La infancia de Jesús

Contreras Moscoso Alfredo

Tema: La infancia de Jesús.

INTRODUCCIÓN.

Según los evangelios de Mateo y Lucas, Jesús nació en un establo en la ciudad de Belén, ya que sus padres peregrinos no encontraron lugar en las posadas del pueblo, inicio esto relacionándolo con las profecías del profeta Miqueas en su capítulo quinto donde hace mención del gran acontecimiento que se llevará a cabo, en ese humilde lugar. En esta investigación hemos de resaltar que son pocos pero significativos los eventos acontecidos en la infancia de Jesús, encontramos desde su concepción en el seno virginal de María, el nacimiento, la manifestación a los reyes, etc. También vemos en esta historia que la permanencia de Jesús  en el templo no la podríamos interpretar como una desobediencia, sino el resultado natural de su conocimiento de que Él tenía que estar en los negocios de su Padre, el hecho de asombrar a los maestros en el templo con su sabiduría y conocimientos demuestra que Él era totalmente respetuoso, asumiendo el papel de un estudiante como correspondía a un niño de su edad. De ahí en adelante no sabemos gran cosa, sólo que Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres como lo narra san Lucas en el capítulo 2, 52. En Nazaret la familia figuraba un papel bastante importante en la sociedad ya que era el núcleo en la primeras enseñanzas, fuera de la familia el hombre quedaba fuera de protección, todo giraba en torno patriarcal es por eso que puede resultar impensable que Jesús no contara con un padre que le administrara la seguridad, educación y protección como lo hizo perfectamente san José, podemos entender entonces lo que fue de la vida de Jesús durante el tiempo en que permanece en casa, sin duda podemos afirmar que Jesús aprendió perfectamente el oficio de su padre, siendo obediente capaz de cualquier tarea encomendada. Aunque sabemos que existen otros escritos extra-bíblicos que puede contener información acerca de la infancia de Jesús preferimos enfocarnos en lo más seguro para un buen resultado, iniciaremos pues con el desarrollo fruto de nuestra investigación donde recurrimos especialmente a la fuente primordial para conocer y estudiar la vida de Jesús nos referimos a la Sagrada Escritura, y en especial a los dos evangelistas que plasman especialmente la infancia de Jesús: Mateo y Lucas.  

DESARROLLO

1.- EL ANUNCIO DEL ÁNGEL A MARÍA. Para iniciar nuestro desarrollo hacemos mención el momento tan especial donde el ángel Gabriel anuncia a María que concebirá a un hijo y que será Hijo de Dios, para ese texto utilizamos el texto del evangelio de Lucas 1,26-38. La Encarnación del Hijo de Dios es el hecho más maravilloso, el misterio más grande que se puede registrar en la relación entre Dios y los hombres, ha sido tan grande el amor que el Padre ha tenido hacia su pueblo que nos da a su Hijo asumiendo la fragilidad de la carne depositándose en las entrañas de la purísima Santa María, Dios quiso que su Hijo naciera de una mujer Virgen y así lo relata el profeta Isaías en el Antiguo Testamento (Is. 7,14). Una vez conocido el designio divino, María se entrega a la voluntad de Dios con obediencia pronta y sin reservas, María dándose cuenta de su situación pregunta y cómo será, sin equivocarnos podemos decir que para Dios no hay imposibles, de ahí que juntándose en María la humildad y la obediencia pronunciará el “Sí” a la llamada de Dios con esa respuesta perfecta “He aquí a la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”

