La Religiosidad En méxico

Universidad Autónoma de San Luis Potosí. UASLP. Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades.

Los Creyentes, El Día a Día de la Religiosidad Mexicana.

Enrique Anguiano.

Materia: Antropología en México.

Profesor: José Guadalupe Rivera.

Alumno: Jose Enrique Anguiano Maya.

Antropología 3er Semestre.

La identidad… ¿qué es la identidad?, y siendo más específicos, enfocando el tema a tratar, ”¿Cuáles son los principales aspectos que identifican a un mexicano?”.

La palabra “Identidad” se define como: “Conjunto de características, datos o informaciones que son propias de una persona o un grupo y que permiten diferenciarlos del resto: la identidad de un pueblo”.1

Hablar de identidad es hablar de un tema extenso, amplio pero sobre todo es tratar un tema muy complejo, hablar de una identidad mexicana o la identidad del mexicano implicaría generalizar en millones de habitantes de una nación e intentar identificarlos en aspectos culturales, sociales e incluso políticos lo cual resultaría contradictorio ya que al hablar de la cultura mexicana hablamos de una inconmensurable gama de colores y tonalidades, resultaría realmente complicado englobarlos en conceptos que los definiera en una generalidad.

Existe un sinfín de características, aspectos culturales que “podrían” identificar a un mexicano como tal, y uno de los principales, el cual será protagonista en este trabajo es “la religión”, en México la religión con mayor número de seguidores es la católica con 92 924 489 de adeptos.2

Es fácil denotar que la religión es uno de los aspectos más resaltables en la cultura mexicana, como en cualquier otra cultura, sin embargo en éste trabajo haremos un análisis particular de la muy peculiar religiosidad mexicana y de cómo se inmiscuye en el devenir diario de la vida de los mexicanos.

La religiosidad se vuelve parte del devenir del día a día de las personas en México al punto de volverse clave en diferentes aspectos de la vida diarios en diferentes aspectos como ejemplo utilizar expresiones inconscientes relacionadas a la religión; “gracias a Dios, primero Dios, si Dios me presta vida etc.” Quién no ha escuchado una de estas expresiones en la familia o en la calle, lo que resulta sumamente interesante de éste tipo de expresiones es que llevan una enorme carga de religiosidad con ellas, notable en la estructura de las frases, haciendo hincapié en la omnipotencia de un ser todo poderoso y como ejerce su voluntad sobre los acontecimientos de su vida diaria, sin embargo al hacer uso de este tipo de expresiones no se tiene consciencia total de la carga religiosa o significados que conlleva, si no que se utiliza como una expresión más, cabe reiterar que la intención de este trabajo no es generalizar en cuestión de las hipótesis, conjeturas o supuestos de los que se hace mención a lo largo del texto.

Caminando por la calle, observando, es fácil darse cuenta de la gran cantidad de representaciones religiosas que son parte de la vida diaria de millones de personas, quién no ha visto por la calle la representación de la virgen María de Guadalupe o de San Judas Tadeo, la cantidad de iglesias ubicadas hasta en los rincones más escondidos, o incluso las imágenes religiosas colgadas en los tableros del autobús o del taxi, pero que tanta relevancia o significado tienen éstas representaciones para las personas… desde pequeños se nos enseña a persinarnos (hacer la señal de la cruz con la mano, entre el pecho y la frente) cuando pasamos enfrente de una iglesia, se nos enseña a respetar todas las cuestiones relacionadas a la religión, entonces, por supuesto que las representaciones, signos y símbolos religiosos tienen enorme significación y trascendencia en la vida de los mexicanos.

El guadalupanismo.

El guadalupanismo es una de las principales características de la religiosidad. En él no sólo se muestra que la virgen reconoce a los indígenas, sino también el nacimiento del nacionalismo y la lucha contra el poder de los peninsulares.3

El nacimiento del culto guadalupano durante implicó una suerte de enfrentamiento entre dos religiosidades: la de los criollos y la de los peninsulares. Efectivamente, mientras los peninsulares adoraban a la virgen de los remedios que acompañó a Hernán cortés en la conquista de Mesoamérica, los criollos comenzaron a venerar la imagen de la guadalupana que además de su marcada influencia indígena en su apariencia y lugar de su aparición les ofrecía un culto que los distanciaba y diferenciaba del grupo social más pequeño y poderoso del virreinato.

Por su parte, los indígenas también comenzaron a encontrar una mayor identificación con la virgen de Guadalupe: ella no sólo poseía sus mismas características étnicas y se había aparecido en uno de los antiguos lugares de culto, sino que también les ofrecía la esperanza de acceder a una religiosidad que nada tenía que ver con las prácticas del clero secular que se aliaba con los peninsulares. El guadalupanismo, por lo menos desde esta perspectiva, implicaba una suerte de retorno a la actividad de los frailes que fueron capaces de defender y proteger a los indígenas.3

De acuerdo con las creencias católicas, la virgen de Guadalupe se apareció cuatro veces a juan diego cuauhtlatoatzin en el cerro del tepeyac. Tras una cuarta aparición, la virgen ordenó a juan diego que se presentara ante el primer obispo de México. Juan diego llevó en su ayate unas rosas flores que no son nativas de México y tampoco prosperan en la aridez del tepeyac que cortó en el tepeyac, según la orden de la virgen. Juan diego desplegó su ayate ante el obispo juan de Zumárraga, dejando al descubierto la imagen de santa maría, morena y con rasgos indígenas.

El guadalupanismo no solo está presente en imágenes, canciones o videos, sino también hay un edificio principal que representa el guadalupanismo, la basílica de nuestra señora de Guadalupe es de los santuarios católicos más visitados del mundo. El gran templo en que se venera esta imagen ha sido declarado basílica y santuario nacional por el vaticano, siendo este recinto uno de los primeros santuarios en américa.

Efectivamente, está la virgen de Guadalupe, como imagen, signo y como presencia real. No en balde el historiador José Manuel Villalpando se refiere a la morenita como un personaje crucial de

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