PELICULA EL GRAN MILAGRO.

PRESENTADO POR: MARIA PAULA REYES TUTA (CONFIRMACION)

PELICULA EL GRAN MILAGRO

Muchas veces empezamos el día con miles de preocupaciones en mente y creemos que somos los únicos que vivimos con heridas en el corazón. En esta película vemos como las prioridades dejan de serlo en cuestión de segundos, solo basta una llamada o un día atareado en el trabajo.

Para el conductor su necesidad es trabajar pero su prioridad es su hijo quien está enfermo, para la señora la muerte de su esposo se ha convertido  en una carga más, la atención  a su hijo ha disminuido pues le toca trabajar el doble para mantener su hogar.

La preocupaciones llegan a nublar la vista y necesitamos a alguien con quien desahogarnos y poder compartir nuestro dolor pues en esas personas esta la palabra del poder, el consejo sabio, el inicio de un nuevo camino. No importa quién lo diga, lo importante es la intención y el amor con que se hace.

En la película son dos niños quienes llevan la solución a estos dos adultos, la respuesta muchas veces la tenemos al frente o a la vuelta de la casa, lo que si es cierto es que siempre hay una cerca de nosotros. El templo de Dios! Es el lugar que nos acoge con su magia, su tranquilidad y su esencia. Es donde se logra atrapar nuestros sentidos y desahogarnos no tiene costo alguno, en el fondo siempre estará el recibiéndonos con su mirada fija diciéndonos que todo estará bien. ¿Cada cuánto acudimos a su templo? En realidad muy pocas veces pues dejamos como prioridad el trabajo y la plata. Aunque llega un momento donde ir a visitar el templo es una necesidad pues nuestro corazón lo pide a gritos, pero como a todo lado a donde vamos debemos cumplir con unos normas, en la casa de Dios es igual, de nada sirve ir a saludarlo y alabarlo si hemos pecado.

Para pecar solo se necesita de una mala palabra, un pensamiento inadecuado o una acción que haga el mal. Sin notarlo pecamos a diario, muy pocas veces tenemos el valor de reconocerlo y pedir perdón lo pasamos por alto. Recibir a Dios en nuestra vida y corazón es recibir tranquilidad y amor para nuestra alma.

Poder ir a visitar a Dios y dedicarle una hora al día, poder hablar con él, son los regalos más grandes y valiosos que podemos tener día a día. Debemos hacerlo con el corazón, desconectarnos del celular, llegar a tiempo y siempre con la disposición para estar con él. La burla, el irrespeto, la deshonra, la vulgaridad, la tentación y otros errores que cometemos son “demonios” que quieren tomar nuestra vida y hacernos caer en un juego sucio. Todo tiene una solución, rezar con amor, con fe y con verdad siempre alejara de nuestra vida todo aquello que nos quiera hacer pecar, Dios todo lo escucha, todo lo ve.

Confesarse es el mejor acto de fe que podemos hacer, podernos sentir tranquilos, escuchados y ayudados por Dios es el mejor milagro que podemos tener.

Escuchar sus oraciones, historias y alabanzas da la calma que nuestro corazón a gritos pide. Él es un amigo que todo puede hacerlo, pero saber pedirle es una norma que debemos seguir, se trata de pedir y también dar. Peticiones y ofrendas, pedir por nosotros, nuestras familias y el mundo entero resulta ser muy fácil, los milagros suceden cuando creemos, no se trata de ver para creer, se trata de creer, confiar y pedir con el alma para ver que Dios convertirá nuestras ofrendas y peticiones en realidad. Una recompensa para Él es poder transmitirle el mensaje a los que nos rodean, compartir nuestras experiencias cuando visitamos el templo de Dios.

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