2.- NACE JESÚS. Al llegar a Belén, a la Virgen María le llegó la hora del parto, debieron buscar un lugar adecuado para que se llevara a cabo el nacimiento, a causa del empadronamiento habría mucha afluencia de viajeros^[1]. En el evangelio de Lucas en el capítulo segundo nos narra de una forma de hechos simples el nacimiento de Jesús, nos dice que un Ángel se les presenta a unos pastores anunciándoles el nacimiento del Hijos Dios. Los pastores presurosos acuden para contemplar, alabar y glorificar a Dios (Lc. 2,20), decimos pues que Jesús nació en las afueras de Belén, el evangelio no especifica el lugar, por el estudio de la zona podemos deducir el lugar que se pudo haber llevado gran acontecimiento, ya que es un lugar donde se encuentran grutas, que sin duda pudieron ser utilizadas para guardar ganado, es por ello que podemos entender el que se encuentre un pesebre, no podemos cerrar este apartado sin hacer mención a los Padres, se puede imaginar la felicidad en la que se encontraban después de haber pasado por la pena tan grande de no encontrar lugar adecuado para el nacimiento del Salvador del mundo, podemos imaginar al escena donde contemplando la ternura y la inocencia pero a la vez de la grandeza del Divino Niño, y alzando su mirada al cielo dan gracias a Dios por la manifestación tan grande y sublime de amor que se manifestó en la Persona de la segunda Trinidad.

3.-LOS REYES MAGOS VIENEN PARA ADORARLE. «Y la estrella… iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el Niño» (Mt. 2,9) «al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría» (Mt. 2,10). Es importante, aprender a escrutar los signos con los que Dios nos llama y nos guía. Cuando se es consciente de ser guiado por Él, el corazón experimenta una autentica y profunda alegría^[2]. Los Reyes Magos encuentran a Jesús acostado sobre un pesebre, puede resultar impensable que un rey en su divinidad pudiera nacer en esas condiciones de pobreza y humildad, estos personajes llegan a ofrecerles regalos que significan el reconocimiento con Rey, Hombre y Dios se postran ante Él reconociéndolo como su verdadera Majestad, es pues para nosotros un signo de gran enseñanza el que nos dan estos personajes ya que también nosotros debemos reconocer a nuestro Divino Salvador que decidió nacer entre animales y en un lugar que significa “casa del pan” queriendo pues anticipar la misión a la que venía entre nosotros a ser ese Pan que nos traería la salvación a todo el género humano y que nos diría: “Yo Soy el Pan de vida…” (Jn. 6,35). Volviendo al mensaje del papa Juan Pablo II (hoy santo) que citamos con anterioridad nos pone a pensar en la ocasión de sentirnos acompañados por una luz que nos guía hacia la salvación y que nos debe dar la seguridad de que Dios nos lleva hacia la salvación, es pues tarea de todos los hombres dejarnos conducir para llegar con la claridad de que encontraremos la salvación manifestada en Jesús.

4.- LA HUIDA A EGIPTO. Este siguiente fragmento lo encontramos citado en el evangelio de Mt. 2,13-15. Van de camino atendiendo unas palabras que vienen de lo alto, podemos contemplar una imagen aunque con un tinte de tristeza y compasión no deja de ser un escena con un belleza tal, que es digna de contemplar el amor de unos padres preocupados hacia su pequeño que aunque es Dios y que todo lo puede no deja de ser un pequeño indefenso, que lo único que puede hacer es cobijarse en el regazo de su madre que lo arropa con tal fuerza que no puede dejar permitir que nada lo pueda lastimar, vemos también la obediencia pronta de José  que asumiendo perfectamente el rol de padre, protector y custodio presurosamente toma a su hermosa familia y se dispone a llevarlos al lugar indicado, no podemos pensar que José pueda haberse tardado en responder al  mandato divino y que por tal negligencia el Divino Niño Jesús haya caído en manos de crueles verdugos que sin piedad matan a inocentes, es pues de valorar la obediencia prudente, en este apartado resaltamos la figura de José que aunque los temores de sus perseguidores, lo peligroso del paso por el desierto, el cansancio físico propio y además de añadirle la inseguridad de vida que se le esperaba en Egipto, no desfallece en ningún momento porque sabe que el Niño y María dependen de él. La llamada fue para José, es posible que María no supiera lo que estaba aconteciendo y él como siempre hombre prudente decidirá callar y no alarmar a la Señora, ella sólo se limita a tomar al Niño y seguir a su esposo. «Cuanto más noble es el personaje, más perfecta es la sencillez de la obediencia. Más completo el abandono».^[3]

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