Las religiones como freno del avance social

Las religiones como freno de avance social en México

Por Rafael Ramírez García

Dios, o mas bien la ficción de dios, es, pues, la consagración y la causa intelectual y moral de toda esclavitud sobre la tierra, y la libertad de los hombres no será completa más que cuando hayan aniquilado completamente la ficción nefanda de un amo celeste.

—Mijaíl Alexándrovich Bakunin, (1814-1876) pensador revolucionario ruso.

Desde nuestros ancestros mexicas, pasando por la conquista española hasta la era moderna, México ha sido un país de costumbres y tradiciones basadas en creencias religiosas que han sido inculcadas de generación en generación. Estas creencias han influido en la moral de la población y la moral, a su vez, ha influenciado en la ética y las leyes modernas.

Conforme a la Constitución de 1917, México es un país  que no tiene una religión oficial haciéndola una nación laica, sin embargo, es un país con una vasta diversidad cultural que, como ya había mencionado antes, está fuertemente ligada con nuestra descendencia prehispánica, el catolicismo que predomina en el país traído por los españoles y el cristianismo.

La religión, al ser parte de nuestra cultura es inevitable que influya en nuestra forma de pensar, en lo que consideramos “Bueno” y “Malo”, en cómo debemos hacer las cosas y cómo debemos reaccionar ante ciertas situaciones y acontecimientos.

Sin embargo, como muchos países desarrollados, México se ve forzado a avanzar socialmente en temas delicados como serían el matrimonio entre personas del mismo sexo, la adopción de niños de parejas del mismo sexo, la legalización de la marihuana, el aborto, eutanasia, el alquiler de vientre y muchos otros temas que no están bien vistos ante los ojos de la religión. El problema surge cuando nos damos cuenta de eso mismo, que estos temas no son bien vistos por la religión, puesto que son “Pecado”, son temas tabú y, al México ser un país extremadamente religioso, se encuentra entre la espada y la pared.

Por un lado tenemos a un país que no está muy contento con los sucesos actuales en los que se encuentra el mismo, lo cual pone en una posición muy delicada al gobierno mexicano quien no quiere perder más popularidad y credibilidad al poner estos temas sobre la mesa.

Por el otro lado el gobierno tiene que quedar bien con los países primermundistas, quienes no nos tienen en buena estima luego de los sucesos ocurridos en Ayotzinapa donde la ONU y la ONG tuvieron que intervenir, y, sobre todo, quedar bien con el Big Daddy del norte quien ya está muy avanzado con este tipo de temas.

Para analizar a fondo esta problemática primero tenemos que conocer los orígenes de la moral religiosa. Las “Leyes divinas” provienen enteramente de La Biblia, la cual está dividida en dos partes: El viejo testamento y el nuevo testamento, ambas partes fueron, como aclaman todos sus lectores y seguidores, escritas por diferentes autores con inspiración divina, recompilados y traducidos del hebreo por la iglesia. Desde este punto empiezan a surgir los problemas, los libros, al ser traducciones no fidedignas, pierden cierta parte de su significado, un ejemplo de esto fue escrito por Dan Brown en su libro “El código Da Vinci” en el cual señala la teoría de que La virgen María en realidad no era virgen, sino que fue un error de traducción y que incluso era una prostituta, el siguiente problema es sobre la iglesia recompilando los libros en la biblia. Diferentes religiones tienen ciertos criterios sobre cuáles libros son canónicos y cuáles no, lo que nos deja con la pregunta de por qué sucede esto… Una teoría muy aceptada es que ciertos libros que no se incluyen en la biblia de ciertas religiones son contradictorios con otros libros que sí están incluidos en su biblia.

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