La Tecnología Y La Iglesia

Trabajo de Iglesia y Sociedad

Alumno: Alejandro Mestre Argudin

Título: La tecnología y la Iglesia

La historia de la humanidad puede ser contada desde la capacidad innata en el ser humano de crear, renovar, inventar y modificar aquello que una vez creó. Desde lo que hemos decidido llamar la prehistoria, el hombre ha logrado alcanzar un avanzado conocimiento del mundo que lo rodea por medio de la observación de ese mismo mundo y la experimentación con los elementos del mismo. Esta interacción entre el ser humano y la naturaleza, en la que el primero pretende mejorar sus condiciones de vida usando de forma discriminada o no los recursos de la segunda ha sido la progenitora, de lo que hoy conocemos y denominamos tecnología, pero, ¿Qué es lo que conocemos como tecnología? Existen diversas definiciones para este vocablo haré una síntesis de varios en aras de lograr una compresión más global del término que nos atañe.

El origen de la palabra tecnología proviene del griego formado por dos palabras techne, que significaba arte, técnica u oficio y logos cuyo significado es conjunto de saberes. Según la RAE (Real Academia de la lengua Española) esta palabra tiene varias acepciones: conjunto de teorías y de técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico, tratado de los términos técnicos, lenguaje propio de una ciencia o de un arte, conjunto de los instrumentos y procedimientos industriales de un determinado sector o producto.

El concepto se define como el conjunto de conocimientos y técnicas aplicados de forma lógica y ordenada que le permiten al ser humano cambiar su entorno material o virtual para satisfacer sus necesidades. Es un proceso combinado de pensamiento y acción con la finalidad de generar soluciones que sean útiles. El ser humano ha ido acumulando experiencias con la intención de mejorar sus condiciones de vida, este proceso generó el conocimiento. Gracias a la adquisición de este conocimiento el ser humano ha podido transformar su entorno hasta llegar al mundo actual en que vivimos. La aplicación del conocimiento científico y empírico a procesos productivos de bienes y servicios es lo que denominamos tecnología. Luego de esta definición conceptual podemos avanzar a las siguientes interrogantes. ¿Para qué sirve la tecnología? ¿Qué función tiene?

En la prehistoria, las tecnologías fueron usadas para satisfacer necesidades esenciales (alimentación, vestimenta, vivienda, protección personal, relación social, comprensión del mundo natural y social), y en la historia también para obtener placeres corporales y estéticos (deportes, música, hedonismo en todas sus formas) y como medios para satisfacer deseos (simbolización de estatus, fabricación de armas y toda la gama de medios artificiales usados para persuadir y dominar a las personas). Su función social es ir resolviendo las nuevas problemáticas que se le van planteando a la sociedad en su evolución y hacer más cómoda y llevadera la vida de los individuos que la conforman por las nuevas necesidades que se derivan de la complejidad de la vida cotidiana, como el acortar distancias, atender las epidemias modernas, el mejorar la comunicación, el prevenir desastres, el conocimiento y mejor manejo de nuestras relaciones y de nuestro entorno social. (Anexo 1)

Después de haber definido que es la tecnología y su función podemos adentrarnos en la relación que le da título a este trabajo, qué relación existe, si es que existe alguna entre la tecnología y la Iglesia. Es prácticamente imposible intentar negar la relación histórica entre ambas, pues desde que el hombre pisó la tierra por primera vez tuvo diversas inquietudes por el mundo que lo circundaba, desde los propios fenómenos naturales, hasta interrogantes sobre su propio ser, estas fueron preguntas que el hombre ha tratado de responderse de diversas maneras. La iglesia como institución ha venido ocupando un papel de gran importancia en la búsqueda de las respuestas que el hombre se ha hecho sobre la existencia de Dios y todo lo relacionado con la espiritualidad humana; pero como se imbrica esta relación tecnología-iglesia. Se puede decir que desde los primeros tiempos, hasta la actualidad el hombre ha usado la tecnología a su alcance en todas las actividades que conforman la vida cotidiana, actividades entre las cuales se encuentra la iglesia.

Esta relación iglesia-hombre-tecnología data de siglos, en este trabajo abordaremos la cuestión a partir del año 1440 con el surgimiento de la imprenta de tipos móviles de Johannes Gutenberg, este inmenso salto histórico deja un vacío en el trabajo que está justificado por varias razones, una la brevedad del mismo, otra razón sería porque en el mismo se aspira sintetizar la idea que se desea abordar de manera concisa. ¿Qué posición adoptó la iglesia frente a la imprenta?, ¿Pondría en peligro esta nueva tecnología la fe?

La iglesia Católica se constituyó como él principal enemigo de la imprenta, entiéndase imprenta como representación de tecnología avanzada de la época, la Biblia estaba en latín, la gran mayoría de la gente conocía su contenido mediante las enseñanzas de los eclesiásticos. Así pues, la Iglesia controlaba la lectura e interpretación de los textos sagrados. Uno de los primeros resultados del invento de la imprenta fue que empezaron a aparecer numerosas traducciones de la Biblia. Por primera vez, la Biblia podía ser estudiada sin que intervinieran clérigos, y la gente que lo hacía empezó a tener una opinión crítica de la Iglesia. Se dieron cuenta, por ejemplo, de que en los primeros tiempos de cristianismo no existían las rígidas jerarquías ni la ostentación de la Iglesia del s. XV. Los primeros cristianos oraban en edificios sencillos, no en catedrales que albergaban inmensas riquezas. Nada decía la Biblia respecto a obtener el perdón de los pecados mediante la compra de indulgencias. En conjunto, el panorama que ofrecía el Nuevo Testamento del cristianismo era muy diferente del que la Iglesia había inducido a la gente a creer. Esta afirmación tiene complementos de realidad y de ficción. Para los que desean ver en la Iglesia a un despótico señor feudal, controlador de la realidad social del medioevo esta afirmación les viene de anillo al dedo. Pues si no es menos cierto que existió oposición por parte de la Iglesia Católica no solo a la imprenta, sino a otros adelantos tecnológicos. Esta no fue una posición absoluta pues hubiera sido imposible construir las grandes catedrales que existen en el viejo continente o alcanzar el grado de evangelización que hoy conocemos sin la ayuda de diversas tecnologías que la Iglesia puso a su servicio. La Iglesia Católica como toda organización humana alberga

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