. La Casa comercial se instaló al frente de la calle Bolívar, haciendo esquina con la iglesia, en pleno centro del
poblado, ocupando toda una manzana.
En sus amplios patios y corredores, se descargaba el café de las mulas que venían desde
los campos de Pregonero, Guaraque, Santa Cruz de Mora, Zea y otros sitios del interior
del estado. De allí se cargaba de nuevo para llevarlo hasta los puertos fluviales,
siguiendo el camino del lago de Maracaibo, en largas caravanas que atravesaban valles
y ríos en jornadas de varios días. En aquella época, los peones de la casa ganaban un
Bolívar diario. El arreo era de 12 mulas que cargaban el café en bultos de 60 Kilos.
En la Casa Burguera, los campesinos adquirían los implementos necesarios para el
cultivo y procesamiento del café. También había un departamento de víveres,
mercancías secas y vinos importados de Europa, a través del puerto de Maracaibo. El
aumento de la demanda de café en Alemania, Francia, Inglaterra y los Estados Unidos,
donde se cotizaba a muy buen precio, aumentó los volúmenes de compra por parte de
las casas alemanas establecidas en Maracaibo, con fines de exportación.
La casa también cumplió las funciones de banco, pues daba créditos a los agricultores,
para financiar las cosechas, créditos éstos que eran pagados posteriormente con la venta
del café. También respaldaba el Bolívar, que era la moneda nacional, en una época de
poca credibilidad, cuando las monedas fuertes eran la morocota y las libra que se
usaban frecuentemente en las negociaciones. De esta manera, la casa cumplió el mismo
papel que las casas alemanas de crédito, establecidas en Táchira y Trujillo, a mediados
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